Ahí estaba con las manos sobre su cabeza, amarradas a una hermosa cadena de color rojo vivo, su respiración se recortaba, con cada golpe, sus pezones estaban duros, su falo estaba lo suficientemente duro para sentirlo gotear, estaba sintiendo placer, sus ojos estaban vendados, su boca entre abierta, Dios le encantaba ser sometido.
—Más fuerte, golpea más fuerte.— Suplicó el de piel blanca, con las suficientes marcas en su espalda, marcas que amaba sentir en su cuerpo en aquel acto de pasión y deseo.
—No puedo joven Lee.— La voz del chico se quebró.
El joven atado, se soltó de sus cadenas, pues sabía como hacerlo, pues en esos tipos de actos si no puedes controlarlos pueden ser peligrosos.
—Jodete Lian.— Pronunció levantándose con el cuerpo expuesto y con este húmedo de sus fluidos, sudor, pre-semen y lubricación.
—Por favor... yo no puedo verlo
herido.— Musitó el joven.Su jueguito había terminado, el chico frente a él estaba enamorado, no, no, solo lo conquistó porque lo vio tan inocente, frágil, pero jamás pensó que eso llegaría al grado de enamorarlo.
—Oh demonios.— Colocó su bata azul de seda, vio a su amante sin un erección y con un sonrojo tierno en su rostro.
—Bien bonito, lo siento, pero tienes que irte——Felix... Lix... no, no me dejes, mira me esforzaré.— Suplicó el chico siguiendo al playboy el cual estaba arreglándose el desastre en su rostro.
—Un hombre que no puede tener una erección mientras me azota, no es mi tipo.— Tomó su mejilla. —Hagámoslo por las buenas muñequito sal de aquí y no vuelvas.—
Los ojos del chico se llenaron de lágrimas y salió del lugar, ahora estaba en su mansión con una erección y solo. Maldita sea.
Tenía que encontrar un buen amante o terminaría con muchos problemas en su cabeza. Y no solo en la de arriba.
Felix estaba por cumplir 23 años, lo tenía todo, era perfecto, guapo, atractivo, su piel era lo suficientemente hermosa para hacerte sentir que si la tocabas podrías estar en el cielo, sus ojos brillaban cuando una sonrisa se posaba en su rostro. Era millonario y el hijo único de unos de los CEO mas importantes de su país, con el futuro asegurado vivía entre fiestas, el modelaje y el sexo, si sexo mucho sexo, era todo un playboy, jamás se enamoraba ni muchos menos era sumiso por nadie, bueno nadie en su cama, pero en el roll del sado, ser el sumiso era su mas grande placer. Pero no habían encontrado aquel que lo pudiera poner de rodillas a suplicar y creía firmemente que jamás encontraría a nadie.
—Lee Felix ¿Te acostaste con mi secretario?, ¿Con Lian?, el chico que traje de Estados Unidos.— Cuestionó su padre molesto.
—Sí padre, pero me dejo duro, es un niñato.— Bufó sin mucho problema tomando café
—Por Dios, es un niño tiene 21 años.— Pronunció su padre
—Ay sí, lo dice el que tiene un novio de 25 años a sus 45.— Sonrió burlescamente. —Créeme padre que tu amante agradecerá que me lo haya tirado yo y no tú.—
—¡Demonios Felix!, definitivamente no se puede hablar contigo.— Dijo su padre molesto. —Tienes una reunión con un empresa de publicidad para que seas la cara de una marca reconocida, por favor esta vez intenta no tirarte alguien mientras estás ahí.—
—No puedo hacer promesas que no puedo cumplir.— Su papá puso los ojos en blanco y salió de la casa, mientras el joven modelo tomaba su café, su móvil sonó y lo miró, su amigo Seungmin le había mandado la foto de su nuevo amante al menos este si pudo descargarse.
Una hora más tarde estaba sentando en una gran oficina mirando la revista de la empresa.
—¿Usted es Lee Felix?— Ahí estaba el hombre más condenadamente caliente que haya visto en su vida.
—Demonios...— Musitó. —S-si.— Se levantó y tomó su mano. —Soy Lee Felix, pero usted en la cama me puede llamar como quiera.— Y cerró su ojo coquetamente.
—Bien, tome asiento.— Fue ignorado, había ignorado al playboy más codiciado en las altas esferas de la sociedad, el hombre que tiene a cualquiera a sus pies. —Llegó una hora tarde, como usted sabe...
—Deténgase, yo no llegué tarde.— Aventó su carpeta. —Odio traer papeles, pero mi padre me obligó, ahí dice la hora, llegue 15 minutos antes, que su gente sea unos ineptos, no es problema mío.—
—Oh ya veo, lamento la confusión, además de mi poca amabilidad, mi nombre es Lee Minho.— Dijo el hombre sexy de voz gruesa. —Me gustaría que fuera modelo para la revista de este mes, la paga será muy buena como los contactos que podrá tener...
—CEO Lee, yo no necesito dinero, la razón por la que modelo es básico, popularidad, escalar alto y sobre todo el sexo, dígame ¿Puede darme las tres?, aunque realmente solo quiero uno,
sexo.— SonrióEn este juego de pasión y sexo, hay una línea peligrosa que no se debe cruzar, porque alguno de los dos terminaría perdiendo. Y eso estaba por descubrirlo Felix.
Muchas gracias a makishi_konue por dejarme adaptar su historia 💗
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Línea peligrosa [Minlix]
FanficFelix es el playboy y modelo más codiciado del país, tiene la fama de acostarse con quien se le venga en gana, nadie se queda a su lado y nadie lo hace doblarse y rogar. Nadie hasta que llega un CEO que lo cambiara todo, uno muy peligroso. Ambos com...