Así pasó un mes en el que Taehyung los visitaba todos los días sin falta, siempre en el mismo horario, siempre llevándole un obsequio más lujoso que el anterior, luciendo esos trajes impecables de las telas más finas y lujosas, con un reloj brillante y unos cuantos anillos, muy reservado en lo que hablaba, con una seriedad que cautivaba a su familia queriendo saber más y mas de él, todos los movimientos o cosas que hacía lo dejaba pasmado, anonado, podía comenzar a vivir con él sin reprocharle nada, era un hombre cuidadoso, sin muchos gestos, elegante y sumamente dominante o eso lograba notar Jungkook quien solo miraba y escuchaba a sus padres hablar con él, las veces que intercambio palabras con el señor Kim fueron contadas y torpes.
Recuerda la primera semana en la cual Taehyung le llevó un par de aretes largos con unas grandes piedras brillantes, seguramente oro, plata e incrustaciones de diamantes, Jungkook le agradeció apenado con una reverencia y no dijo nada, su madre lo miró insinuándose que actuara, Jungkook sin saber que hacer se paró de puntillas y con dificultad le dejó un beso en los pómulos, estaba temblando, colorado y no por rubor, había manchado al alfa con labial, cosa que causó gracia a sus padres pero no a él.
En la siguiente semana Jungkook seguía apenado por aquella simple cosa, no podía mantener la mirada en alto sin sonrojarse o liberar unas cuantas feromonas que lo delataban ante los alfas de la casa, para esa semana, Taehyung le habría obsequiado un precioso collar de perlas y por primera vez le regaló una sonrisa junto al obsequio, cosa que al omega le hizo olvidar todo; tenía una sonrisa hermosa, una muy diferente a su persona que gritaba dominación en todo su esplendor. Fue una sonrisa que le transmitió un montón de sentimientos aunque estos fueran falsos; para esa última semana ya se comenzaba a hablar sobre una futura boda.
Todos estaban de acuerdo, incluso él que muy para sus adentros prefería casarse con un alfa así que con cualquier otro, él era un omega fuerte, dispuesto a cualquier cosa con tal de tener un matrimonio feliz, podía aprender a lidiar con el agrio ánimo del alfa y ambos podrían llegar a amarse con el pasar de los días, incluso perder el pudor y dejar de cohibirse ante su simple presencia, sin dejar la sumisión de lado que era algo que siempre tenía presente para poder congeniar con un alfa. Sus padres le han conseguido un alfa ejemplar y no lo podría rechazar tan fácil.
No iba a mentir, era atrayente, tenía todo lo que un omega podía buscar en un alfa; era alto (demasiado), delgado, con una armonía corporal justa, buen porte, buena imagen, buenos modales, mirada que te tiene a sus pies y Jungkook ya no tiene dudas sobre la posición económica que tiene.
— ¡Excelente! entre más pronto mejor, contrataré a todo el personal que sea necesario para que el día de la ceremonia no falte nada.
— Taehyung solo que no puedo creer que la boda sea tan pequeña, quiero decir, hemos esperado demasiado para esto y...
— Más es menos, me parece mejor que sea algo familiar, mi círculo social más cercano es pequeño y por mi parte prefiero ser reservado en este aspecto, además, he notado que Jungkook es muy tímido, que el día de su boda lo agobien no me parece lo correcto. — culminó, sin dejar más dudas sobre lo que él quería, ya había hablado y no lo harían cambiar de opinión, todos asintieron quedándose callados.
— A mi me parece bien, mujer, nuestro pequeño Jungkook es muy tímido y no necesita sentirse asustado el día de su boda.
— Esta bien, cariño, eso si, quiero que Jungkook lleve las mejores flores ese día.
— Sí mujer, si, estoy seguro que todos queremos eso ¿no es así, Taehyung?
— Así es.
Por su parte, Jungkook no opinó nada, solo asentía a lo que decía su prometido, sonrojándose cada vez que lo miraba, bajando la mirada al suelo de inmediato.
— No se que les parece mejor, que le de mi tarjeta a Jungkook o que mande personal para cada cosa que necesiten, yo estaré a cargo del personal.
— Señor Kim, no es necesario que usted nos de más cosas, ya me ha dado suficiente, por favor. — habló el omega, alegrando al alfa de escucharlo por primera vez en toda la tarde.
— Claro que lo es, Jungkook, voy a ser tu alfa por lo tanto es mi deber darte todo lo que necesites.
"Pero yo no necesito un montón de collares con el valor aproximado de un auto"
— Esta bien, señor Kim. — asintió muriéndose de vergüenza, junto sus piernas y jugó con sus dedos sobre ellas, pensando en otras cosas que no fuera ese reproche.
¿Cómo tomaría sus manos en el altar para aceptarlo como su esposo si no podía siquiera mantener una conversación con él?
— ¿Entonces te vemos mañana Taehyung?
— Muy poco probable, tengo que organizar mi agenda para toda esta semana y tener libre la siguiente, si necesitan algo no duden en llamarme, ahora con su permiso me tengo que retirar, ¿Jungkook?
— ¿Si?
— ¿Podrías acompañarme?
— Esta bien. — Jungkook asintió varias veces seguidas, secó sus manos sudorosas con su pantalón y siguió al alfa por detrás.
Taehyung abrió la puerta de la entrada y dejó pasar al omega primero, deteniéndose sacó su cartera de su bolsillo trasero y en ella buscó su tarjeta la cual entregó al omega.
— Toma, no me respondieron, te daré mi tarjeta y mandaré personal que los ayude con los preparativos, puedes usarla para lo que quieras, no tiene un límite... Y no me digas que no la vas a necesitar, es enserio.
— Esta bien. — Jungkook aceptó la tarjeta casi por obligación ante la atenta mirada sobre él, no dijo nada más sobre eso para no molestar al alfa. — gracias, señor Kim.
— Ahora, dame un beso. — Jungkook entró en pánico, no podía decirle que no pero tampoco sabía cómo hacer eso, nunca había besado y el beso que el señor Kim le pedía era en los labios por seguro. Jungkook lo miró sin entender, ¿se estaba riendo? ¿no estaba enojado con él? — lo se, Jungkook, no te estoy pidiendo un beso en los labios.
Torpemente Jungkook se paró de puntillas y le dio un rápido pico en las mejillas, ansioso de saber que seguía.
— Perdón, señor.
— No hay nada que perdonar, esta vez no me has manchado de labial y Jungkook...
— ¿Sí?
— Deja de tenerme miedo, vas a ser mi esposo no mi presa, vamos a vivir juntos por lo tanto tendremos que acostumbrarnos a nuestra presencia. Que tengas buenas noches. — Taehyung se acercó a él, logrando oler su cabello, besó su frente y se retiró sin mirar atrás, rodeando su camioneta.
Jungkook se quedo ahí, mirándolo irse y como detrás de su camioneta iban las otra que siempre lo acompañaban.

ESTÁS LEYENDO
housewife. tk
Teen FictionJungkook, un joven omega criado en una familia que valora las antiguas tradiciones, ha sido preparado toda su vida para ser el compañero ideal de un alfa. Su destino está sellado: convertirse en un esposo sumiso, ejemplar y dedicado, capaz de asegur...