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Hyunjin veía a su alrededor, todos estaban en aquella sala de reuniones. Tomaban vino y veían como Dragonis había reunido a mucha gente para ir solamente a "hablar" Seungmin jugaba con su plato de comida, cuando la mujer se distrajera lo tomaría, para ir a dejarlo a su hermano.

Seungmin tenia poco en aquella fortaleza, sabia de antemano que los oscuros eran seres liberales, de una magia sin igual y que muchas bestias y monstruos estaban de su lado. Los licántropos, los chupa sangre, los ogros, algunos elfos, las bestias del rio, las sirenas, algunas ninfas.

Era normal que los de luz tendrías las hadas, las ninfas buenas, algunos ángeles, los unicornios, los pegazos. Pero Seungmin sabia como Becausse había jugado con sus palabras, desterrando algunos, como por ejemplo a él y su hermano, después de haberle dado su lealtad, mientras Jisung quería regresar a la academia, Seungmin quería venganza.

Quería acabar con todos en ese pueblo.

Con el tiempo se dio cuenta que los oscuros no eran malos, ni crueles, ni sanguinarios como Becausse y otros seres los habían catalogados. La gente los veía así debido al mecanismo que Becausse había utilizado con ellos. Conoció la forma de vida de cada uno, las bestias no despedazaba ni destruían a menos que se les fuera pedido. Los licántropos no mataban a nadie, eran responsables con su dominio animal, yéndose lejos para no lastimar a nadie. Los vampiros al final debían alimentarse, la sangre animal no era mala, pero la humana de vez en cuando no hacia daño.

Seungmin logro conocer cada aspecto de cada ser.

Regresando a su realidad se giro para mirar como el chico de un solo ojo, tomaba su copa de vino y simplemente asentía hacia las palabras de una mujer que sobaba despacio su brazo, en forma seductora. Seungmin sintió nauseas en ese momento, estaba de mas decir su orientación, pero mientras muchos veían grandes curvas y tetas, el veía grandes pectorales y penes.

—Porque no te adelantas y te alcanzo en un momento. —Dijo Hyunjin con voz ronca cerca de la mujer, la cual le sonrió pícaramente y se alejo de la mesa. Seungmin negó ante aquello y simplemente bebió de su copa. —¿Qué te es tan gracioso?

—Nada, creo que ver como finges ser un "macho" me es tan gracioso. ¿sabes? —Dijo Seungmin mientras estiraba sus brazos arriba de su cabeza y miraba como aquella mujer salía del salón contoneando sus caderas. —Es una simple humana, que sabes que trabaja en la casa de placer, la cual no has soltado por su agraciado cabello rubio, muy cerca de ser blanco...

—¿No entiendo tus palabras? —Gruño Hyunjin mientras veía a los caballeros moverse con gracia debido a que una melodía sonaba, un baile donde muy pocas mujeres participaban.

—Eres el mago oscuros mas poderoso, la mano derecha de Dragonis, conquistador de pueblos... me ofende que no sepas ver mas allá de tu polla. —Dijo el pelinegro riendo. —La chica tiene un rostro fino, pero no tan fino como cierto albino... su cabello es rubio, pero no es blanco, y su cara tiene esas perfectas pecas esparcidas, pero no tiene una justo en la punta de su nariz, sus ojos son verdes, pero no son grises. ¿No te resulta familiar?

Seungmin sonrió mas al ver la cara molesta de Hyunjin y se levanto despacio para tomar las sobras del pelinegro, el cual no tenia problema de compartir su comida con Jisung.

—¿Tratas de decir algo sobre el principito? —Dijo con odio aquel muchacho y Seungmin simplemente soltó un ligera risa.

—Yo decía que era muy parecida a Dragonis, pero de hecho Felix es muy hermoso, demasiado para ser real. Un principito en todo su esplendor. Tu solo te has delatado guapetón, ahora iré a ver a mi hermano. —Dijo Seungmin mientras tomaba la comida se alejaba del aquel lugar. Cuando Hyunjin estaba a punto de decir algo hiriente, una voz lo detuvo.

FELSUS ELECTIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora