Sálvame (Aizawa x Lectora)

V'S 8

Estaba sentada en el suelo de aquel baño mientras seguía aprendiendo las letras de las canciones, sorprendentemente me resultó fácil aprenderlas y el tiempo resultó ser suficiente para aprenderme las tres canciones.

Una vez que ya sabía todo de memoria era momento de cantar, no tenía ni idea de cuánto tiempo me quedaba pero debía intentarlo.

Comencé a cantar lo que había aprendido pero sonó horrible, mi voz estaba temblorosa y terriblemente baja.

Yo solo suspiré y empecé a cantar de nuevo, no había pasado mucho tiempo, por ende no había ocurrido mejoría.

Mientras seguía intentando cantar escuché la voz de Haru detrás de mi —Se te acabó el tiempo, vamos— Me tomó del brazo sacándome del baño.

—¡Ya vamos tarde, rápido no quiero que nos descuenten el primer día!— Fuji me acomodaba la peluca y el vestido.

—Y...¿Kazu no tiene que asegurarse de que ella no tenga oportunidad de escapar?— Haru señaló a Kazu ganándose una mirada de desprecio.

—Tienes razón Haru...a este paso nos van a descontar el día— Fuji estaba molesto por algo.

Fue entonces cuando Kazu habló —No se preocupen, una vez tenga activa una orden cualquier otra puedo decirla sin necesidad que tenga a la persona en frente, terminen de arreglarla— Kazu intento quitarle importancia.

Fuji el cuál seguía arreglando mi vestido le dijo a Kazu —Dale las órdenes que ella tiene que saber y las demás se las das cuando nos vamos—

Kazu el cual estaba sentado en uno de los sillones se levantó y se posó frente a mi —____— en cuanto pronunció mi nombre sentí como su quirk se activaba.

Kazu me tomó del mentón —A partir de ahora con cualquier otra persona que no seamos nosotros tendrás otro nombre y apariencia, te prohíbo hablar de nosotros o de tu verdadera identidad—

—Solo usarás tus portales para venir y en caso de preguntas personales darás respuestas precisas y rápidas— Kazu me miró fijamente a los ojos, amenazante.

—¿Entendiste...Miruki Tanaka?— En cuanto mencionó esas palabras mi cuerpo, en contra de mi voluntad asintió.

Kazu me soltó y se sentó nuevamente en el sillón mientras sacaba una libreta y comenzaba a apuntar algo.

—¿Miruki...Tanaka?—  Aún estaba en shock.

—Si, a partir de ahora te llamarás así cuando salgas de aquí y no pienses que eso será todo, Kazu sigue copiando más órdenes, solo que las que faltan no las vas a escuchar— respondió Haru con indiferencia.

—Ya estas lista— Fuji me mostró una foto —Abre un portal aquí— Lo obedecí y lo cree, al entrar pude ver que estaba detrás de una pared en un callejón.

Del otro lado del portal Fuji me dió una hoja con instrucciones sobre a dónde me tenía que dirigir.

—Sigue está dirección hasta llegar al bar, y ni se te ocurra intentar escapar, Kazu lo tiene todo cubierto— Fuji me miraba fijamente.

—Te recomendaría que no te encariñes, en cualquier momento nos iremos de aquí— Fue lo último que me dijo antes de que el portal se cerrará.

Comencé a caminar por dónde el papel me indicaba, en una o dos ocasiones intenté desviarme del camino pero mi cuerpo no respondió —Tenia que intentarlo—

Me sentía frustrada, estaba sola, caminando en una calle, estaba prácticamente libre, pero las órdenes de Kazu me perseguían manteniendome encerrada.

No había nada que pudiera hacer, solamente será un trabajo y cuando ellos encuentren al mejor postor me venderán y lo que haya hecho aquí será olvidado.

A los cinco minutos caminando pude divisar aquel bar el cuál sería mi nuevo lugar de trabajo, por más surrealista que suene esa palabra.

Mientras intentaba caminar correctamente debido a los tacones que Fuji me había dado, llegué al bar, pude ver que en una de las puertas traseras habia una mujer de cabello gris y ojos violetas saludándome.

—¡Señorita Tanaka, por aquí!— La chica me miraba con una sonrisa.

Rápidamente me acerqué a la chica, tenía que mantener mi papel, obligatoriamente, tampoco es que pudiera pedir ayuda.

—Buenas...noches— dije un poco cabizbaja.
La chica me miró con sorpresa —Señorita no se asuste no mordemos jaja— Me tomó suavemente del brazo para luego entrar al bar por la puerta trasera.

Al entrar pude ver la parte de trasera de un escenario, nos cubría un telón, me asomé y pude ver cómo comenzaban a llegar los clientes.

—Señorita Tanaka, llegó justo a tiempo, se sabe las canciones, ¿No?— La chica de cabello gris me miraba con atención.

—Si, me se las canciones—

—Parece bastante tímida, ¿está segura de que no tendrá problemas con el escenario?— Ella me llevaba a una puerta.

—Eso...—no lo había pensado, nunca he cantado para mi, ¿como sería frente a otras personas?

—Bueno, tiene cinco minutos para prepararse, aquí está su camerino,usted presentará el inicio de la noche, la mitad de la noche y el final de la noche— Me metió a un cuarto bastante pequeño.

—Suerte, señorita Tanaka— Comenzó a cerrar la puerta —Miruki— la chica se detuvo al escuchar mis palabras —¿Disculpe?—

—Solo dime Miruki, no uses mi apellido—   La miré fijamente, la chica asintió y cerró la puerta.

—Cinco minutos para prepararme, ¿No?— me pregunté en un susurró.
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