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Dragonis solo observaba la cara pensativa del muchacho, sonrió por un momento su hijo estaría con él, pero todo se fue al carajo, cuando lo miro ponerse rápido su túnica.

—¿A dónde vas? —Pregunto la mujer con tono miedoso. Felix se giro a mirar a la mujer.

—Debo irme, debo regresar y decirles. —Dijo Felix, sentía tranquilidad podría hablar con sus compañeros, con su familia, les diría lo que averiguo.

—Y dime Felix, ¿Te creerán? —Pregunto la mujer, el peliblanco frunció el ceño.

—Ellos me quieren, hemos tenido problemas, pero después de que les diga que Jeongin no es el elegido como tal. —Dragonis interrumpió las palabras del muchacho.

—Claro, como te han creído hasta ahora. —Dijo la mujer mientras sus ojos se volvían azules. —Cuando regreses y cuentes lo que sucede, ¿sabes que te dirán? Que quieres recuperar tu vida, a tu "amado", tu "fama", ellos creerán que son celos, que tu impulso por alejar a Jeongin y tu odio hacia Becausse los hará tomarte y dejarte en un calabozo, te quitaran tus poderes...Hijo.

—No me llames así, ellos no harán eso. Ellos nunca. —Sus palabras quedaron al viento. Dragonis tomo la esfera de cristal y se la dio a Felix.

—No te servirá de mucho, porque no funciona bien en el lado de Becausse, pero puede que les muestre la verdadera profecía. —Dijo Dragonis mientras le daba la bola a su hijo. —Si ellos te hacen daño, si ellos quieren tocarte o te traicionan, las puertas de los oscuros están abiertas. Hyunjin no dudara en ir por ti.

Felix sintió su estomago contraerse al escuchar aquel nombre. El peliblanco asintió y salió de la biblioteca con mucha rapidez, camino por los grandes pasillos para entonces llegar al bosque y tomar su portal, antes de poder ver la puerta que daba a la parte trasera de ese enorme castillo. Una mano lo tomo del brazo y lo jalo hacia uno de los muros de los pasillos.

—¿A dónde vas? —Dijo una voz algo asustada y áspera. Felix miro entonces a aquel chico que meses atrás había privado de la visión en uno de sus ojos.

—Debo irme, ya se la profecía debo...—Hyunjin sonrió de lado, Felix se estaba molestando ante la forma de actuar del mas alto.

—¿Entonces sabes lo de tu y yo? —Felix abrió los ojos y avento de su cuerpo al mas alto, mirándolo con el ceño fruncido.

—No tenemos nada, te odio. Lo sabes, debo entregar esto, para que podamos fusionarnos. —Decía Felix con voz muy rápida, marcando bien el desprecio que tenia hacia aquel hombre. Hyunjin se veía ¿herido?

—Así que solo viste lo que te convenia, iras dirás la verdad ¿y después que? ¿te creerán? Son la misma gente que te quiere lejos, mira principito...—Las palabras de Hyunjin fueron interrumpidas por un Felix muy rojo por el enojo.

—Ellos me creerán, hemos estado juntos por años. Verán la verdad y entonces todo caerá por su propio peso y otra cosa, no vuelvas a llamarme principito. —Con eso Felix lanzo su mano al piso colocando un humo espeso que lo hizo desaparecer.

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Cressida veía como Jeongin caminaba de un lado a otro, estaba preocupado por Felix.

—Tal vez ya se volvió parte de ellos, les dije que...—Jeongin la interrumpió negándose a creer aquellas palabras.

—No, Felix no lo haría. Él es importante para todos nosotros, el es mi... maestro, la llave para poder encontrar la paz. —Decía Jeongin de manera baja. El sonido de un estruendo los hizo girarse y poder ver entonces como llegaba Felix a los terrenos.

Su albinismo a su máximo esplendor. Aunque había olvidado su hechizo camuflaje, lo dejo a un lado corriendo dentro de la academia, su felicidad era demasiada. Camino con rapidez y llego justo donde todos estaban.

—He conseguido información, tengo algo que nos responderá todas nuestras dudas. —Dijo Felix con una sonrisa y mirando a todos. Changbin, Chan y Nayeon le veían animadamente.

—¿Y que es? —Dijo Changbin mientras se colocaba a lado de Joengin.

—Jeongin no es el elegido, bueno si lo es, pero es el de Becausse, yo soy el heredero del poder absoluto. —Dijo Felix mientras solo veía ceños fruncidos y un silencio inundaba la habitación, una risa un tanto burlona retumbo en toda la habitación.

—Pero, ¿Qué tonterías son esas? ¿Cuál es el plan de Dragonis Felix?, para eso te enviamos. —Dijo Cressida mientras su ceño se fruncia de manera muy horrible. Felix de igual manera miro a los demás, que parecían no tener algo mas que decir.

—Es verdad, tengo aquí la prueba. Ella me dio esta bola de cristal para...—Changbin tomo la bola de cristal y la reventó en la pared, haciendo saltar en su lugar a Felix, Chan frunció el ceño y se acerco de inmediato al peli blanco.

—¡Basta! Felix entiendo tus celos, enserio que entiendo a veces tu actitud, pero esto no sirve de nada. Te mandamos por una misión y lo único que conseguimos, fue que te lavaran el cerebro. —Dijo Changbin mientras colocaba sus manos en el cabello. —Intentamos entederte, te defendimos de Cressida, pero entonces ella tenía razón. Estas celoso de Jeongin, solo buscas tu propia historia...—Felix sentía como las palabras de Changbin quemaban su garganta, miro la sonrisa de la mujer y un Jeongin callado de mirada gacha atrás del musculoso hombre. — a partir de ahora yo tendré la dirección de este lugar. Lleven a Felix a un calabozo, será juzgado por traición y método de manipulación.

Felix abrió los ojos y entonces se aferro a Chan, se negaba a ir, pero en ese momento le inyectaron una posión que le impedía usar sus poderes, era indefenso por veinticuatro horas.

—Changbin, no puedes simplemente llegar y mandar, yo sigo acargo. —Dijo Nayeon con desesperación. —Becausse me dejo a cargo a mi.

—Si, pues Becausse ya no esta aquí. —Dijo el pelinegro con dolor en sus palabras. Se giro a mirar a los guardias y a Felix. —Llevenlo al calabozo. 

FELSUS ELECTIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora