Omegacember || Kurodachi

Día 2. Voz

Voz (Sensorial)

La voz de un alfa u omega puede ser relajante, es por ello que Adachi Kiyoshi disfruta de la voz de Kurosawa Yuichi y el efecto que causa en él.

Sudor y lágrimas recorrían su cara. Encendió una lámpara y tomó un sorbo de agua del vaso que previamente había dejado en la mesa junto a su cama. Una pesadilla había interrumpido su merecido descanso, por inercia volteó a ver hacia al lado de su cama que se encontraba vacío esa noche.

—Kurosawa—extrañaba a su esposo, pero sabía que el viaje de la empresa era muy importante y no podía negarse como en otras ocasiones.

Un suspiro resignado escapó de sus labios, usualmente dormía entre los brazos de Kurosawa y cuando una pesadilla lo atormentaba, cosa que en rara ocasión ocurría, su alfa estaba dispuesto a calmarlo con suaves susurros asegurándole que todo estaría bien y que se encontraba junto a él. Al no tenerlo a su lado esta vez, optó por acariciar su vientre, su cachorro ya era notable y se encontraba inquieto en ese momento, lo aludía a la forma abrupta en la que se despertó y el como su corazón aún tenía un ritmo acelerado.

Recordó lo que Kurosawa alguna vez le había mencionado—Nuestro cachorro no puede distinguir sus sentimientos de los tuyos, por ello debo mantenerte feliz, para que su desarrollo no se vea afectado—aún recuerda la sonrisa con que se lo dijo y el como sus labios se posaron delicadamente sobre su frente.

A pesar de que no quería ser embargado por emociones negativas, para no poner en riesgo a su cachrorro tal y como le había dicho Kurosawa, no podía evitarlo. Revisó su última conversación con su esposo en busca de calmarse.

—Buenas noches Adachi—se reproducía una y otra vez en su celular, sin embargo, no bastaba para calmar a su omega y cachorro.

Estaba a punto de salir de su habitación para despejarse, pero un ruido proveniente de su teléfono atrajo su atención, revisó el dispositivo y era su alfa quien lo llamaba.

—¿Adachi? ¿Está todo bien contigo y nuestro cachorro? —

Sentía las lágrimas que estaban a punto de salir, no sabía que ocurría con él, pero necesitaba escuchar más de la voz de su alfa.

—¿Adachi? ¿Estás ahí? —preguntó con un leve nerviosismo al no escuchar respuesta por parte de su omega al otro lado de la línea.

—Estoy aquí Kurosawa—contestó lentamente tratando de sonar tranquilo.

—¿Te encuentras bien? —preguntó nuevamente al no recibir respuesta a ello.

—E-estoy bien—mintió para no preocupar al alfa.

—Kiyoshi...—un suspiro por parte del alfa se escuchó en respuesta.

—¿Cómo sabías que necesitaba escucharte...?—

—Sentí tu angustia a través del lazo—

Había olvidado ese pequeño detalle, tanto su bebé como su alfa podían sentir las emociones que lo embargaban a él.

—¿Por qué no me llamaste, Adachi? Yo estoy más que encantado de hacerte compañia—se escuchaba el tono de reproche, pero más que eso la preocupación que sentía porque se encontrará estable y seguro.

—No quería molestarte a esta hora, debes estar cansado—

No quería molestarlo con sueños que no tenían justificación alguna, con escenarios que sabía nunca ocurrirían, porque el simple hecho de dudar de Kurosawa no tenía fundamento alguno.

—Nunca estaré cansado para tí omega...no importa la hora, yo estoy  dispuesto para tí en cualquier momento—podía imaginar la sonrisa con la que expresó sus palabras y claramente no pasó desapercibido el hecho de que usó la voz de su alfa para calmarlo.

Kurosawa comúnmente no hacía uso de su voz de alfa, pero desde que descubrió que era un calmante efectivo para su pareja hacia uso de ella cada que era necesario, así como en esta ocasión.

—Gracias...alfa—

Sabía que hacer uso de ella implicaba que de cierta manera comprendía lo que ocurría con él, comprendía las dudas que surgían en él sin la necesidad de formularlas y agradecía el hecho de que en lugar de molestarse lo reconfortara.

—No tienes que agradecer nada, es mi deber como tu esposo y tu alfa el velar por tu bienestar y por el de nuestro cachorro—

—Lo sé—expresó más animado—y nuestro cachorro también lo sabe—dijo mientras acariciaba el sitió donde su bebé había pateado. Al parecer la voz de su alfa no solamente era relajante para él, pues su pequeño se calmó al escuchar la voz de su padre por el altavoz.

Claramente Kurosawa es ese lugar seguro al que él y su cachorro pueden recurrir sin importar la hora y el lugar, pues cada día se empeña en demostrarselo con cada una de sus acciones.

Día 2 listo

Es algo corto, pero realmente no se me ocurría algo más que está pequeña escena entre Adachi y Kurosawa. Espero les haya gustado y trataré de ponerme al corriente con los días que no he cumplido.
Al terminar el reto revisaré cada uno de los días y puede que arregle cuestiones como coherencia y ortografía.