CAPÍTULO 21

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Hans Cramer


No estaba tan a tiempo para la primera hora de la clase, pero a veces esto me suele valer un carajo. Apagué el motor de la motocicleta. Mis pasos eran casi lentos, mi vista al móvil revisando algunos mensajes. No siempre usaba la entrada principal para llegar a los pasillos del instituto. Me dirigí del otro lado, por donde está la otra puerta de la cafetería. Parecía un día de lo más normal: el cielo despejado, los rayos del sol pegar los árboles e iluminar toda la fachada de la escuela. De pronto entra alguien para avisar que se están a punto de dar a golpes, pero no me importa en lo absoluto quien se rompa la cara, total, cada quien se mata como quiere. Otro inquiere que si son relevantes o si son los típicos que molestan a los débiles. El que entró a avisar dijo que eran dos chavas; la mejor amiga de la capitana de porristas, rápidamente vino en mi mente el nombre de Megan Anderson.

Pero la curiosidad mató al gato, no era normal que una porrista se esté apunto a agarrar de las greñas con alguien. Continúe mi caminar cruzando toda la cafetería hasta llegar a su puerta principal, que me llevaría al pasillo donde están los casilleros. Vi cómo el alumnado ya estaba rodeado por completo a las que se estaban peleando, porque sí lo estaban haciendo. Las cámaras de todos los móviles apuntaban al centro de la batalla. El ruido que había era solo incitando a más de lo que ya están viendo los espectadores presentes. Traté de visualizar quiénes eran específicamente, pero no podía distinguirlas. Eché la vista a uno de los teléfonos que estaba grabando, lo único que podía ver era a la chica con el uniforme de porrista, siendo dominada por su contrincante. Me adentré más de entre el alumnado y alcancé a ver a la chica con el cabello suelto, aquellos audífonos inalámbricos tirados del otro lado. Alcancé a ver a André del otro lado tratando de meterse para ver más de cerca el espectáculo de pelea.

Logue entrar y me quedé completamente impresionado de quién estaba golpeando a la porrista. Ari era la que tenía tirada al suelo a Megan. Megan trataba de cubrirse la cara. Ariana estaba completamente desatada de ira. Esto no me lo esperaba. Sin pensarlo más, tomé a la chica de los hombros, soltando de un grito su nombre. André se metió para ayudar a levantarse a la que estaba tirada al suelo. Él maldijo casi en mi mismo tono.

La respiración de Ari era pesada, mientras que la porrista tenía todo el cabello alborotado y es que lo más curioso de esta pelea es que no se estaban agarrando del cabello, era una pelea a puño libre y la que llevaba ganando era Grant. Podía sentir la adrenalina correr por la sangre de la chica.

―Ari, mírame ―en mi intento de no parecer desesperado a lo que le estaba pasando—, tengo que sacarte de aquí. ―Pero parecía estar lo suficientemente enojada como para tener la mente clara y despejada.

―Suéltame, idiota ―Ari bufó con resentimiento―. Aún no termino de hablarle a esa perra.

La cara de Megan tenía una mezcla de miedo e impotencia. Pero aun así se veía que ella aún tenía algo más que decir, porque dibujó una pequeña sonrisa amenazante.

―Como cereza de tu puta relación con Etan. Adivina, ¿dónde pasó el día de tu cumpleaños?... ―todos estaban atentos a lo que iba a decir la chica, que todos enfocaron la cámara a ella y luego la pasaban a Ari―¡exacto! Justo lo que estás pensando. Él la pasó al lado mío, en mi cama, y, créeme, fue la puta mejor tarde de toda mi vida. Hasta me hizo sentir las putas estrellas que nadie puede bajarnos.

La chica no dijo más y se zafó del agarre de André. Todos quedaron sorprendidos a la confesión que hizo la porrista y esto iba a ser una completa locura de entre todo el alumnado. Los rumores y chismes serán los primeros en que invada todo el instituto y será la boca de todos: "la novia del capitán de rugby la engañó con la mejor amiga de las porristas"

GOLPES DE LA VIDA ✓ [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora