Había pasado una semana desde que Minho perdió aquello que lo mantenía cuerdo. Primero fue una promesa a una persona a la cual le fallo, luego fue enamorarse hasta el desespero mismo. Aun si cerraba los ojos podía ver sus pecas, su sonrisa y su voz. Amaba su forma tan descarada y ególatra de ser, amaba todo lo que le podía producir, pero ahora, ya no estaba.
La botella vacía en su mano fue rota contra la pared. Se levantó, con la ropa arrugada, la camisa a medio fajar, para caminar por aquella fría casa, buscando el bar. Al entrar tomo otra botella para empinársela y beber lo más que su garganta pudo sostener, mientras el ardor recorría esta.
Quería ahogar esas voces que le decían que todo era mentira, que debía verificar todo, que debía correr y buscarlo, que no era cierto él no debía estar muerto.
La puerta se abrió para dejar pasar a Bang Chan, quien casi corrió para sostener a Minho, quien a ese punto ya no está sobrio.
—¿Cuándo creciste?— Dice con una sonrisa triste. —Me alegro verte.—
—Minho.— Pronunció con tristeza, para luego acomodarlo en el sofá. —Ya no debes beber.—
—Estoy celebrando, ahora soy el CEO en el puesto 5to.— Musita. —Ya Lee ni siquiera esta.—
—Minho, supe lo de Felix, su padre hizo una rueda de empresa y dijo que había sido un accidente, pero Seung no lo aceptará, está seguro que Felix no está muerto.— Intenta quitar la botella de la mano de su amigo.
—Felix está muerto y punto.— Volvió a beber.
—Seungmin me contó que él no era un chico que dejara todo así, que estaba seguro que él está ocultándose y es por algo.— Le tomo del hombro para que lo mire. —¿Tú crees realmente que él este muerto?, ¿Tu corazón no te dice algo?—
Y es que era cierto, su corazón se negaba a creer eso, él solo vio una foto y una urna, no hubo cuerpo, además su corazón a un decía que lo buscara.
—No lo sé, solo sé lo que duele... duele aquí.— Señaló su corazón.
—Lo sé.— Y lo abrazó en un reconfortante silencio
ESTÁS LEYENDO
Línea peligrosa [Minlix]
FanficFelix es el playboy y modelo más codiciado del país, tiene la fama de acostarse con quien se le venga en gana, nadie se queda a su lado y nadie lo hace doblarse y rogar. Nadie hasta que llega un CEO que lo cambiara todo, uno muy peligroso. Ambos com...