0.5

446 44 3
                                    


20 años después.


El mundo se detiene conforme el tiempo pasa, los hechiceros, y cosas inimaginables deben esconderse, ser fuertes y esperar a que el mundo este de acuerdo con su existencia, el miedo existía. Había dos clases de seres llamados Heroes y Villanos, todo se debía de la perspectiva que lo notaras. El mundo tenia miedo de que los héroes se giraran y tomaran el rol de villanos, y temían aun mas de los villanos.

Por otro lado, una pequeña academia existía. White era el nombre, con su fundador obviamente Becausse, tenia todo tipo de estudiantes, siempre eran los mejores, preparados para futuras guerras, eran jóvenes separados de sus madres, debido a la explosión mágica de veinte años atrás. Debía cuidarlos y protegerlos, con un poco de ayuda y conocimiento cualquiera podía ser un hechicero, solo se debía una constancia, un seguimiento y entonces serian los mejores.

Y entre sus filas tenia a su mejor hechicero, Felix. El cara de ángel, lo llamaban. Era el mejor, conocía hechizos, había estudiado durante casi toda su vida los hechizos, de todo tipo de luz como oscuros (aunque esos últimos solo eran a escondidas) era el mejor, el mas capacitado.

Felix estaba con un chico que igual Becausse rescato de nombre Changbin. Aunque este tenia un destino diferente al rubio, Changbin era un hechicero magnifico, Becausse lo reconocía, pero una vez que llego a una edad especial, el hombre tuvo que hablar.

Changbin tenia escrito que el elegido era para él, debía apoyarlo, quedarse con él y esperar por él.

Con el tiempo se dio cuenta que tal vez solo era una vieja leyenda. Claro porque Felix fue quien llamo su atención. Y el rubio claro que lo aceptaba.

Felix solo tenia una cara dulce y angelical, pero era muy listo y no se dejaba guiar por nadie, ni si quiera por su pareja, era necio y sabia lo que quería y lo que lucharía por conseguirlo. Antes de morir Becausse les dijo que estuvieran preparados, una guerra se aproximaría.

Y Felix era consiente de ello, nadie entendía la relación de Felix hacia el gran maestro. Todos le tenían un respeto inmenso. Excepto él. No lo insultaba, pero tampoco lamia los pies del hombre, ni le tenia un gran altar.

—El mundo es una mierda... —Susurro el rubio al ver a lo lejos las montañas oscuras. El mundo cambiaba conforme avanzaba la inmortalidad era una tontería. Aunque sabían que Becausse podía conjurarla el decidió que morir era lo mejor que le podía pasar al humano. Dejar el mundo y tener un descanso.

—Sabes que pronto vendrá...—Miro las montañas, como algunos rayos caían en aquella zona. Felix la miro y asintió despacio.

—Pero no necesitamos ningún elegido. Yo podre guiarlos, sere... —Changbin lo interrumpió.

—Sabes bien que ese no es tu trabajo, el elegido debe acabar con Dragonis. Pronto llegara Felix, será mejor estar preparados... —Con eso Changbin se levanto y viendo los ojos de aquel muchacho dio fin a todo lo que existía, era obvio que con la llegada del elegido. Felix quedaría en segundo plano.

El rubio estaba harto de ese tema, todo estaría bien, todos verían lo tonto que era eso, y entonces todo saldría a flote.

El inicio de un nuevo día comenzaba con grandes lluvias, rara vez llovía en aquel lugar. La ciudades que eran de Becausse, o que más bien protegía estaban por mucho, alejadas del lado de la oscuridad.

Felix no podía parar de leer, sobre lo de la tonta profecía del elegido y las tonterías que Becausse había metido en todos. Estaba harto, hasta que entonces el apareció.

Un milagro lo llamaban, Felix salió de su burbuja para entonces conocerlo.

Jeongin era el nombre del supuesto elegido, nadie sabia de donde o como había llegado, pero aquí estaba, con una cara confundida y miedo correr por sus venas. Felix frunció el ceño.

—¿Quién es él? —Pregunto hacia los demás. Todos miraron al muchacho el cual con miedo y tartamudeando hablo.

—Be-Becausse me mando, s-soy el ¿E-Elegido? —Dijo con miedo en sus palabras. Felix abrió los ojos. El muchacho entrego una carta donde el hombre al que todos llamaban el gran maestro, dejaba escrita la misión de Jeongin. Felix sabia que algo no estaba bien, pero al ver la esperanza que brindo a todos los presentes, estiro la mano y acepto al muchacho.

El elegido estaba en su lugar, ahora, ¿Qué pasaría con Felix? 

FELSUS ELECTIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora