de soldados

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(Aviso, por si acaso: No hay continuidad del capítulo anterior a éste. Aquí, volvemos a un capítulo anterior, sólo que desde una perspectiva diferente).

 Aquí, volvemos a un capítulo anterior, sólo que desde una perspectiva diferente)

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—¡Soobin! ¡No está aquí!

Beomgyu acababa de percatarse de que había perdido de vista al mayor, comunicando su alarma al detener a su novio.

—No creo que haya ido muy lejos —Taehyun trató de calmarlo, aunque sentía la misma alarma, porque estaba convencido de que lo vio a su lado tan sólo unos segundos atrás—. ¿Quizás lo esperamos aquí?

La mueca escéptica de Beomgyu le hizo saber que no consideraría su idea. Más aún, cuando soltó su mano y volteó hacia su izquierda, dándole la espalda, pudo hacerse una idea de lo que pensaba hacer.

—Tú quédate aquí —le indicó—, yo volveré por donde vinimos, tengo miedo de que le haya pasado algo malo.

—Pero, no sé cómo volv-

Antes de que pudiera argumentar, Beomgyu ya había partido, tan rápido como lo hacía en las carreras de atletismo de la escuela.

—Adiós para ti también. —Taehyun soltó un suspiro, observando sus alrededores, un mundo que le resultaba totalmente desconocido. Por lo menos era de día.

No es que no quisiera encontrar a Soobin, pero tampoco quería ser él quien termine perdido. Por eso, supuso que lo mejor sería hacerle caso a su novio y mantenerse por la misma área, dejando que Beomgyu sea quien lo busque, porque, de todos modos, parecía una necesidad imperiosa para él.

Taehyun no era estúpido. Por supuesto que sabía que Soobin y Beomgyu tenían algo especial, desde ese día en el que los atrapó escondidos en un salón de clases, donde el menor besaba el cuello del mayor. No era algo que amigos normales hicieran.

Aún así, ninguno de ellos le había verbalizado la idea de gustar del otro. Es más, el día en el que Beomgyu le confesó que le gustaba y que quería ser su novio, lo primero que hizo Taehyun fue preguntarle si no le gustaba Soobin, porque le tomó algo desprevenido. Sólo cuando le dijo repetidas veces que no, que le gustaba él, fue que pensó que no tendría nada de malo darle una oportunidad.

Pese a ser novios, Taehyun aún tenía presente la idea de que había algo entre ellos, o que, por lo menos, algo había pasado. Desde ese momento, notó a Soobin mucho más distante y a Beomgyu esforzarse por ignorarlo, lo que sólo le dejaba más sospechas. Tenía algunas hipótesis, pero ninguna parecía encajar perfectamente bien...

Lo que no pensaba aceptar era que ese vínculo fuese mágico, predestinado o como sea que le llamen, porque, sinceramente, no podía creer en esas cosas. Ninguno había logrado convencerlo con buenos argumentos, así que lo rechazaba.

Más bien, el argumento del vínculo predestinado sólo le llevaba a creer que aún había una chispa entre ellos, lo que activaba un lado que no conocía en sí mismo: los celos. Cuando Soobin se acercaba mucho a Beomgyu, o cuando Beomgyu parecía tener a Soobin como prioridad, Taehyun sentía que se había metido en una ecuación sin salida, que estaba interfiriendo en una relación preexistente... Pero ninguna ridiculez del destino.

kiss me, heal me.「soogyu」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora