Día 20. Cuello

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Cuello (Deseo)

Los alfas o betas suelen morder a sus parejas para marcarlas, así que el cuello adquiere connotaciones sensuales o sexuales como el pecho, cintura o muslos en nuestra sociedad.

—¿Seguro que no quieres entrar?

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—¿Seguro que no quieres entrar?

—Estaré bien. Necesito tomar algo de aire fresco—aseguró Adachi con una suave sonrisa. 

—Lo entiendo. Esperame aquí, mientras busco un nuevo collar para tí. 

Kurosawa ingresó a la tienda, sabía que cuando Adachi quería estar solo, debía de darle su espacio y eso lo agradecía el omega. El que supiera lo que necesitaba sin tener que decírselo en palabras, Adachi lo apreciaba en demasía. 

Pasó su mirada por los alrededores en busca de distracción, un espejo de agua reflejaba la luz de la tarde, causando un brillo especial que le daba una sensación de misticismo al momento. El aire movía sus cabellos negros, llevando consigo unas cuantas hojas caídas de los árboles, producto del otoño. Se abrazó a sí mismo tratando de proporcionarse algo de calor, y se ajustó la bufanda para que cubriera sus frías mejillas.

Suaves gemidos captaron su atención, se movió del lugar intentando localizar de donde provenían. Un callejón sucio y desolado fue lo que observó, dudó en entrar, pero las bolsas de basura que se movían llamaron su atención. 

Movió con su pie una bolsa tratando de ver que era lo que se ocultaba debajo. Unas pequeñas orejas que temblaban se asomaron lentamente. 

—Oh. Es posible que te hayan dejado aquí. 

Le parecía lamentable encontrar a un cachorro en la basura. No imaginaba la clase de persona que era capaz de dejar atado a un ser tan indefenso en esa época tan fría. 

Estiró su mano tratando de tocar al cachorro, pero un gruñido es lo que obtuvo como respuesta. 

—Entiendo, entiendo. Estás asustado. Tal vez no han sido amables contigo, bueno, viendo la situación está más que claro, pero sólo quiero ayudarte. Déjame llevarte a casa y te prometo que todo mejorará. 

Tal vez era inútil razonar con un can, tal vez lo era, pero no perdía nada con intentarlo. No se movió de su sitio, ni tampoco habló con fuerza. Dejó que el pequeño lo analizara y finalmente se acercara por voluntad propia. 

—Eso es, ven acá. Estoy seguro que Kurosawa estará encantado contigo—dijo con una sonrisa mientras envolvía al cachorro con su bufanda. 

Nunca había hablado con el alfa sobre adoptar alguna mascota, es más no estaba en sus planes hacerlo, pero estaba seguro que Kurosawa no le negaría un hogar al cachorro. Aún así, si obtenía una negativa, cosa que dudaba, no basta más que sonreír para el alfa y de esa forma obtener lo que desea.

Omegacember || KurodachiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora