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—Malfoy, ¿puedes al menos concentrarte? —Pregunté, al ver que el seguía haciendo garabatos.

—¿Y tu puedes tratarme mejor? —desde que estábamos haciendo esto, lo mire y le hable mal.

—Mejor haz tu parte.

Yo ya había terminado mí parte pero no me podía ir hasta que Draco terminará, y no parecía que terminaría pronto.

—¿Algún día nos perdonarás? —pregunta de la nada.

—¿Lo preguntas tu o Mattheo? —a Draco le importaba muy poco si yo lo perdonaba, ¿no?

—Ambos —dijo sin pensar—. ¿Lo harás?

—¿Y ustedes dejaran de jugar con las chicas? 

—Lo tomaré como un tal vez —dijo y empezó a escribir en el pergamino.

Estuvo veinte minutos para escribir dos párrafos por lo que me estresé y termine su parte. El chistoso luego me confeso que lo hizo a propósito pero bueno.

—Te ves mejor cuando sonríes —dijo después de que me reí.

—Mejor cállate, Malfoy.

Ambos salimos de la biblioteca riendo y jugando, y seguimos así hasta que me encontré con la mirada de Mattheo. Recuerdan el primer día del año pasado, cuando sentía la mirada de Mattheo y que era muy imponente y todo eso, bueno esta era peor, se notaba muy enojado.

Draco y yo nos separamos, el fue con Tom y Mattheo y yo vi como mi hermano me llamaba.

—Emma, ¿donde habías estado? —pregunta Harry cuando se acerca—. Dentro de 1 día comenzará la primera prueba y —miro a todos los lados para fijarse que nadie estuviera  escuchando y volvió a hablar pero en susurro— tengo que robarle un huevo de oro a un dragón.

—No me jodas. ¿Quién te lo dijo?

—Digamos que me ayudaron —dijo levantándose le hombros, indiferente—. ¿Qué hacías con Malfoy?

—Un trabajo. ¿Como va el tuyo con Mattheo?

—Yo hice mi parte, ni idea si el la hizo.

—Obvio que la hice Potter —hablo detrás de mi.

—Mira, no es tan idiota como yo pensé —dije para darme la vuelta y encontrarme con un Mattheo MUY enojado.

Pasa todo el día enojado o a mí me parece.

—Tu sabes mejor que nadie que no soy idiota, linda —me guiñó el ojo y luego volvió a mirar a Harry—. Suerte mañana, Potter.

—¿Que mierda fue eso? —preguntó Harry cuando se fue.

—Ni yo lo se —mire para donde estaban y vi que ya se estaban yendo—. ¿Quién te está ayudando con todo lo del torneo?

—El nuevo profesor, Alastor Moody.

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—¡Harry Potter, muévete, déjate de esconderte! —grite desde las gradas al ver cómo mí hermano se escondía detrás de una piedra mucho más grande que el.

—¡Mejor cierra la boca, Emma, tu no estás acá! —me responde Harry, pero yo no fui la idiota que puso su nombre en el cáliz. Ahora que soporte.

—¿Por qué en vez de decirle que se mueva y que se deje de esconder, le dices cosas como "vamos hermanito, tu puedes"? —pregunta Fred a mí lado, se estaba divirtiendo con mí estrés.

—No, sería muy falso —el se ríe por mí comentario y vuelve a hacer las apuestas.

En un momento que me perdí por escuchar a Hermione decir que le parecía lindo Viktor pero que no tenía esperanzas porque se le notaba que gustaba de alguien más aparte que no sabía que sentía por Ron, bueno el punto es que Harry se movió y logro conseguir el huevo.

Me sentí orgullosa de mí hermano, logro moverse de la piedra esa y logro conseguir el huevo.

—Mira Potter, tu hermano se puso los pantalones y logro el huevo —dijo Malfoy, pasando con sus dos gorilas a los costados y con los dos Riddle atrás.

—¿Y tu ustedes cuando se los pondrán? —pregunté con sarcasmo.

—No nos metas, fue el quien lo dijo —me dijo Tom muy tranquilo.

—Ustedes también se los tendrían que poner —comencé a caminar en dirección contraria y sentí el peso de la maldita mirada de Mattheo.

Iba a ir a celebrar con mis amigos y mí hermano pero recordé que, por mí casa, no soy bienvenida en la sala común de Gryffindor.

Iba por el pasillo hasta que llegue al patio y vi un chico que conocía muy bien, Fred Weasley.

—¿Por qué no estás celebrando con los demás? —pregunté cuando termine de sentarme a su lado.

—Porque no estabas —dijo muy tranquilo.

—Viste como le costó a Harry conseguir el huevo —dije cambiando de tema, como si lo que hubiera dicho no lo hubiera escuchado.

El comenzó a reír y yo lo mire con una ceja encarcada.

—Me encanta como cambias el tema tan fácil —dijo y giró lentamente la cabeza para mirarme, cosa que me puso más nerviosa.

Yo corrí la mirada y vi como Mattheo y Tom entraban al patio, ahora yo pregunto, ¿por qué siempre se tienen que aparecer donde yo estoy, no hay más lugares en Hogwarts?

—Me cae mal —dijo y yo comencé a reír llamando la atención de las pocas personas que habían allí.

—Tranquilo, a mí también.

El Principio del Fin ~Mattheo Riddle~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora