Día 19. Celo alfa

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Celo alfa (Deseo + responsabilidad sexual)

Un torbellino de energía sexual, listo para anudar y fecundar.

↝Mención de contenido sexual.

La tranquilidad de la tarde contrastaba con la desesperación que estaba sintiendo Kurosawa en ese momento

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La tranquilidad de la tarde contrastaba con la desesperación que estaba sintiendo Kurosawa en ese momento. Se encontraba comiendo junto a Adachi como todas las veces que tenían un espacio libre en la universidad.

—Kurosawa, ¿Qué te parece este...? —su pregunta quedó en el aire al observar las mejillas rojizas del alfa—¿Te sientes bien? Tienes fiebre—mencionó luego de posar su mano en la frente del alfa.

—Tal vez estoy a punto de tener un resfriado—mencionó.

Estaba recogiendo sus pertenencias cuando un escalofrío recorrió su cuerpo.

—Adachi...debo ir rápido a mi casa...creo que mi celo está por llegar—soltó con preocupación.

Era bastante cuidadoso con las fechas, pero últimamente había estado demasiado ocupado, por lo que lo olvidó por completo.

—Entonces debemos apresurarnos, te acompañaré a tu casa—.

—No creo que sea buena idea...—.

—Soy un beta, estaré bien, tus feromonas no me afectarán—aseguró.

—Pero...—.

—No te preocupes, además no puedo dejar que vayas solo en este estado—.

Sin más que decir Adachi tomó sus pertenencias junto a las de Kurosawa, ignorando cualquier protesta que tuviera el alfa.

El camino había sido tranquilo, más allá de la temperatura elevada en el cuerpo de Kurosawa, el celo no había atacado con la intensidad que solía hacerlo.

—¿Dónde están tus llaves? —preguntó Adachi.

—En mi bolso...en el compartimiento delantero—soltó con lentitud apoyándose en la pared.

Adachi siguió lo indicado, encontrando las llaves y ayudando a Kurosawa a ingresar a su hogar una vez abrió la puerta.

—Señores Kurosawa, Mari—llamó Adachi—creo que no están—suspiró.

—Adachi llévame a mi habitación...por favor—pidió.

El mencionado tomó a Kurosawa por la cintura haciendo que apoyara su cuerpo en él para ayudarlo a subir. Una vez lo acostó en su cama fue en busca de un supresor para el mayor.

—Toma—le indicó.

El alfa hizo caso a ello, sintiéndose más relajado al estar en un ambiente seguro.

—Gracias—.

—No hay de que...es lo menos que puedo hacer por todas la veces que me has ayudado—dijo con una pequeña sonrisa en su rostro.

Omegacember || KurodachiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora