Cuando mueres, todos dicen que iras al infierno, al cielo o te quedas atrapado en el limbo, pero no todas las almas tienes la suerte de trascender al más allá, algunas almas se quedan deambulando por la tierra, convertidas en unos solitarios y travi...
—Quiero encontrar una salida de esta pesadilla...✨️
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Los monstruos te golpearon muy fuerte papi— Pase el algodón en las heridas de mi padre, su labio estaba roto, sus mejillas tenían rasguños y su ojo estaba morado, yo quería llorar pero no lo hice porque no quería que mi padre me viera siendo débil, apenas tengo seis años pero quiero ser valiente para que mi padre dejé de encerrarme en el armario y ayudarlo con los monstruos malos que lo vienen a lastimar todas las semanas y nos dejan encerrados en nuestra propia casa.
—Estoy bien bebé, deja ese algodón y abrázame.— Coloque el algodón sobre la mesa y me senté en su regazo, lo abrace con mis delgados brazos y escondí mi rostro en su cuello mientras él me acariciaba la espalda con sus manos, sabía que estaba llorando en silenció, lo podía sentir hipar y entonces me prometí crecer rapido y ser valiente para proteger a mi padre de los monstruos malos, esos que no eran parte de mi imaginación.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Tiempo actual-
-—Te ves lindo cuando te sonrojas—- El doctor sexy uso esas palabras y yo sentí que iba a morir nuevamente, mi corazón estaba acelerado como si hubiese corrido un maratón de muchos kilómetros y en mi estomago sentía ese cosquilleo raro como si las lombrices tuvieran una fiesta dentro de mí. Todo mi cuerpo se sentía raro, mis labios se resecaron y pasé mi lengua sobre ellos para humedeserlos y me di cuenta que el doctor sexy copio lo que hice pero con sus ojos puestos en mis labios.
—Pollito, ¿me estas traicionado?— Escuché decir a Jeongin, él es un joven fantasma que también se quedó atrapado en este lugar y en poco tiempo nos hicimos los mejores amigos, resulta que a ambos nos gusta cantar, me contó que antes de morir era un cantante muy famoso pero que era tan grande su fama que alguien lo mando a matar y necesitaba averiguar quien era el culpable para poder trascender, hasta la fecha no lo ha logrado.
Empujé con fuerza al doctor Hyunjin y me levante del piso, no se cuanto tiempo estuve recostado ahí pero cuando me levante sentí el trasero frío y me reí un poco al ver al doctor Sexy caer sobre su trasero y hacer un gesto gracioso.
—¿De que hablas Jeon?, no estamos saliendo— Volteé a ver al doctor pero ya no estaba y eso me hizo sentir triste aunque no se por qué, quizá porque no se despidió.
—Estoy celoso— Se quejó pataleando y haciendo un puchero, se ve tan adorable, que dan ganas de pellizcar sus mejillas.
—¿Por que estas celoso, Jeon?— Pregunté rodando los ojos y cruzando los brazos para escuchar con que historia saldría hoy.
—El doctor Hwang, casí te besa y en cambio a mí, me ignora, le rogué que me ayudara a encontrar la razón por la que estoy atrapado en este lugar, osea encontrar a mi asesino y se negó porque según él "No tiene tiempo"— Jeongin hizo comillas con sus dedos.
—Jeon, es que el doctor tiene razón, no tiene tiempo para ayudarte, ves lo saturado que esta el hospital— Trate de que comprendiera al doctor.
—Pero si tiene para coquetear contigo y eso es injusto—- Protestó fingiendo estar enojado, digo fingiendo por que es incapaz de enojarse conmigo, dice que le recuerdo a su hermanito menor al cual quería mucho.
—¿De que hablas Jeon? El doctor Hyunjin, no estaba coqueteando, soy un fantasma y él es un humano, lo nuestro no tendría futuro.— Jeongin sonrió y sabía que planeaba algo cuando sonreía de esa manera.
—Lo nuestro he, eso quiere decir que....
—No lo digas Jeon— Empezó a bailar al derredor de mí.
—¡Te gusta el doctor Hwang!, te gusta, te gusta.—
—No me gusta, Jeongin—- fruncí el ceño y me alejé de mi mejor amigo que no paraba de decir estupideces, bueno si me gusta el doctor sexy pero nadie tiene por que saberlo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Deambulaba solo por los pasillos del hospital visitando a todos los enfermos y me senté junto a un señor que se me hacía familiar, en su camilla decía Han Jisung, según lo que escuché de los doctores, se cayó de las escaleras de su casa y se rompió la pierna, no sé por qué pero cuando llegó otro señor a visitarlo me dieron unas enormegas ganas de llorar solo con verlo, quizá por que aquel señor le lleva un enorme ramo de flores al paciente, aquel señor se le acercó y le dio un beso en los labios a Jisung y yo sentí tan bonito.
—Pase a verte a ti antes de ir a ver a Yongbok— Lo escuché decir tomando de la mano a Jisung y sentarse en la orilla de la camilla.
—Dile que me perdone por no ir a verlo está vez—- Aquel señor le acarició el cabello y se veían tan felices pero a la vez sus ojos mostraban tristeza, era como si sus labios estuvieran sonriendo derrochando felicidad pero por dentro cargaran con una enorme tristeza, los observe darse cariñitos por unos cuantos minutos y luego aquel señor se despidió y se fué, quise seguirlo, mi corazón lo pedía pero entonces otro dolor de cabeza me lo impidió, esta vez acompañado de un pitido agudo en mi oido.
—Papi ¿por que lloras? Los monstruos ya no te haran daño, yo te protegeré.—- Un recuerdo de mi padre llorando llego a mi mente, él estaba abrazándome pero no pude ver su rostro, sentí como mi corazón empezaba a a doler y el aire me empezaba a faltar, salí con dificultad de aquella sala, sentía que todo daba vueltas a mi alrededor, escuché una melodía, una voz similar a la mía cantaba y entonces sentí como unos fuertes brazos me atraparon, levante la vista y era el doctor Hwang, me perdí en el gris de su mirada y luego me volví a desmayar.
Cuando desperté me encontraba de nuevo en aquel lugar oscuro y frío, aquel lugar donde el agua era negra, deambule por muchas horas pero no encontré la salida, así que me senté, abrace mis piernas y lloré como un chiquillo, estaba nuevamente en el Limbo.