Pareja: Kurosawa Yuichi X Adachi Kiyoshi (Cherry Magic)
Au: Omegaverse
Advertencia: faltas de ortografía serán corregidas al final. Cada capítulo cuenta con las advertencias necesarias, si así lo requiere.
#Esdefanfics propuso el reto Omegacember...
Kurosawa siempre ha presenciado cómo su hermana Mari recibe y también da presentes por San Valentín y a sus cortos cuatro años de edad por primera vez esta decidido a entregar chocolates a alguien.
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Uno, dos, tres golpeteos dió con su lápiz, no podía concentrase en su tarea al sentir el olor a chocolate que provenía de la cocina, su madre estaba junto a él así que no era ella la que preparaba algún postre, se levantó del suelo dejando su cuaderno a un lado dispuesto a saber quien distraía a su pancita con el olor a chocolate. Ingresó a la cocina y solamente pudo ver cómo su hermana tenía muchos tazones y trozos de chocolate en el mesón, tal vez si le sonreía podría darle un pedacito.
—¿Qué haces hermana? —preguntó Kurosawa interesado en lo que Mari estaba haciendo.
—Oh, Yuichi, hago chocolates para el día de San Valentín—explicó mientras buscaba los utensilios que necesitaría.
—¿Qué es San Palentín? —.
—San Va-len-tín—dijo despacio para que escuchará la forma correcta de pronunciarlo—es un día para regalar chocolates o dulces, por eso quiero hacer algunos—.
—¿Por qué? —preguntó tratando de subir a un banco para alcanzar a ver todo lo que su hermana hacía.
—Porque quiero llevarles un presente a mis amigos—.
—¿A tus amigos? —dijo, mientras desistía de subir al banco, era muy alto para él.
—Sí, a mis amigos—.
—¿Por qué? —.
—Porque los quiero mucho—explicó pacientemente, la edad de los por qué, ya se la había explicado su madre.
—Entonces...si quiero mucho a un amigo ¿debo darle chocolates para San Valentín? —si eso era así podía llevarle algunos a Adachi.
Su nuevo amigo había sido muy amable con él, compartía su manta a la hora de la siesta, le gustaba jugar con él, además siempre comían sus meriendas juntos.
—Si tu quieres puedes llevarle algunos a tus amigos—dijo Mari—¿Quieres ayudarme a prepararlos? —.
—¿¡¿En serio puedo ayudar hermana?!? —preguntó más que emocionado por hacer algo tan complicado como cocinar.
—Por supuesto, ven te pondré un delantal—.
Kurosawa camino apresurado hacia su hermana dispuesto a seguir sus indicaciones y hacer lo mejor en la cocina como el niño grande que era.
A pesar de sentirse como todo un adulto, el delantal cubriendo hasta sus pies no ayudaba a reflejar esa imagen de madurez que Yuichi imaginaba en su mente de cuatro años. Mari simplemente podía reírse disimuladamente ante la apariencia de su hermano menor, no rompería su ilusión así que no hizo mención de nada.
