capítulo doce

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El día está insoportable, hace bastante calorcito y lo único bueno es que después de 14 horas llegamos a la recepción del Novotel Buenos Aires. Un auto nos había pasado a buscar al aeropuerto y ahora nos encontrábamos reservando las habitaciones. Durante todo el vuelo me la pasé durmiendo, y aun que no esté cansada igualmente voy a dormir una siesta con Pedri. 

--Que tal, necesito dos habitaciones para dos personas-- habló Gavi --Te agradecería si no es un piso alto.

--¿En el cuarto piso está bien?-- preguntó la recepcionista y todos asentimos --Entonces serían habitaciones 47 y 39, estas son las tarjetas para que puedan entrar y salir. 

--Gracias-- dijimos todos a la vez. 

Nos quedamos un rato en el lobby y después todos subimos a nuestras habitaciones, que por suerte quedaban cerca.

A pedido de Pedri decidimos que en un par de horas saldríamos a comer a un restaurante en Puerto Madero.

--Vale, quedamos así entonces-- dijo Gavi --A las ocho en punto os quiero preparados.

--¿Saldríamos a esa hora?-- pregunté mirando a Pedri --Esperen, igual no tenemos auto.

--A las ocho saldremos del hotel para poder rentar un coche, niña.

--Niña las pelotas, Pablo, si tenemos casi la misma edad-- sonreí burlona palmeando el hombro de mi cuñado --Cuestión...

--Cada uno se va a la habitación y listo, ¿tan larga la van a hacer?-- interrumpió Lola

--Corta la bocha-- dijo Pedri, desde que le enseñé esa frase no la para de usar --Vale, Angie y yo nos iremos a dormir. Adiós.

Mi novio y yo entramos a la habitación 39, chusmeamos un poco el lugar y acomodamos nuestras cosas para finalmente acostarnos a dormir.

Prendí el aire y abrí la valija para buscar un poco de ropa más cómoda para dormir.

--Pondré el despertador a las seis ¿vale?-- dijo él desde la cama.

Asentí y fui al baño. Estaba re lindo, el espejo era enorme y estaba buenísimo para sacarme una foto con Pedri, tenía dos bachas y un montón de espacio para guardar cosas. Me lavé los dientes viendo el resto del baño, ducha y jacuzzi. 'Buenísimo para bañarme con Pedri' pensé. Todo lo del hotel planeaba usarlo junto con él. Cuando terminé con los dientes me lavé la cara y luego volví para acostarme con mi novio.

--Tengo que decirte algo-- solté de la nada, estaba emocionada por contarle y no pude ocultar mi sonrisa.

--¿Qué sucede, corazón?-- dejó su celular para ponerme atención --¿Tú estás bien, verdad?

--Si mi amor, yo estoy bien, no se si vos lo vas a estar después de lo que te voy a decir.

--No me asustes, Angie.

--Bueno, como ya sabrás hoy es veinticinco de noviembre-- dije y él asintió --O sea tu cumpleaños. Y, aun que no es mucho, te tengo un regalo.

--Gracias por todo lo que haces por mi. Eres un ángel, mi ángel-- me abrazó y empezó a llenarme de besos --No hacía falta que me dieras un regalo.

Alcé mis hombros e igualmente estiré mi mano para darle un sobre que había hecho y decorado yo misma, puse un montón de frases y letras de canciones. Dentro estaba su regalo y una carta de amor especial que le hice.

Aún no lo había ni abierto, pero ni bien tuvo el sobre en sus manos se lanzó a abrazarme y besarme nuevamente.

--Me estás haciendo una broma-- dijo cuando vio el par de entradas y se puso a saltar como un nene chiquito --Angie, dime que esto es real.

vos y pedrin - pedri gonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora