El Principio del Fin ~Mattheo Riddle~

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PELEAS ENTRE HERMANOS

Mattheo no se dejó y el también le devolvió el golpe. Los demás intentaron separarlos, pero ninguno tuvo éxito.

-Mattheo, ya déjalo -dijo Theodore- no vale la pena.

-¡Mattheo, Harry ya basta! -intenté pero no funcionaba, aparte en cualquier momento vendrían los profesores- Ya separense, van a venir los profesores y los van a castigar.

-Te dije que ella no, Riddle -por fin los lograron separar- Tienes a todas las chicas de Hogwarts ¿Por qué mi hermana? Es mi hermana Riddle.

-Acepta que Emma no tiene cinco años, puede estar con quien ella quiere, Potter -ambos estaban muy enojados, por sus miradas se notaba que ambos se querían matar.

-Haber, ambos se van a ir antes de que lleguen los profesores y nos castiguen a todos -habló Tom con autoridad, yo decidí irme de ahí, pero antes les agarre la mano a ambos chicos que se estaban peleando y decidí ir a un lugar privado.

Mattheo y Harry comenzaron a seguirme sin decir una sola palabra, los dirigí hacía un lugar alejado, el mismo en el cuál Harry y yo habíamos estado hablando hace unos minutos atrás, se que les gritaré a los dos así que era mejor un lugar alejado para que no nos escuchen.

-Harry, déjame te pregunto ¡¿Te volviste loco?! -Harry intentó hablar pero yo no lo deje ya que hablé de nuevo- ¿Saben en los problemas que nos hubieran metido, a todos? Tu por empezar la pelea -señale a Harry- y tu por no detenerte -señale a Mattheo- y a los demás por ver la pelea que tenían ustedes dos.

Ninguno decía nada, parecían perritos regañados que bajaban la mirada para que su dueño no los retará más.

-Bien voy a parecer una puta madre pero me da igual, pidanse disculpas -por Merlin que horrible.

Ambos me miraban, pidiéndome con la mirada que esto fuera una broma y que no tuvieran que hacerlo.

-¿Y bien? Háganlo -les ordené al ver qué ninguno hablaba y les dedique una sonrisa muy amable.

-Yo no empecé -se excuso el pelinegro.

-Yo no me metí con tu hermana, imbécil -¿Los Riddle siquiera tienen hermana?

-No tengo hermana y tú hermana puede andar con quién ella quiera -si puedo andar con quién yo quiera pero ¿Tan difícil es pedirse disculpas?

-Bien, si no se piden disculpas ahora les juro que no les hablaré a ninguno de los dos por lo que queda de año -al menos Harry sabía que yo lo podía hacer.

Eso me recuerda a la vez que Harry me delató con nuestro tío Vernon y no le hablé por tres meses, pero eso no viene al caso.

Volviendo a esto.

-Bien -Mattheo al menos fue inteligente y se rindió- disculpa Harry.

-Vete a la mierda Riddle -Harry me tomó de la mano y comenzó a caminar.

-Potter, sueltala -Mattheo se estaba enojando, no quiero más peleas por lo que decidí hablarle tranquila para que viera que todo estaba bajo control.

-Tranquilo Theo, después hablamos -intenté hablar lo más tranquila posible, así el se calmaba y esperaba a que yo lo buscará para hablar.

Harry me dirigió a su habitación y les pidió a sus compañeros de cuarto que se fueran, no muy amablemente pero ellos obedecieron.

-¿Ya puedes soltarme? Me estás lastimando imbecil -ya me imagino el moretón que dejará su agarre a mí muñeca.

-¿Por qué el? De todos los chicos de Hogwarts que andan atrás tuyo lo escoges a el -esta vez sería yo quien le pegará un golpe en la cara.

-Porque me gusta Harry, me hace sentir bien desde que llegué -bueno al principio no, pero no cuenta- siempre está para mí cuando lo necesito, aparte yo no te cuestionó con quién andas y con quién no. ¿Por qué el no?

-Por sus padres, el y todos esos amiguitos son iguales a sus padres, malvados que te traicionaron por la espalda apenas te des la vuelta -unas lágrimas amenazaron con salir pero no lo permitiría- ¿En serio piensas que el te llegará a amar? Tan sola mente te usa, Emma date cuenta.

No pude evitar que se me escapará una lágrima, no entiendo porque mí hermano siempre tiene que arruinar todo en mí vida.

-¿Y tu de verdad piensas que toda la gente que se te acerca es por qué quieren ser tus amigos? Piensan que tu eres un ejemplo a seguir pero no te conocen. -No creo que después de esto nos llevemos bien, al menos por un largo rato, pero ya era hora de decirle sus verdades- te crees mejor que todo el mundo pero te cuento, eres una mierda comparado con mis amigos, con Mattheo, con To...

No logré terminar cuando sentí su mano sobre mí mejilla, fue un golpe de mano abierta el cual me hizo retroceder unos varios pasos. Sentí el sabor metálico a la sangre y me dí cuenta que se me había roto el labio, mierda.

-Genial, ahora te vuelves golpeador -esta vez no contuve las lágrimas- el otro día vi a la zorra de Cho Chang, esa que tanto te gusta, pues que se estaba besando con Cedric y al parecer son novios ¿En serio pensabas que ella te llegaría a amar? -use sus palabras pero no lo hubiera hecho.

Sentí otro impacto sobre mi rostro y di otro paso hacia atrás.

-Sin duda estás mal, Harry -hablé y salí de ahí dispuesta a alejarme todo lo que pueda de mí hermano.

Le rogaba a todo lo bueno para que no me encontrará a nadie que perteneciera al grupo de Tom o Mattheo, pero al parecer mí suerte no era muy buena, porque literalmente me encontré al grupito enteró.

Mierda, que buena suerte tengo hoy.

-Emma -me llamó Draco, ojalá tuviera la capa de mí hermano pero no me la dará por mucho tiempo.

Me dí la vuelta pensando que me ignorarían pero ya era más que obvio mí suerte. Mattheo me tomo del brazo, esa mirada que vió al verme me dio bastante miedo.

-¿Quién fue? -preguntó serio y con esa mirada que podría matar a quien la mire.

-No es nada Theo, no te preocupes -obvio que se había preocupado y no pararía hasta saber que había pasado.

El labio se había hinchado levemente y ya había dejado de sangrar, el ojo se había puesto morado, al menos mí hermanito me pegó suave, no como a Mattheo que lo dejo mal pero se ve bien.

-Emma, lo preguntare una vez más -Tom se acercó y su mirada se oscureció y se tenso como lo hizo Mattheo al verme- ¿Quién fue?

Dos opciones: decirle que fue Harry y que lo maten a golpes, no no es opción, la otra que me torturen hasta que les dé un nombre. Ninguna opción me gusta.

¿Que puedo hacer?