Boda

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2011, Lilacertown

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2011, Lilacertown

Freddie estaba aterrado, y eso era decir poco a comparación de lo que realmente sentía. Parecía que estar tanto tiempo encerrado en los calabozos del Reino de Magia Negra realmente le había afectado.

Decidieron llegar a la cabaña de su nana, Cattherine. Había emprendido vuelo con su habilidad para volverse un dragon pero al querer aterrizar en tierra comenzó a nacer un dolor insoportable en su estómago, lo que hizo romper su transformación y caer desmayado. Con ayuda de Melanie y Jack lo llevaron en hombros solo para descubrir después que había sido maldecido por la Reina de las tierras extranjeras de las que fue recién liberado.

Claro que se asusto, estaba aterrado, pero decidió guardar el secreto y hacer como si nada estuviera pasando, hizo que juraran no decir nada a nadie, mucho menos a su prometido Jhonathan, quien era hermano de Melanie. Los tres que le ayudaban, muy a regañadientes, juraron por su vida que no dirían nada.

La semana siguiente regresaron a clases y todo fue lo más normal que pudieron, Freddie se concentró en terminar sus estudios y los demás comenzaron a planear. Cosas que para ellos eran tan normales hasta que la noticia del encarcelamiento de Cattherine, la prima Jhonson, se dio a conocer. Esto puso en alarma al grupo de amigos quienes estaban de un lado a otro intentando ver como rescatar a la joven. Víctor Jhonson siendo adulto responsable tuvo que viajar a los tribunales de la gran capital por casi toda la semana completa, dejando a su esposa a cargo de sus hijos con la promesa de que traería sana y salva a su sobrina.

Meses de desespero, y meses donde Freddie descubrió que estaba esperando un bebé, algo que no debía pasar y estaba fuera de sus planes y de todo pronostico. Entro en pánico, tanto que su paranoia le hizo repasar sus acciones, si se estaba cuidando y de cuando fue su última noche. Era muy joven aún, claro que quería tener hijos con él que sería su marido, pero no ahora.

Como aún no se notaba, no dijo nada.

Pero se alejo poco a poco, confundiendo a las personas a su alrededor.

Claro que el destino tiene otros planes y fue ahí donde tuvo uno de los accidentes más fuertes de su vida. Uno que casi lo tuvo en coma.

—Es probable que llegue a perder el embarazo—. De un doctor, esas son las palabras que todo padre desea evitar.

—Por favor, salvelo, haga lo que sea se lo ruego.

—¿Algún familiar que tenga para-?

—¡No! No, omita ese detalle, no hay nadie—. Interrumpió.

Sus hermanos iban a visitarlo y a darle noticias, Jhonathan también lo visitaba, todos los días sin falta. Le llevaba rosas y lo acompañaba en todo momento, Freddie quiso decirle muchas veces, hasta que vio como su hermana lo miraba.

Y cuando deseo hablar, notó qué Jhonathan también la miraba. ¿Dónde quedó yo? ¿Qué está pasando? ¿Fue mi culpa? Muchas dudas y miedos inundaron su mente. Pero si habían cambiado, entonces el no podía hacer nada. Le dieron el alta en el hospital.

Alejandro y Daniel se casaron. Y al terminar la boda, en medio de la noche con la luna en lo más alto del cielo, con la voz más calmada del mundo y sus sentimientos en la garganta, Freddie le dio su anillo a Dyane.

—Más te vale que lo cuides más que yo, que valga la pena haberme traicionado de esta forma, porque por más gemelos que seamos, créeme hermanita, tu no eres yo—. El mayor de ambos escupió a la joven, quien arrugó el ceño y tomó el anillo con rabia.

—Nunca fue tuyo.

—Yo solo digo, querida—. Sonrió con amargura.— El que se lo queda, pierde, pero recuerda, igualarme va a ser muy difícil, la apariencia no lo es todo.

—¡Eres un completo imbecil!—. Ladró la más joven, apretando sus puños viendo como el mayor se alejaba.

—¡Y ni se te ocurra poner un solo pie en el Inframundo porque yo mismo iré a cortar tu asquerosa y repugnante cabeza!—. Amenazó Freddie, dejando helada a Dyane.

2012,Abril. Sus dolores fueron más intensos, la oportunidad que tuvo fue para empacar lo que más necesitaba y correr a la casa de su hermano menor, Alejandro, quien al verlo tan débil y acabado no dudo en ayudarlo. Daniel lo llevó cargando hacia una habitación vacía mientras Alejandro llamaba a su suegra.

—¡Acaba de llegar! ¡Con gusto lo regañas aquí pero por favor, ven a ayudarnos porque se ve mal!—. Sollozo el albino totalmente asustado.

Días donde vigilaban constantemente al pelinegro ojiazul por turnos, en las noches Cattherine, por las mañanas Daniel y en las tardes Alejandro. Turnos donde a Daniel le tocó ver como Freddie se descomponia en llanto por el dolor que sentía, el no soportar el peso de su vientre. Un 15 de abril en la mañana comenzó a gritar.

Entonces solo estaban Daniel y su madre, Cattherine. El castaño llegó primero a la habitación, encontrando al pelinegro sosteniendo su barriga abultada mientras lloraba. Su rostro lleno de lágrimas, estiró su mano hacia el castaño y él la tomó con fuerza.

—D-Daniel, Daniel jurame por tu sangre, por lo que más quieras—. Azul no aparto la mirada del púrpura que adornaba las iris del castaño, quien le puso atención en todo momento.— Jurame que cuidarán del bebé que nazca de mi.

—Eddy no puedo hacer eso, es tuyo.

—No puedo hacerlo, confío en ti, en An, estará mejor con ustedes.

Azul seguía llorando, sollozaba mientras sentía como sus piernas eran separadas para que Cattherine pudiera ver como iba el asunto. Aunque eso se vio interrumpido cuando escucho el pedido de su alumno. Cattherine giro a ver a su hijo, Daniel estaba en shock, asustado, quería negarse, no porque no lo quiera sino porque no lo sentía correcto. Pero ver como Freddie se lo pedía desesperado y más aterrado que el era como si se fuera a morir y estuviera dando su última petición.

—Juralo Daniel, por favor.

—Yo, Daniel Jhonson, juro ante ti, Freddie Junior Miller, por mi magia, mi sangre y mi vida, que protegeré y cuidaré como a un hijo al bebé que sale de ti.


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Desde el Reino de Magia Negra
Con fecha del 27 de Octubre

Dirigida a su Majestad el Rey Freddie Junior Miller del Reino del Inframundo, con dirección al Palacio Real

Dirigida a su Majestad el Rey Freddie Junior Miller del Reino del Inframundo, con dirección al Palacio Real

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El Alumno Del ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora