Día 22. Nido

446 34 0
                                    

Nido (Cortejo + responsabilidad sexual)

Igual que en la naturaleza, los omegas tienden a crear su espacio de confort. Su compañero puede proveerle objetos o construirlo juntos.
Continuación de Día 21. Púas en la lengua.

—Este patrón será del agrado de Kiyoshi

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Este patrón será del agrado de Kiyoshi.

Examinó con sumo cuidado la tela, sintiendo la textura de esta y la calidad que se podía observar a simple vista. Una vez estuvo satisfecho con lo que percibía, hizo una seña a su sirviente indicando que lo llevaría.

—Gracias por su generosidad Alteza—agradeció el vendedor con una reverencia.

Se encontraba fuera del Reino desde hace una semana, necesitaba renovar el tratado de paz con los poblados del Norte y en esa ocasión Adachi había preferido quedarse en casa por si ocurría algún imprevisto, cabe destacar, que la espera de su primogénito le había imposibilitado el acompañarle.

Kurosawa ya había realizado todos los asuntos de carácter político y simplemente estaba buscando obsequios para su omega antes de partir rumbo a su hogar.

—Veremos unos cuantos puestos más y partiremos luego de eso—indicó a sus soldados y sirvientes, quienes asintieron ante lo dicho por su ahora Rey.

En cada viaje que realizaban era costumbre para su servidumbre acompañar a Kurosawa a buscar algún regalo para su esposo. Este hecho se había regado como pólvora entre los pobladores, tanto así que cada Reino vecino había adoptado la costumbre de llevar un obsequio al omega en señal de respeto por el alfa, siendo aceptado con gusto por el mayor.

—Mis más sinceros saludos Alteza. Hemos traído unas cuantas prendas de seda producida por nuestros mejores sericicultores—explicó el Rey del Sur en su visita anual, acompañado de su consorte.

La mesa había sido servida con los mejores platillos, desde pescado fresco hasta fruta traída del campo, ambas parejas disfrutaban de la despejada noche de primavera, mientras compartían los obsequios que habían preparado como intercambio.

Adachi observaba con curiosidad cada objeto que le habían llevado a Kurosawa, quien se encontraba más interesado en sentir como su hijo golpeaba levemente el lugar donde había posado su mano al rodear la cintura del omega.

Después de haber probado la dicha y el placer de sentir a su pareja junto a él, no había nada que a Kurosawa le provocara felicidad, nada que no fuera Kiyoshi y su hijo nonato.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Omegacember || KurodachiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora