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En aquellas montañas, donde la oscuridad reinaba, donde la luz del sol era casi nula, y que la neblina era espesa donde los grandes hechiceros oscuros vivían. Las noticias iban y venían, la gran reina había despertado de su siesta de poder.

Recordando su explosión, la traición y el cómo aquel que llamo "mejor amigo" le dio la espalda. Ahora sabia sobre un elegido y el como debía acabar con él, como debía quitarle el poder supremo que por derecho ella merecía.

Mientras caminaba de un lado a otro, en esa fortaleza viviente, la cual había hecho como un castillo. Uno de sus mejores pupilos entraba.

—Mi señora... —El joven se arrodillaba frente a la mujer.

Dragonis, la mujer de la oscuridad. La mujer mas hermosa existida, su piel era pálida como la porcelana, conocida así como la mujer alvina, castigada por creerla un monstruo, los humanos estaban muy lejos de conocer al monstruo en realidad.

Dragonis tenia un largo cabello blanco, y ojos grises, sus labios eran abultados y su cuerpo era delgado. Las descripciones sobre su belleza no hacían justicia a lo que era, una diosa, una ninfa, la sirena en tierra.

Dragonis en sus años mozos solía alimentarse de hombres, llamándolos en los bosques y atrayendo su alma, para tener la juventud eterna.

—Oh. Hyunjin, estas aquí...—dijo la mujer con una sonrisa de oreja a oreja. Haciendo que el joven se levantara. —Es tan hermoso que visites a esta vieja bruja.

La hechicería en hombres parecía ser aceptada, pero en mujeres no era bien vista y por eso mismo. Eran llamadas brujas, (solo por ser mas listas que esos malditos) Dragonis tenia muy poca confianza en ellos, pero el joven que tenia delante era uno de sus mejores guerreros.

Hyunjin era un hechicero/brujo/ mago oscuro perfecto, conocía al derecho y al revés los libros de hechicería. Después de la explosión magica, el fue el único que quedo vivo. Un niño de cuatro años, llorando por sus padres, una Dragonis débil, dolida y traicionada, lista para tener a quien criar para que acabara con todo lo que una vez soñó Becausse.

—Mi señora he escuchado, bueno un pajarito me lo ha dicho. El elegido ha llegado a la academia. —Dijo el muchacho mientras veía a la mujer tensarse de pies a cabeza y reír ante aquella noticia. Haciendo que Hyunjin alzara una ceja.

—Así que por fin llego el "gran guerrero" de Becausse, por fin lo ha notado. Muéstramelo Hyunjin. —Con ello el muchacho le enseño en el gran pozo la figura del muchacho. Jeongin con su cabellito de color café y ojos temerosos, llegar a la academia y entregar la carta que le fue entregada. La mujer frunció el ceño. —Que tramas Becausse. Así que este es el gran hechicero que me destruirá, parece un gatito asustado. —En ese momento el recuerdo mostro al rubio. Felix siendo mostrado mientras veía aquel chico. —Parece que alguien tampoco confía en lo que Becausse dice. El elegido estará en mis manos.

Con eso Dragonis chasqueo los dedos, y le dio la orden a Hyunjin el cual asintió y se giró para salir de la sala de su señora.

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Felix era de los mejores, de hecho, todo mundo sabia su grado. Era un hechicero difícil de vencer.

—No lo hare Chan. — Decía el rubio mientras bajaba unos libros de un gran estante. Chan frunció el ceño.

Chan un joven tres años mayor que Felix, era un buen hechicero, era respetado y uno de los mejores amigos de Felix, solo quería convencerlo.

—Felix, nadie aquí conoce de magia como tu. Tu debes entrenarlo, tal vez ese sea tu deber...—Decía el castaño. Chan era muy persuasivo con todos los presentes, excepto claro con Felix.

—No, el elegido debe buscar a su maestro, bien lo sabes esta en la profecía...—Susurro Felix mientras se acercaba a una de las ventanas de la biblioteca, aquel chiquillo escuálido y miedoso hablaba de manera tranquila con Changbin. Felix suspiro.

—Sabes que es su destino, tu mejor que nadie lo sabia. —Susurro Chan. Felix gruño bajo y se giro a mirar a su amigo.

—Chan, conoces la profecía, todos fuimos expuestos a la historia del elegido. Sabes bien que yo no puedo entrenarlo, porque el solo, debe buscar a su guía. —Dijo Felix mientras regresaba a ver a su amigo. —Pero si de algo estoy seguro, es que Dragonis no tardara en enterarse y cuando lo haga vendrá de inmediato, lo hará para tenerlo indefenso, no esperara a que desarrolle sus poderes.

—Eso lo sé. Se que eres el mas poderoso, inteligente y hábil, pero Becausse también me puso a cargo y por eso mismo, te daré la tarea de protegerlo. —Dijo Chan mientras se cruzaba de brazos. Felix abrió los ojos y negó de inmediato. —Si no lo ayudaras, por lo menos podrás cuidar de que no muera, recuerda es nuestra salvación.

Felix vacilo ante las palabras de su amigo, pero después de un minutos que el castaño sintió como horas, por fin acepto, Chan le sonrió dulcemente y salió de la biblioteca, Felix tomo entonces un libro en especifico.

"El encantum totem"

Un viejo libro de magia negra y blanca y como el fusionar ambas podría ser una buena opción, no mas necesidad de solos aprender unos cuantos hechizos de defensa de la oscuridad, podías aprender de ella y simplemente informarte que tal vez podrías ver un poco de luz en toda esa nublosa oscuridad.

Miro de nuevo la ventana y entre cerro los ojos al ver al muchacho.

—¿Qué tramabas Becausse?

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—Entonces iremos por el principito. —hablo una voz algo chocante y ruidosa hacia Hyunjin. Este simplemente acomodo unas cuchillas en sus muslos y se coloco la capa de viaje, sabia que seria algo agotador y que debían ser lo mas precavidos con la magia, si la usaban cerca del castillo alertaría a los de la academia y no quería luchar, bueno no demasiado.

—No lo llames así Seungmin, pero sí. Debemos ir por el elegido y por Felix...Ese mocoso me debe muchas cosas...—Dijo Hyunjin mientras pasaba sus manos hacia su cabello, haciéndolo hacia atrás y mientras lo hacia su cara iba cambiando, haciendo notar entonces el parche negro que cubría, lo que alguna vez fue un ojo derecho.

—Vaya que te dejo horrible...—Dijo Seungmin pasando sus manos por el caballo de color café delante de él. Y se giro a ver la ventana que daba directo hacia la torre alta de la fortaleza de Dragonis. —Si te acompaño, ¿liberaran a mi hermano?

—Tu hermano decidió su camino "hacia la luz" —Dijo Hyunjin con voz aguda y chocante. Seungmin gruño bajo.

—Lo sé, pero si logro convencerlo. Si salimos vivos de esto, podemos... liberarlo. —Hablo el muchacho. Hyunjin sonrió de lado y subiendo a un caballo demasiado grande y alto, de color negro volvió a su mascara de perfección.

—Si eso pasa, yo mismo hablare con mi señora para que libere a Jisung. —Con eso Hyunjin extendió su mano. Seungmin dudoso y con miedo la tomo. —Falla en algo o traicióname y te mato Seungmin. ¿entendido?

—Podre ser algo torpe Hwang, pero se donde esta mi lealtad. Becausse solo ha traído destrucción y pena a este valle. Todo mundo lo ve como un salvador, pero ¿Por qué se llevo vidas en su camino al poder? —Hablo Seungmin mientras subía al caballo. Hyunjin rio de lado.

—Los de luz creen que nosotros somos el problema. —Hablo Hyunjin mientras daba un pequeño jalón al caballo para poder salir de la fortaleza, seguido de un Seungmin. —¡Habrán la reja!

La orden se llevó acabo y una vez que ambos caballos cruzaron la reja de seguridad. Se adentraron al bosque oscuro, directo hacia el camino de los Alpes y la luz. Dragonis veía todo desde una ventana y sonriente camino lejos de ella.

Camino hacia un cuarto en particular, una esfera transparente estaba ahí. Moviendo sus dedos de manera suave y rítmica, la esfera se lleno de un humo y entonces la imagen aparecía. El muchacho que llamaban el elegido estaba delante de ella.

—Tantas cartas bajo la manga Becausse, ¿Cuál era tu plan? ¿Qué te hizo darle algo que por derecho era mío a él? 

FELSUS ELECTIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora