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A veces, Soobin realmente odiaba a sus papás

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A veces, Soobin realmente odiaba a sus papás.

Por supuesto, lo cuidaban y cubrían sus necesidades, lo básico que los padres deberían hacer por sus hijos, pero no le gustaba que, a sus quince años, siguieran controlando su vida. Desde la sobreprotección hasta la regulación exagerada de sus actividades, a veces le daban ganas de escapar de casa, y ese era uno de esos días.

—¡Nos vamos de campamento!

Pese a que Soobin les dijo que quería quedarse en casa, incluso tomando el argumento de su salud, insistieron en sus planes, y ahora por su culpa estaba estancado en medio del campo con las familias de Beomgyu y Taehyun por todo el fin de semana.

Durante el camino en el auto, se la pasó escuchando música, asegurándose de dejar en claro que no estaba contento, malhumor que sus papás ignoraron hasta llegar al bosque en el que tendrían su campamento.

—Pórtate bonito, no quieres parecer malcriado frente a los papás de tus amigos —le pidió su madre, dándole un suave empujón para que baje del auto.

Lamentablemente, era muy obediente como para portarse mal frente a otras personas, pero eso no quitaba que siguiera frustrado. Sabía que no la pasaría nada bien en ese paseo, sobre todo porque la idea de los adultos era hacer que los tres jovencitos compartan una carpa.

Una serie de saludos cordiales y risillas de amabilidad después, el grupo se juntó, para comenzar a instalarse en el espacio escogido. Como la que mejor conocía el lugar, la madre de Beomgyu tomó las riendas de la organización, mientras conversaba sobre cosas de padres con el resto de papás.

—Ustedes vayan a pasear por allí, chicos —sugirió, prácticamente empujando a los menores fuera del círculo de instalación.

—Bueno, supongo que me toca darles una guía. —Beomgyu aceptó rápido, tomando a Soobin y Taehyun de las manos para arrastrarlos hacia otro lado, dejando que los adultos se encarguen de las carpas.

Apenas estuvieron fuera del alcance de sus padres, Soobin sintió que su amigo soltaba su mano, lo que no le tomó por sorpresa, considerando los eventos recientes. Terminó por meter las manos en sus bolsillos, dispuesto a seguir el camino de su guía no-oficial.

Esa disposición no se transformó en acción, sin embargo, porque sin darse cuenta se distanció de la conversación de la pareja, tomando la oportunidad para conectarse con la naturaleza a su alrededor. Podía ser lindo, en realidad, observar el bosque que lo rodeaba, todas las hojas anaranjadas en proceso de marchitarse por el otoño y dejarse llevar por el camino que aún no había sido recorrido.

Eventualmente, se perdió por seguir su instinto, y cuando volvió a ponerle atención a su entorno, se dio cuenta de que estaba solo. Maldijo por lo bajo, corriendo hacia su derecha, donde esperaba volver a cruzarse con sus amigos.

Lo que definitivamente no estaba esperando era que una piedra lo golpee en el hombro.

—¡Lo siento! —Una voz desconocida se hizo presente a lo lejos—. No sabía que habían más personas aquí...

kiss me, heal me.「soogyu」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora