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Seungmin veía el bosque desde el gran lomo del dragón de color verde esmeralda que el peli rojo montaba, estaba bien sujeto a una silla de dos plazas y amarrado perfectamente a lo que parecía un cinturón de cuero. El cabello del tuerto se movía por el aire y su rostro se veía fruncido.

Antes de poder reaccionar a algo más un rayo verde se miro a lo lejos.

—Anda chupa sangre conviértete en murciélago y baja a distraer, en lo que los demás llegan. —Seungmin frunció el ceño y gruño hacia el chico.

—Idiota, yo no me convierto en murciélago. —Hablo Seungmin mientras intentaban cruzar es escudo de Becausse, el escudo que hace unos días los hubiera calcinado, ahora había sido traspasado de manera rápida. El dragón rugió con gran potencia, haciendo temblar a Seungmin.

Un dragón que venia detrás de ellos de color blanco aleteaba en círculos.

—Es tonto ¿no? Lo he protegido desde que tiene quince años, perdí mi ojo por su culpa y me quede sin familia todo por servirle a su madre, porque ese era mi destino y aun así siempre regresaba a los brazos de él, solo veía como una amenaza, como un enemigo. —Hablo el peli rojo mientras sentía su garganta quemar. Seungmin abrió los ojos, Hyunjin siempre tenia ese aspecto rudo y que nada le importaba, le sorprendió la manera en la que sus palabras y su cuerpo temblaba. —Mi destino siempre ha sido quererlo y no poder odiarlo a pesar de todo lo que haga, estoy condenado a él, y su destino conmigo es tener el poder de aceptarme o no.

Con eso hizo un movimiento haciendo que el dragón quedara de cabeza junto con ellos. Seungmin se sostuvo fuerte de la montura y desato el cinturón para entonces bajar al bosque. Gruño al no ser alertado antes, pero entendía porque le cambio tan brusco de ambiente.

—Pues ahora se el héroe, pero no seas uno como los de luz, se un oscuro. —Con eso Seungmin se soltó y se preparo para la caída y se aferro al suelo una vez al caer, estaba seguro que un brujito/hechicero jamás habrían sobrevivido a una caída tan alta y rápida.

Soltó un gruñido al sentir como sus huesos se reacomodaban y entonces pudo enfocarse en lo que se venía, sabia perfectamente que aun no llegaba los demás. Miro como varios de luz salían de la academia y maldijo internamente a Hyunjin por lanzarlo a él, primero hizo una reverencia hacia la madre naturaleza y sin dudar se fue encima del primero que se atrevió atacarlo, tomo sus dagas y con una velocidad sobre humana empezó a cuchillar a todo aquel que le daba batalla, sus colmillos desgarraban gargantas, hasta que se escucho un aullido, los lobos estaban aquí una vez que empezaron a incorporarse los demás oscuros y seres sobre naturales. Seungmin se alejo de batalla, tenia dos misiones entretener mientras Hyunjin buscaba como hacer que los dragones bajaran sin quemar a medio mundo y buscar al portador de la pocion para el muchacho.

Miro como el dragón donde venia Hyunjin aterrizaba en una parte del lugar, justo donde se veía una grandes escaleras de caracol que suponían daban a los calabozos. Seungmin escucho un grito que venia de alguien que posiblemente querria atacarlos con un movimiento de manos Seungmin saco volando al hombre.

Desde que lo habían convertido, el atacar con sus colmillos o con un arma se había vuelto su cosa favorita ya no usaba sus "dones" como Becausse los llamaba, se sentía mas sucio e impuro siendo un hechicero de luz, que un oscuro o incluso un vampiro.

Soltó un gruñido al ver como su inconsciente de brujito lo hicieron actuar. Hyunjin bajo del dragón.

Mic...—Susurro hacia el dragón de color blanco, y el dragón cerro los ojos volviéndose pequeño, del tamaño de una lagartija. Seungmin abrió los ojos y después se acerco a mirar al dragón que ahora estaba en la mano de Hyunjin, el dragón mas grande gruño hacia Seungmin, haciéndolo dar pasos hacia tras. —Discúlpalo están condenados... igual que él y yo. —Hyunjin miro al dragón pequeño y lo bajo al piso. —Cauta-l

FELSUS ELECTIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora