Terror máximo

Arthur

Muchos saben que los sucesos más horribles y tenebrosos no necesariamente tienen que tener algo de paranormal, esto que les contare es real como la vida misma, sucedió en los años 90.

Muchos medios de comunicación la informaron, pero se hizo lo posible para que no saliera a la luz. Todo fue debido a que la naturaleza de lo que paso fue tan perverso, tan horroroso que hace que uno se replante su propia fe.

Trabajaba en un asilo para enfermos mentales, era un sitio muy grande, no era antiguo ni nada de eso, era bastante normal. Allí se encontraba un adolescente que intentó suicidarse varias veces, sus padres tenían mucho dinero así que lo internaron aquí con la promesa de que harían lo posible para mejorar el estado mental del chico.

Él se consigue a un amigo, una persona muy enferma, no se podría decir que realmente sea su amigo, pero hace lo que esperamos de nuestros amigos, lo escucha, lo escucha con mucha atención. El amigo parecía una persona con muchos problemas, a esos que la gente llama de mala forma retardado. Nosotros estábamos felices de que hubiera alguien que le prestara atención a este sujeto que es muy callado, le aseguraba a nuestro muchacho que no tiene ningún impedimento mental, es una persona que se la pasa en una esquina, totalmente callado, mirando hacia abajo y abrazándose así mismo.

Lamentablemente, los profesionales no saben casi nada de este sujeto, como los mismos pacientes, cuando alguien le habla lo único que hace es asentir con la cabeza de una manera mansa, nunca hace contacto visual, siempre mira al suelo. El chico que intentó suicidarse comenzó a hablarle todos los días, se desarrolló un lazo, por lo menos de parte del chico que si habla, es bastante narcisista porque le gusta hablar mucho de sí mismo, de esas personas que puede agobiar a los demás por hablar de sus problemas, de sus sueños, de sus anhelos, etc.

Había Encontrado a la persona perfecta, alguien que no habla ni contesta, solo asiente mansamente con la cabeza sin mirar a los ojos, viendo siempre al suelo. Él le cuenta su vida, todas las anécdotas, le habla más que a los doctores, estos están encantados porque este chico muestra una gran mejoría al tener a alguien que simplemente lo escuche, una especie de receptor eterno, tal es el caso que los ponen en la misma habitación.

Cuando el muchacho quiere desahogarse o cuando quiere hablar sobre las cosas que nunca quiso hacer, lo puede hacer con este muchacho que insisto solo asiente con la cabeza.

El muchacho no trato de suicidarse en más de 6 meses, se notaba una gran mejoría en él, por ciertas leyes que respecta a los sanatorios mentales, que la mayoría de los pacientes no están internados en contra de su voluntad, están internados por propia voluntad y este era el caso de este chico. Podía irse en cualquier momento, el día estaba cerca, pero lo había demorado porque le gustaba estar con su amigo, en el cual podía confiar y con el que hablaba muchas horas al día.

Entonces, decide hacer una campaña, una misión, poder convencer a los demás doctores de que este muchacho el cual tenía de nombre “Arthur”, que tiene una actitud muy parecida al autismo, pero que los doctores aseguran que no lo es, no debería estar allí tampoco, a simple vista se ve que no es una persona normal, pero no debería estar en un asilo.

Comienza entonces a hablar con el doctor todos los días, intentando convencerlo de que Arthur debería regresar a su casa, que no le hace bien estar en un sanatorio, que debería conocer el mundo, que quizás nunca podría abrirse al mundo, que nunca salga de su sí eterno. Habían desarrollado una relación muy hermosa, por lo menos el muchacho que hablaba mucho así lo sentía, que logró convencer al médico de cabecera, el hablo con la junta decidiendo que Arthur no tenía que estar más en este asilo, así que firmaron sus papeles de salida.

Le dieron un plazo de una semana más para estar en el sanatorio, pero que entonces lo tendrían que buscar forzosamente sus representantes, el muchacho sintió que cumplía una de sus mejores misiones personales en la vida. Antes de que Arthur se fuera, él no se fue un día antes esperando que su amigo se fuera primero, le hicieron una fiesta de despedida y todo. El muchacho le entrega un papel a Arthur donde está escrito su teléfono, su correo electrónico e incluso su dirección. También le dijo:
-Sé que nunca hablas, nunca te expresas, sé que la mayoría del tiempo estás en tu propio mundo, pero, significaría mucho para mí que algún día te manifestaras o te animaras a escribirme. –

Abrazo muy fuerte a Arthur y lo dejo ir, también se fue para su casa. Aquellos siguientes días fueron espectaculares, era como si nunca se hubiera tratado de suicidar. Una noche se va de fiesta, llega a eso de las 4 o 5 de la mañana, había bebido un poco, pero se podía mantener bien, no estaba completamente borracho.

Abre la puerta de su casa, el lugar está en completo silencio, algo extraño llama su atención, su madre, su padre y su hermana menor han sido asesinados. Se ven como simples cuerpos tirados en el suelo, pero él sabe muy bien quienes son a pesar de tener sus cráneos molidos a golpes por algún objeto pesado, los golpearon muchas veces sin parar, al punto de que el suelo era un rio de sangre.

Al muchacho le da un ataque de pánico, pero justo antes ve una figura conocida, allí en la oscuridad, se imaginarán quien era, era Arthur que lo único que hace cubierto de sangre ajena es acercarse lentamente al muchacho, extiende su brazo dándole en la mano el mismo papel que él le había entregado con sus datos personales, pero con un mensaje en la otra parte de la hoja escrito en una caligrafía muy básica:

“Todas las personas de las que siempre te quejaste, ¿estas feliz?”