Ha pasado una semana realmente agotadora, no físicamente porque no hace más que pasearse entre cada lugar de la casa y asomarse de vez en cuando en el jardín triste por sus pensamientos. Jungkook lleva una semana tratando de ir al compás de la vida monótona del alfa, ha tratado de despedirlo en la mañanas cuando está por salir a la cochera pero no se atreve a molestarlo, ha tratado de recibirlo de otra manera en la que no lo lleve a encerrarse en ese cuarto por horas donde solo lo ve salir para cenar o para subir a su habitación con un "buenas noches" de por medio.
Son pocas las palabras que intercambian en el transcurso del día, no comparte la mesa con él ni alguna ninguna actividad que los haga convivir como pareja en algún momento, en palabras simples; no hacen nada juntos, creería que Taehyung esta evitándolo si no fuera por los regalos que le sigue dejando en la mesa del comedor con una nota que siempre tiene escrito lo mismo.
Jungkook no se siente con ánimos para salir, no ha visto a sus padres desde la boda y mucho menos ha abierto la mitad de los regalos, nadie se ha interesado en visitarlo y cree que se debe al pensar sobre que estaría ocupado en su nido de amor.
Es consciente del tipo de hombre con el que se ha casado, sabe que es trabajador y dedica mucho tiempo a su empresa, sabe que carga con el peso de llevar todo un corporativo y entiende que no puede estar con él todo el día pero sin tan solo le dedicará unos segundos de esos que usa para encerrarse en aquella habitación, él sería más feliz, no lo ha tocado ni lo ha besado y eso le causa rechazo a su omega.
Si la situación seguía así su omega no tardaría en aullar por auxilio o rogar por el alfa y Jungkook no quería eso, no quería sentirse mas débil mostrándose así ante el alfa cuando debería de estar feliz por vivir con un hombre como él.
Jungkook se muerde los labios cuando se asoma por las escaleras que van hacia los cuartos, la casa está vacía o eso cree él, las luces están encendidas al igual que el aire acondicionado por lo que siente frío, son casi las seis de la tarde y Taehyung no tardará en llegar.
El omega trata de peinar su cabello con ayuda de sus dedos y acomoda su ropa, esta será la primera vez en la que usa un pijama demasiado corto para su gusto, sus lechosos y gruesos muslos están exhibiéndose esperando por el alfa. La puerta principal suena y Jungkook sabe que es él, no puede verlo desde las escaleras así que baja los escalones y mira hacia los lados sin ver a donde fue.
— ¿Jungkook? — el omega brinca del susto y busca al alfa. — ¿qué haces? — el alfa vuelve a llamar y Jungkook mira la sala buscándolo con la mirada.
El alfa esta en la licorera detrás de la mesa de granito que está instalada por la entrada, Taehyung lo mira esperando respuesta, se quita el saco y se arremanga la camisa sirviéndose un poco de su whiskey favorito.
— Te he hablado, Jungkook, ¿qué haces? — el alfa habla más fuerte y Jungkook tiene que acercarse para responder si no quiere dejar en evidencia su nerviosismo.
— Señor, lo estaba esperando. — logra decir sin torpeza más no lo suficientemente duro y firme para desconcertar al alfa de la acción.
Taehyung se toma el alcohol de un sorbo y mira atentamente al omega, deteniéndose unos segundos para mirar sus carnosos muslos y el hecho de que está descalzo por alguna extraña razón.
— ¿No tienes frío? el piso está frío, Jungkook, ponte sandalias si no quieres enfermar.
— Amm, si. — el omega se relame los labios e ignora lo que acaba de decir su alfa, claro que está muriendo de frío pero se esta esforzando. — señor.
— Dime, Jungkook.
Taehyung lo mira expectante poniéndolo nervioso, sale detrás de la mesa y se acerca al omega que lo ve retroceder, quiere reír de lo tierno y torpe que es tratando de llamar su atención.
El alfa no esperó ver una reacción así del omega, Jungkook agacha la cabeza y comienza a hipear mientras varias lágrimas comienza a salir, Jungkook hace puño sus manos y comienza a secar sus lágrimas sin poder parar, su naricita se frunce y se pone roja, su aroma se expande en el lugar por encima del otro.
— ¿Por qué lloras, bonito? — Taehyung tiene que actuar y suavizar su voz para hablarle, pasa un brazo por su espalda y lo acerca contra su pecho tratándolo de calmar con feromonas, diosa, que ha hecho.
— P-perdón, señor.
Jungkook controla un poco su llanto al sentir el calor de su esposo cerca, olía delicioso, desea estar siempre cerca de él lleno de su olor, su omega esta tan sensible que el simple tacto de su cabeza contra la ropa del alfa le alivia ese malestar.
— Está bien, ven a sentarte. — aún pegado a él, Taehyung lo lleva hasta la sala y lo sienta en el sofá a su lado, Jungkook se separa lentamente y lo mira con sus ojos brillantes, sus labios fruncidos. — ¿tu celo está cerca?
Jungkook sorbió su nariz y lagrimeó un poco más antes de responder, no tenía ningún celo pronosticado hasta los próximos tres meses.
El menor había olvidado por completo el ciclo de su próximo celo.— N-no.
Taehyung asintió y prefirió no preguntar más acerca de aquello, lidiar con el omega en celo sería un tema serio. Dejó que el omega se acercara a acurrucarse contra su pecho casi quedando encima de él, se recostó en el sofá en el silencio de la casa, solo escuchando al omega moquear.
Se ha quedado con la incógnita de la duda del omega, mientras mira el candelabro en el techo recuerda a sus suegros mencionar que el omega era muy sensible, cosa que él había ignorado hasta el momento.
No entiende, ha pedido lo mejor para su omega, tiene a completa disposición cualquier lujo innecesario que desee tan fácil como tronarle los dedos a cualquier empleado del hogar, está viviendo como un príncipe y ahora está llorando por algo tan banal e insignificante, ¿cuál era el problema?
— ¿Te han tratado mal? si es así puedes decirlo y me encargaré de eso.
— Hmm, no. — Jungkook despegó su cabeza del pecho del hombre y lo miró desde la barbilla negando.
— Jungkook, entiendo que este cambio para ti sea duro porque para mi también lo es pero no puedes estar llorando por cosas insignificantes. — Taehyung sostuvo su mentón admirando la belleza del omega que ahora había fruncido las cejas abriendo un poco su boquita rosa. — se que estás muriendo de frío y no comprendo el porqué estás usando esos short tan cortos así que sube y ponte unos pantalones. — soltó su mentón y se levantó esperando que el omega enseguida hiciera lo mismo cumpliendo su orden.
— Está bien, señor. — Jungkook se levantó y bajó la cabeza pidiendo disculpas, el alfa asintió con un movimiento de cabeza y estiró su mano indicándole al omega que caminara. — buenas noches, alfa.
— Buenas noches.
Jungkook dejó atrás al alfa pasando entre las plantas altas que estaban antes de atravesar el camino hacia las escaleras y subió tambaleándose, se sentía tan mal, tan tonto, seguía siendo un niño llorón, como podía mostrarse así ante su alfa que era un hombre completamente maduro a su lado.
El omega entró llorando a su habitación y cerró la puerta sin la necesidad de colocar el seguro, nadie se atrevería a pisar su habitación sin tocar antes, fue hasta su cama dejándose caer en ella, se hizo bolita entre las cobijas y cuando menos se dio cuenta cayó dormido volviéndose un triste conejito pomposo.

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housewife. tk
Teen FictionJungkook, un joven omega criado en una familia que valora las antiguas tradiciones, ha sido preparado toda su vida para ser el compañero ideal de un alfa. Su destino está sellado: convertirse en un esposo sumiso, ejemplar y dedicado, capaz de asegur...