y sirenas

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El transcurso del tiempo desde que Beomgyu comenzó a sangrar hasta que lo llevaron de vuelta a la cabaña pasó como una mala película para Taehyun

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El transcurso del tiempo desde que Beomgyu comenzó a sangrar hasta que lo llevaron de vuelta a la cabaña pasó como una mala película para Taehyun.

Aunque usualmente no tenía problemas para enfocarse, durante ese periodo su energía estuvo dividida entre sus conocimientos básicos de primeros auxilios y una mezcolanza incómoda de sentimientos con los que no quería lidiar. Soobin parecía estar igual o peor, perdido dentro de sus propia cabeza. Sólo la urgencia de la situación los llevó a actuar como debían.

Por supuesto, no estaba contento con dejar que Soobin bese a Beomgyu bajo la pretensión de que así se curaría. Desde un inicio, supo que no funcionaría, y la única pizca de esperanza que mantenía en el destino se desvaneció al ver cómo se confirmaban sus sospechas.

Al llegar a la cabaña, se mantuvo alejado de la situación, optando por tomar asiento en el pequeño comedor. Necesitaba tiempo para despejar su cabeza, librándose del fútil esfuerzo por comprender qué es lo que pasó por la cabeza de Soobin en ese momento.

Quizás sí estaba interrumpiendo en algo especial...

Antes de que pudiera darle muchas vueltas al tema, el mayor tomó asiento al frente suyo, pero no dijo nada. Se notaba que estaba avergonzado por lo ocurrido, e incluso había limpiado ya la sangre de sus labios con su propia camiseta, como si eso pudiera hacerle olvidar lo que acababa de hacer.

—¿Por qué lo hiciste? —Fue Taehyun quien quebró el silencio—. ¿Te gusta Beomgyu?

—¡No! —replicó Soobin, a la defensiva.

—¿Entonces? —La voz del menor sonaba monótona, defraudada, a diferencia de la intensidad iracunda que tenía cuando aún estaban fuera de la cabaña—. ¿En serio creíste que lo curarías besándolo?

Soobin no respondió de inmediato, sólo bajó la cabeza, con lo que básicamente le respondía a Taehyun.

—¿Te acuerdas cuando me diste una patada en la cancha de fútbol? —continuó—. Ese día le pregunté a Beomgyu sobre la "magia", y no supo responderme bien. Luego pasó lo mismo en la cafetería. No me convenció de que sea real, y aún no me convence.

—Es real. —aseguró Soobin, con confianza en ese único punto—. Si quieres comprobarlo, puedo hacerme un corte en el dedo y Beomgyu lo sanará.

Cayeron en un nuevo silencio cuando Taehyun no quiso responder a ello. Si tenía evidencia, no le quedaría otra opción que creer que su conexión se debía a alguna hazaña del destino, a hacerse a un lado y desistir.

Unos segundos después, reapareció Beomgyu, ahora efectivamente curado. Tenía un pequeño parche sobre el labio, pero eso no le impedía comunicarse.

—Hey, ¿te sientes mejor? —le preguntó Taehyun, de inmediato, acercándose para abrazarlo después de esos minutos ansiosos en los que había estado esperando por su recuperación.

kiss me, heal me.「soogyu」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora