7. En espera

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Jareth

No puedo quitarme sus ojos y su sonrojado rostro de la cabeza, ¿cómo puede alguien ser tan perfecto?

¿Cómo puede ser tan hermosa?

Ya sabía que era bonita, pero no esperaba que fuera deslumbrante y joder, lo es.

No se trata de un enamoramiento instantáneo, no, es mucho más que eso, claro que al verla mi cuerpo fue recorrido por miles de temblores, un solo vistazo a sus ojos puso en alerta todas mis terminaciones nerviosas, pero no me enamore.

Aunque creo que podría hacerlo, bueno no lo creo, estoy seguro.

Viene aquí con un solo fin, y era encontrarla, ahora que lo he hecho no estoy seguro de que camino recorrer, pero sea el que sea, estoy seguro que solo terminará de una forma, con la luz que emana de ella es imposible que termine de cualquier otra manera.

Jamás la sola visión de alguien me había hecho sentir lo que verla a ella me provocó, pero aunque una gran parte se debe a lo hermosa que es, otra se debe a las razones que me trajeron aquí.

Revisó una vez más los mensajes que le envíe apenas salimos de clases y sigue sin responder.

–Pareces demasiado concentrado en algo que no es el plano– la voz de mi mejor amigo y socio me hace levantar la vista.

Ian me observa con una ceja arqueada y una sonrisa burlona, mientras con una mano señala el teléfono y con la otra el plano.

–Lo siento, pero es que la he encontrado– cuando me escucha por un momento parece que no entiende de qué estoy hablando, pero pasan unos cuantos segundos y su rostro pasa de la burla a la sorpresa.

–¿De verdad?, ¿tan rápido? – como yo parece casi en shock.

–Sí, y deberías verla es mucho más hermosa que lo que Fer nos dijo– respondo y él me mira con incredulidad.

–¿Qué harás ahora? – pregunta.

–No lo sé– me encojo de hombros.

Ojalá supiera cómo seguir desde aquí, pero cuando Fer me hizo prometer encontrarla y un sinfín de cosas más no me plantee que haría una vez que la localizará, ni siquiera esperaba que fuera tan hermosa como es realmente.

Le doy un vistazo al retrato pintado a mano que cuelga de la pared tras Ian, el talento de Fer es palpable pero joder, no le hace justicia a la realidad.

La siguiente hora la pasamos entre planos, contratos y papeles, cuando Ian y yo nos asociamos hace unos años jamás creí que creceríamos tan rápido, ni lo suficiente como para trasladarnos a una ciudad pequeña de Canadá. Pero lo hicimos, y ahora solo queda esperar que todos los cambios y todo lo que he hecho hasta ahora por Fer y las promesas que le hice valga la pena.

Pienso en la sonrisa de Sar y al verla tan hermosa y perfecta en mi cabeza se que sea lo que sea lo que pasé, va a valer la pena.

Cuando por fin terminamos de arreglar los planos del contrato que tenemos encima, me relajo y pido a mi secretaria que me acerque un café y que ella se tome uno también o al menos un descanso, feliz lo hace y sale corriendo a ver a su prometido al edificio de la esquina.

Le doy un sorbo a mi café y vuelvo a revisar el teléfono en espera de recibir la respuesta de Sar.

No hay nada, sigo en espera, no los ha visto y ahora solo me queda esperar a que responda durante no sé cuánto tiempo más.

Espero y mientras lo hago observo los retratos y cada pintura que hay colgada en la pared frente a mi escritorio, junto al que llamó mi atención hace un rato hay otro de una niña adorable de 10 años a la que nunca podré ver en persona pero que de algún modo conozco muy bien.

Hay un cuadro con escenarios de una pareja que me parece familiar, los últimos que pintó Fer y que me obligó a colgar en la pared bajo la promesa de no descolgarlos nunca hasta que llegará el momento.

¿De qué momento hablaba?

No tengo ni la más mínima idea, los últimos días Fer estaba bastante críptico y jugando una vez le dije que parecía un oráculo, pintando cosas que todavía no sucedían o que no había visto jamás, pero cuando lo dije el solo me sonrío como conteniendo un secreto, ese mismo día me entregó el cuadro de la mariposa blanca.

Una mariposa jodidamente idéntica a las que he visto todos los días desde que empecé a cumplir mis promesas.

Un mensaje me hace revisar el teléfono de un salto, espero que por fin sea una respuesta de Sar y lo abro ansioso.

Preciosa

Hola, si trabajo hoy, de hecho estoy por entrar.

Al leerlo suelto una carcajada, no esperaba una respuesta diferente, al menos no al principio, ya Fer me había advertido que se podría poner un poco difícil, que iba a tener que ganarme su confianza y es justo eso lo que haré.

Solo espero que Fer tenga razón y cumplir con estas promesas sea algo que termine siendo memorable.

Jareth

Estoy en espera entonces, recuerda

tengo una paciencia infinita

Me río al pensar en su cara sonrojada cuando lo lea, levantó la mirada a la ventada de mi oficina y tal como pensé ahí está de nuevo.

Una mariposa blanca revolotea fuera de la ventana.

La veo y lo sé.

Estoy en el camino correcto.


Nota de la autora

Jelou ¿cómo están?
Aquí les dejo este nuevo capítulo de esta historia que de verdad quiero tanto
Ojalá puedan compartir para que pronto seamos muchos más
Besos Mimi ❤️

Puedo verlosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora