Me before you: La maldición de mi pasado

18 - ¿Los qué?

Algunos años atrás.

— ¿Está seguro de esto?

Arthur miró a Mino de manera aguda desde el otro lado del escritorio.

— Digo... ¿Qué pasará si sus sospechas son ciertas? —Mino miró el sobre en sus manos— Las.. las cosas podrían cambiar y..

— Nada cambiará. —Lo interrumpió Arthur— Te lo aseguro.

Mino lo miró brevemente antes de desviar la mirada.

Por alguna razón dudaba de sus palabras.

— Honestamente esto es una locura.

Luego de un suspiro Mino decidió abrir el sobre.

Con cuidado sacó el contenido. Las manos le temblaban, por alguna razón él también se hallaba ansioso por conocer el resultado. Con el corazón acelerado leyó lenta y atentamente cada una de las palabras. Sabía que no podía cometer ningún error, ya que él hombre frente a él le había puesto una gran responsabilidad sobre sus hombros.

Mientras leía el papel pudo sentir la tensión dominando su cuerpo.

— ¿Y bien? —preguntó Arthur con impaciencia—

— Bueno... —Sostuvo el papel con nerviosismo—

— ¿Qué es lo que dice? —Mino pudo notar un ápice de angustia en su voz—

Luego de un largo suspiro Mino miró a Arthur.

— Positivo. —Le extendió el papel— Hay 99.9% de contabilidad.

Ambos se mantuvieron en silencio un momento.

— ¿Lo ve? —Mino sintió la tensión liberarse de su cuerpo— Le dije que no tenía nada de qué preocuparse, estaba claro que Lisa es su hija. Por favor, piense en la señora Julia.

Arthur se giró en su silla.

— No haga más tonterías. —Mino miró su teléfono— Tengo que irme ahora.

— Está bien. —Contestó sin girar a mirarlo—

— Lo veo después. —Salió de la habitación—

Aún en silencio Arthur tomó la fotografía de Lia qué se hallaba aún lado de su escritorio.

— Lamento haberle mentido... —Miro la foto— ¿Qué más podía hacer?

Mientras miraba la foto pudo sentir un leve ardor en sus ojos, las lágrimas amenazaban con salir.

— ¿Qué debería hacer ahora Lia? ¿Cómo podía explicarle que esa prueba no es de Lisa? —Las lágrimas comenzaron a salir— Ya fue suficiente con que me haya descubierto, no puedo poner más peso sobre sus hombros.

Sin poder evitarlo más dejo que las lágrimas salieran.

Su corazón dolía, se hallaba herido y no podía creer que la persona que más había amado le hubiera mentido de esta manera. Habían pasado 15 años, 15 años de mentiras.

Se sintió un idiota, debió saberlo desde el principio, desde el día que lo conoció hace siete años atrás.

Había sentido este dolor antes y sin saberlo lo había estado viviendo de nuevo.

— Supongo que al final cumpliste tu palabra. —Sostuvo con fuerza el retrato mientras alzaba su rostro— Dijiste que me quitarías todo. Realmente me hiciste pagar por todo lo que te hice... Steve.

Aún con el paso del tiempo él no había olvidado cuánto la había amado. Cuando descubrió que se había casado con Steve se sintió traicionado, después de verla ese día jamás la volvió a buscar.