Cuatro.

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Entonces los remordimientos comenzaron a caer como gotas, una tras otra, él que siempre ha creído en la familia como la madre luna la creo, ¿por qué estaba a punto de casarse en una mentira? la conciencia lo mataba, no podía ser un mentiroso atrevido para decir que lo amaba, sí, creía llegar a poder hacerlo pero aún no, no ahora cuando estaba aceptando esto por los demás y no por si mismo.

Los votos de un matrimonio eran sagrados, iba a jurarle amor eterno frente a un montón de personas ¿los estaría engañando? no podía más con esto, solo quería saltarse la parte en donde tendría que lamentablemente fingir que era un omega enamorado y feliz por su nuevo enlace.

Su sueño siempre había sido casarse y aún lo es y no saben cuál feliz está por haber tenido la suerte de ser emparejado con un alfa con poder en la sociedad y para nada desagradable, entonces, ¿por qué no se terminaba de sentir conforme? ¿qué era eso que tanta intriga le causaba?

Jungkook suspiró tragando fuerte, su garganta ardía y el agua no le calmaba ese malestar, estaba a horas de presentarse en el lugar donde se llevaría a cabo la unión y celebración, ya no tenía más tiempo para ponerse a resplandecer sus reprimidos sentimientos, se miró una vez más al espejo y trató de sonreír tragándose ese nudo que le ha lastimado toda la mañana.

Solo faltaba su dulce sonrisa para que su presencia brillara, estaba lleno de brillos, la joyería que traía puesta resplandecía con la luz del lugar y estaba seguro que lo haría más en el sol del exterior, su cabello tenía algo que lo mantenía arreglado en suaves ondas, adornado con una corona de flores. Entre todo los aromas del cerrado lugar el que más destacaba era el suyo, llegando a un tono amargo y transmitiendo agobio que nadie parecía notar.

— Vamos, Kook. — con un estruendoso golpe la multitud de omegas entró a la habitación, borrando con sus aromas el del omega triste. — ¡Te ves tan hermoso, por la diosa luna! — decían tomándole miles de fotografías con sus celulares, ya ansiaban llenar sus redes sociales con miles de fotos.

— Vamos, llegó el chofer que nos llevará.

El omega pudo sonreír un poco, olvidando su pesar de conciencia por un largo rato en el cual se entretuvo escuchando las bromas pesadas de sus primas y algunas amigas que iban con él al lugar del evento, algunas mencionando chistes de doble sentido sobre él y el alfa, por dios, era lo que menos quería escuchar.

— ¡Por la diosa! ¡Miren este lugar, ha quedado precioso!

— ¡Espero que mi boda sea igual de hermosa!

— ¡Es un sueño esto!

Quedó admirado en la belleza del lugar, se había acordado en que la ceremonia se realizaría en el mismo lugar donde sería el convivio, al aire libre, en un jardín plano con una laguna al fondo donde nadaban varios patos y uno que otro cisne, la tarde no tardaría en caer y el fondo sería un espectáculo calculado para la hora de la foto donde el alfa tendría que colocarle el anillo.

La entrada estaba tupida de arreglos florales al igual que los árboles donde colgaban candelabros con luces, al rededor de todo el camino de la entrada estaban colocadas las mesas llegando hasta el final donde un arco con flores esperaba por lo novios, Jungkook se mordió los labios al pensar lo que había costado todo eso sin contar con todo el personal en el lugar y las barras con bocadillos que estaban cerca de la fuente.

Cuando llegó al lugar, todos sus más cercanos conocidos se acercaron a felicitarlo, deseándole lo mejor para su matrimonio, dándole besos y abrazos, algunos lloraban, algunos le decían lo afortunado que estaba siendo, Jungkook solo podía agradecer apenado, con una linda sonrisa, si todas esas personas eran pocas no quería ni imaginar lo que sería mucho.

housewife. tkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora