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"La enfermería" se trataba, en realidad, de una banca afuera de una rudimentaria cabaña frente a un lago, donde, por suerte, quien sea que viva allí había instalado un botiquín

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"La enfermería" se trataba, en realidad, de una banca afuera de una rudimentaria cabaña frente a un lago, donde, por suerte, quien sea que viva allí había instalado un botiquín. Esto le permitió a Kai lavar la herida, aplicar una crema para que deje de sangrar y cubrir su hombro con todos los vendajes que tenía disponible.

—Creo que ya está. —Le sonrió, acomodando su polera de vuelta tras cumplir con su improvisada labor de enfermero—. De nuevo, lo siento-

—No te preocupes, me imagino que no todos los días aparece alguien nuevo por aquí —interrumpió Soobin, invitándolo a tomar asiento a su lado—, y, hablando de eso... ¿por qué estás tú aquí?

—Oh, vengo algunos fines de semana con un amigo —respondió, desafiando sus expectativas al mencionar que estaba acompañado—. Tiene sordera genética, así que lo acompaño por precaución. Uno nunca sabe cuándo puede toparse con un jabalí.

Soobin jamás había conocido a alguien con sordera, así que se le hacía interesante la idea de ver cómo se comunicaban. Asumía que Kai conocía lenguaje de señas coreana, claro.

—Le gusta mucho pescar, por algún motivo. Mientras él se sienta en la orilla del lago por horas, esperando a que un pescadito atrape su cebo, yo me quedo por aquí haciendo mis tareas del colegio, porque es el único lugar donde no me distraigo.

Por unos minutos, lograron mantener una conversación amena sobre sus intereses más superficiales, sin necesidad de forzar el vínculo. Aunque por momentos le parecía como si la historia que narraba Kai estaba siendo inventada de imprevisto, era agradable conversar con alguien nuevo sin necesidad de pasar por la incómoda fase de los primeros días de conocerse, alguien que sí valoraba su compañía, o al menos lo aparentaba.

Esto, hasta que unos pasos aproximándose llamaron su atención, llevando a que ambos se inclinen en dirección del ruido.

—¿Taehyun?
—¡Yeonjun!

El nombre desconocido hizo que Soobin voltee en dirección a su nuevo amigo, para buscar una respuesta. Tuvo que esperar a que se separaran, ya que su instinto inmediato apenas se encontraron había sido el de abrazarse. ¿Acaso él era...?

—Sí, es mi amigo —explicó Kai una vez que se distanció, antes de mover las manos con dexteridad, entregando un mensaje encriptado para todo aquel sin nociones de lenguaje de señas.

Yeonjun devolvió un mensaje mucho más largo y difícil de seguir, al que Soobin dejó de prestarle atención tras un par de segundos, para enfocarse en cambio en su rostro, con la intención de leer sus expresiones. Terminó distrayéndose porque era igual de lindo que Kai, pero su cabello rubio atado en un moñito y torso descubierto le daban más una vibra de... ¿surfista?

—¡Adiós! —La voz de su nuevo amigo lo ancló de vuelta a la realidad—. Si sigues por aquí, hablamos luego, ¿sí?

—¿Qué? ¿Qué pasó?

kiss me, heal me.「soogyu」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora