La noche pasó en un abrir y cerrar de ojos, la segadora luz de sol iluminaba a través de las cortinas llenando la habitación de una tenue luz amarillenta, el día comenzaba genial, por su ventana podía ver el jardín lleno de mariposas y colibrís en las flores rociadas del sereno, Jungkook talló sus ojos y bostezo estirando su cuerpo.
Minutos después de haber hecho su rutina mañanera, bajó a desayunar, supuso que por el día de hoy su padre no habría asistido al trabajo, atento de su parte, Jungkook sonrió cuando los vio en la mesa, conversando de cosas ajenas a él, con el desayuno servido.
— Buenos días.
— Buenos días, bebé. — respondieron ambos.
Tan pronto como tomó asiento, llegó una empleada desde la cocina, preguntando si desayunaría lo mismo que sus padres o preferiría algo en especial, el joven omega le restó importancia y prefirió desayunar lo mismo.
— ¿Nervioso? ¿Dormiste bien, corazón?
— Dormí bien, papá, gracias, solo estoy un poquito nervioso.
— Mi bebé, nosotros estaremos aquí contigo, sabes que si algo no te gusta lo debes de decir.
— Lo se, mamá, es solo que no he hablado con alfas que no sean de la familia o conocidos y eso me pone nervioso. — confesó tallando sus ojos, el hecho de no hablar con alfas ajenos a su sangre lo ponía nervioso.
— Ya verás que todo surgirá por si solo, Kook, relájate, llamaré para que te preparen un té y así estés más tranquilo.
— Eso espero, papá.
— Permiso. Su desayuno, joven, espero lo disfrute.
— Prepárale un té con hierbas relajantes, por favor.
— Gracias. — respondió el omega ante la señora de servicio, siguió conversando con sus padres mientras comía su desayuno.
Horas más tarde Jungkook estaba terminando de peinar su cabello, quería verse lo más bonito posible para su problable futuro alfa, su madre le había elegido un collar que le lucía increíble sobre la blanca piel de su cuello, le había peinado las ondas de su cabello, colocado de su labial favorito y le recomendó usar la loción más dulce y fresca que tenía en su tocador.
Jungkook lucía como un bocadito; pequeño y atrayente a la vista, brillando con solo su presencia, era él el que le daba esa belleza a los accesorios, estaba preparado para recibir al alfa.
Más pronto de lo que esperaba, el timbre de la puerta principal sonó, dos veces, Jungkook se quedó quieto sin saber que hacer, ¿sería correcto que él le abriera la puerta? ¿tendrían que abrir sus padres? ¿o tenían que ir las amas de llave? Jungkook lleno de nervios se alejó entre los floreros del pasamanos, mirando de lejitos como su padre abría la puerta y dejababa entrar al hombre.
Vaya sorpresa que se estaba llevando, no se esperaba para nada un hombre así, es decir, no estaba mal pero, lo sentía demasiado ¿grande? tal vez y no se refería solo a la edad que parecía ser mas que la suya si no también de tamaño; tenía la misma estatura de su padre y casi el mismo porte, dios, si ya de por sí se sentía pequeño al lado de todos los alfas de su familia no esperaba menos de ese, vaya hombre que la han conseguido, no han hablado aún y ya se siente dispuesto a bajar la cabeza.
Por una parte piensa en que está bien, tiene la opción de rechazarlo si quiere, el hombre es atractivo y le ha recordado lo que es sentirse atraído por un alfa a primera vista aunque lo sienta demasiado, muy maduro, es algo que no sabe como describir.
El pequeño omega salió de su escondite y se mostró ante él, algo cohibido y sonrosado; bien había optado su madre en no colocarle rubor. Inmediatamente el alfa llevó toda su atención a él, le dio un rápido vistazo para no incomodar al omega y se inclinó para tomar su mano y besarla, mano que tomó sin ningún problema, rápidamente sacó del bolsillo de su gabardina una cajita pequeña y la colocó sobre la palma extendida del omega atento.
Jungkook solo miró como el mismo alfa abrió la caja y saco de ella un pulso brillante y delgado, precioso.— No es tan bonito como tú. Espero te guste, es oro rosa.
— Gracias. – agradeció y asintió sin poder decir algo más, rápido alejó su mano temblorosa y la llevó con su padre, indicándole que le colocara el brazalete.
— Muy atento de tu parte, Taehyung pero pasa por favor.
Los omegas se hicieron a un lado dejando pasar por delante primero a los dos alfas, ambos dejando rastro de sus feromonas en el aire. Jungkook tosió apenado cubriéndose con la mano; toleraba los aromas fuertes y abrumadores de los alfas por los de su sangre más no los ajenos y ese alfa tenía el aroma más pesado que había olido su omega.
— Vamos, bebé. — su madre entrelazó su brazo con el de él y caminaron juntos detrás de los alfas. — guapo ¿cierto? — susurró.
— Sí. — respondió, no tan seguro como antes. — es... de respetar. — Jungkook buscó la palabra adecuada para describirlo, respetable era una y la más correcta para decir en voz alta.
— Ya que estamos todos aquí presentes. Taehyung, tengo el honor de presentarte a mi único hijo, Jungkook, nuestro más preciado tesoro.
El omega se quiso hacer chiquito en su lugar cuando sintió la penetrante mirada del alfa en él, se sentía un poco apenado y trató de restarle importancia cuando sintió la mano de su madre sobre la suya, gritándole con la mirada que hiciera algo, algo que Jungkook entendió como sonreírle dulcemente al alfa, estaba abochornado, se sentía muy apenado, como si fuera un pastel a punto de ser comido.
Jungkook así lo hizo, brincó en su lugar cuando sus padres se miraron entre si y su madre chilló, aplaudiendo por lo bajo.
— ¿Acaso no es tierno nuestro pequeño, Jungkook?
— Lo es. — dijo el alfa quitando la mirada del omega, con el tono sobrio como al principio.
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housewife. tk
Fiksi PenggemarJungkook debe de ser un buen esposo y omega ejemplar para Kim Taehyung, el alfa puro y mayor con quién ha sido comprometido para mejorar el linaje. omegaverse. mpreg. age gap. contenido adulto. estereotipos. alteración de altura. alfa tae. omega k...