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El protagonismo que Beomgyu le había dado a Soobin en su corazón esos últimos días era tan grande que no se había dado cuenta de la ausencia de otra persona importante en su vida. Al menos no hasta que, literalmente, llegó a su puerta.

—¡Taehyun, hola!

La expresión de sorpresa que conservaba Beomgyu se vio suavizada al sentir cómo Taehyun lo sostenía en un abrazo, aunque se sentía mucho más débil que de costumbre.

—Me alegro que estés bien —murmuró el menor, antes de tomar distancia—. Perdón por no escribirte, pensé que querrías tu espacio.

—No, perdóname a mí por no avisarte cuando desperté —dijo Beomgyu, relamiendo sus labios en un esfuerzo por esconder la culpa—. Pasa.

—No será necesario. —Taehyun negó con la cabeza, bajando la mirada hacia sus pies—. Tengo que decirte algo, pero no sé si es el mejor momento...

Beomgyu sintió cómo la tensión ponía rígidos sus hombros. Cualquier iteración del infame "tenemos que hablar" no podía implicar buenas noticias.

—Pasa —insistió, haciéndose a un lado—. Prefiero que me digas ahora.

Por la tarde, iría a la clínica para visitar a Soobin, y no quería distraerse de su objetivo. Aún no se había preparado mentalmente para el momento, no le daba la cabeza para hacerlo, así que quizás las palabras de Taehyun lograrían darle un anclaje de vuelta a la realidad.

Tras cerrar la puerta de entrada y llevar a Taehyun hacia su habitación, considerando la probable privacidad de lo que quería decirle, Beomgyu tomó asiento sobre la cama, instintivamente comenzando a jugar con sus manos. Necesitaba unos segundos antes de escucharlo, pues, como lo demostraba su larguísimo plan para deshacerse de su marca de nacimiento, improvisar no era precisamente lo suyo.

—En el campamento, tenías razón para sentirte raro sobre el chico al que conocí —comenzó Taehyun, acelerando el corazón de Beomgyu desde el inicio—. Supongo que no lo quería admitir, pero... sentí algo diferente.

—Oh... —El mayor sintió un estrujón en el pecho, más por sorpresa que por dolor. Al parecer, su instinto no había estado tan errado al ponerse a la defensiva ese día.

—Sé que fui bastante escéptico sobre la relación que tienes con Soobin. En serio creía que era tonto que piensen que estaban conectados o algo así, porque parecía solo una excusa para querer estar juntos. —Soltó una risilla sarcástica—. Pero ahora sé exactamente lo que querían decir. Ya lo pude sentir.

A Beomgyu también le fue inevitable sonreír por un breve momento, bajando la mirada hacia sus inquietas manos. Era una sensación agridulce, la de saber que Taehyun había encontrado a alguien que lo hacía sentir como su predestinado.

—Eso quiere decir que-

—Que sé que quieres estar con Soobin —dijo Taehyun, directo—. No sé qué maldición te lo impedía, pero estoy seguro de que no me equivoco. ¿O sí?

—Pues... —Beomgyu se tomó unos segundos para pensar en lo que quería decir, antes de subir la mirada de nuevo—. ¿Es porque tú quieres estar con el forastero rubio del bosque?

Negando con la cabeza, Taehyun rió en un inicio, evadiendo la respuesta tal como lo había hecho Beomgyu. Igual, no tardó mucho en cambiar su disposición, comenzando a sonrojarse al asentir.

—Quizás... —murmuró, rehuyendo la mirada—. No sé qué me pasó cuando estuve en el lago, pero me vi con cola de sirena, ¿puedes creerlo?

—¿Huh? ¿No que odiabas los cuerpos de agua profundos? —Beomgyu alzó una ceja, sin ocultar su sonrisa ante lo tímido que lucía Taehyun—. Tú que no creías en los predestinados ni en las criaturas mágicas ni en sirenas...

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⏰ Última actualización: Dec 16, 2023 ⏰

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kiss me, heal me.「soogyu」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora