Luz en la Oscuridad (Omegaverse, Yoonmin)

Capítulo 52

Aunque a muchos les parecía tabú, el que un alfa acompañara a un omega durante su celo era perfectamente normal, no siempre tenía incluido que terminara en una situación caliente, simplemente a veces la mera compañía de un cuerpo grande y fuerte junto con un aroma penetrante era más que suficiente para que el omega estuviera tranquilo.

Yoongi no recordaba cuando fue la última vez que ayudó a algún o alguna omega a aliviar su etapa caliente en el celo, después de Suran salía poco a fiestas o a bares, casi siempre iba con sus amigos pero en algunas ocasiones todos tomaban caminos diferentes, por lo que a veces terminaba metido en la cama de algún motel con el omega en cuestión, algunos aprovechaban esas ocasiones para poder buscar alguien que los aliviara en su celo, por lo que sabía lo intensos que podían ser. Aun así, todos esos eran omegas que ya tenían experiencia previa en lo que el sexo se refería, lo opuesto a Jimin, él era un omega virgen cuando lo conoció y pese a que según palabras del menor si se había tocado incluso antes de conocerse, eso no quitaba que su experiencia era nula, solo con él había empezado su vida sexual, gracias a eso y a lo tímido que podía llegar a ser, le asombraba lo desinhibido que era en ese momento.

Claro que no era tonto, sabía que era por el celo y que estaba justo en el segundo día, ósea, en el día con más hormonas revoloteando en el cuerpo del pequeño omega, por lo que su libido se disparaba y las ganas de ser penetrado una y otra vez eran altas.

Su cadera se sentía ligeramente maltratada, durante la segunda ronda el menor volvió a empeñarse en ser quien llevara las riendas, por lo que sin dudar se montó sobre su cadera y lo montó hasta que ambos llegaron al orgasmo, también según lo que había leído era uno de los síntomas de la reciente marca, ambos no podrían separarse durante varias horas más que para ir al baño, pues debían fortalecer su unión espiritual de todas las maneras habidas y por haber, por lo que si ya Jimin se encontraba sensible, con la marca recién hecha era un chicle andante.

Después de esa segunda ronda ambos cayeron agotados a la cama, solo para abrazarse y darse mimos entre ambos hasta que el cansancio venció sus cuerpos y durmieron hasta quien sabe qué hora del día, cuando el cuerpo de Yoongi se sintió entumecido de tanto dormir, se aseguró de que el menor estuviera dormido para levantarse, bañarse para quitarse un poco de fluidos de encima y preparar el desayuno para los dos, bueno, sería almuerzo pero no importaba. Mientras esperaba a que el agua para su café y el té de su omega se calentara, comenzó a hacer rollos de huevo, también había cortado unos trozos de manzanas con dos cachitos en rojo representando así las orejas de un conejo.

Una vez todo hecho, colocó todo en una bandeja y subió a su habitación con una sonrisa en su rostro, estaba emocionado por mostrarle a Jimin la sorpresa que le tenía, aunque es emoción duró poco, al entrar solo se encontró con unos ojos aguados mirándole con un puchero y su cuerpo entero envuelto hasta la cabeza con la manta de la cama, el omega estaba sentado en posición de indio mientras hipaba mirando hacia la puerta y sus mejillas rojas estaban mojadas en lágrimas.

-¿Cariño, que pasó?- dejó la bandeja en su escritorio y se acercó a su pareja, quien no dejaba de hipar y tocó su mejillas enrojecida -¿Te duele algo? ¿Tu herida?-

Antes de poder revisarle los brazos del menor salieron de entre la tela y se enrollaron en su cuello, hundiendo su rostro en este y olfateando con esmero su aroma a tierra mojada y juanilama, por medio del lazo pudo sentir la congoja y el miedo del omega, por lo que pudo entender que este al levantarse y no verlo en el cuarto se habría asustado.

Error de alfa que recién marca a su omega.

-P-pensé que... m-me habías... abandonado...- murmuró Jimin sin dejar de abrazar el cuello de su alfa.

-Perdóname mi amor, estaba haciendo el desayuno, como estabas durmiendo tan rico no quise molestarte- sus brazos habían rodeado la fina cintura del menor y le estrechaban contra su pecho –Debí poner atención a nuestro lazo-