Capítulo 49: ¿Donde estoy?

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(Perspectiva de Victoria)

Mi corazón latía con rapidez mientras recogía todas mis cosas con torpeza

-Victoria relájate, ¿Qué pasa?- dijo Mariana. La verdad que la llamada me afectó tanto que no les dije nada

-N-Natalia, ella, Leire, eh- tenía tantos nervios encima que no podía ni formular bien una frase. Mariana me agarró de los hombros para que la mirara

-Respira, piensa lo que vas a decir y después habla- respire profundo

-Leire me ha llamado, han encontrado a Natalia- Mariana y Mauro se miraron entre ellos con los ojos abiertos- Me ha dicho que la llevan al hospital, por eso estoy recogiendo las cosas-

-Mauro coge el coche- dijo Mariana mientras me ayudaba a buscar una camiseta.

Cuando tuvimos todo listo, nos montamos en el coche y nos dirigimos al hospital. Aproveche y mire todos los mensajes que tenía de Leire, la cual me confirmaba que estaba viva, que no en las mejores condiciones, pero, que respiraba, que estaban yendo en ambulancia al hospital y que me esperaba en la entrada.

Al llegar, me bajé junto a Mariana mientras que Mauro aparcaba el coche. Camine deprisa mirando a todos lados hasta que vi a Leire apoyada en la pared, al lado de la entrada del hospital

-¿Cómo está?- pregunté nada más llegue a su lado

-Si ha sido un trabajo difícil, gracias por preguntar, ¿Qué dices?, aaa, no es nada, solo hago mi trabajo- dijo con una voz y sonrisa sarcástica

-Perdón- ella se rio

-Estoy de coña, se la han llevado para hacerle un par de pruebas, pero la cosa se ve mal- mi cuerpo se tenso- no he hablado con los médicos, pero yo no la vi bien. Además en la ambulancia, constantemente le ponían los tens porque su corazón no podía solo- ¿se está muriendo?

-¿D-dónde está?-

-Con los médicos, te lo he dicho antes- al ver mi cara entendió que le volviera a preguntar- Anda ven, vamos a la sala de espera, creo que la habitación donde la tienen ahí una-

Con eso la seguí. Al llegar vimos la pequeña sala de espera en la cual nos sentamos a esperar. Le envié un mensaje a Mauro para decirle donde estábamos.

Esta situación me recordó a aquella vez en New York, cuando se desmayó y la tuvimos que llevar al hospital, lo único que cambiaba, es que en ese caso sabía que estaba bien y en este, ahí una posibilidad muy alta de que no la vuelva a ver.

Mire la hora de mi móvil. Marcaban las tres de la mañana. Llevaba aquí desde las once. Mauro apareció hace rato y me dijo que me durmiera un poco así que eso hice. Leire también está aquí con nosotros aunque ella sigue dormida junto a Mariana quién de vez en cuando habla cosas raras en sueños

-¿Han dicho algo? - dije en voz baja mirando a Mauro

-De momento no, pero hace un rato no paraban de entrar y salir médicos- mis nervios subieron

-¿Tu crees que ella estará bien?- Mauro suspiro

-¿Quieres que te diga la verdad?- asentí- Lo veo difícil, en un momento me levanté para ver dentro y la vi entubada entera y sinceramente, no se veía nada bien. Si sobrevive será todo un milagro-

-Esperemos que ese milagro suceda-

-¿Has avisado a sus padres?- negué

-De momento no, pero Leire me dijo que lo haría ella, que no me preocupara- Mauro asintió

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Son las cinco de la mañana y todavía no sabíamos nada. No me había vuelto a dormir de los nervios, los cuales aumentaron, con vi que varios médicos venían corriendo a la habitación de Natalia.

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