El burro, asno, jumento, borrico o pollino (Equus africanus asinus) es un animal doméstico de la familia de los équidos. Los ancestros salvajes africanos de los burros fueron domesticados por primera vez a principios del VII milenio a. C., dos siglos antes que los caballos de Eurasia, y desde entonces han sido utilizados por el ser humano como animales de carga y como cabalgadura. La aparición de la maquinaria agrícola ha supuesto un descenso considerable en sus poblaciones.
ETIMOLOGÍA
La palabra Asno procede del término que designa a este animal en latín: asinus, y que también es la usada en su nombre científico para designar a la subespecie doméstica. Los términos, también latinos, que designan a su género y especie, Equus africanus, significan literalmente caballo africano.
La palabra burro o borrico son derivados del latín tardío burricus, que significaba «caballo pequeño», mientras que caballus era un caballo castrado usado para tirar o cargar. Desde el siglo I, aunque asinus seguía siendo el nombre de la especie y del asno garañón para procrear, el asno vulgar de trabajo recibía normalmente en latín el nombre de asellus.
DESCRIPCIÓN
Varían considerablemente de tamaño. La mayoría de los burros domésticos tienen una talla que oscila entre 0,9 y 1,4 m hasta la cruz, aunque hay variedades mayores como las razas andaluza-cordobesa, y zamorano-leonesa (que puede superar los 1,6 m), y el burro mamut (cuyo individuo más grande llegó a medir 1,73 m).
Son más longevos que los caballos, llegando a vivir hasta los cuarenta años. Alcanzan la madurez sexual entre los dos y los dos años y medio. El apareamiento puede producirse en cualquier época del año, aunque generalmente se produce durante la primavera. La gestación dura entre doce y catorce meses, que producirá normalmente una sola cría, raramente dos, que será destetada cuando tenga entre seis y nueve meses.
Los burros se adaptaron para vivir en los márgenes de los desiertos, y como resultado de ello tienen características únicas entre los équidos. Los asnos salvajes viven separados unos de otros al contrario que los caballos y cebras, que viven en manadas. Los burros son capaces de emitir rebuznos a un volumen muy alto que les permite mantenerse en contacto a distancia, hasta los tres kilómetros. Sus largas orejas le sirven tanto para percibir mejor los sonidos como para poder disipar mejor su calor corporal.
Se defienden dando fuertes coces con sus patas traseras, cosa que siguen haciendo los domésticos cuando son importunados, y también pueden golpear con las patas delanteras y dar mordiscos.
ALIMENTACIÓN
Los burros tienen un sistema digestivo resistente, menos propenso a los cólicos que el de los caballos, lo que les permite consumir mayor diversidad de plantas y extraer agua del alimento de forma muy eficiente. En promedio los burros necesitan menor cantidad de alimento que los caballos de tamaño y peso equivalente; todo ello les permite vivir en zonas inaccesibles para sus parientes de nutrición más exigente.
Su dieta se compone de pastos, alfalfa, arbustos y variedades de plantas desérticas. Esto representa una alimentación herbívora muy rica en fibra.
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Reino de Animalia 2
FanfictionEn este segundo libro entregaré información de los distintos animales que conozca y llegue conocer.