Capitulo 3

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Una semana había pasado desde esa noche del miércoles. Si el tiempo pasa tan rápido que en un despertar ya eres abuelo... a veces solo quisiera despertar y no estar en mi piel. Los días fueron tan aburridos que puedo resumir a la perfección lo que haré el resto de la semana: Despertar, alistarme, ir a la universidad, culminar clases, ir a la pizzería, jugar, regresar a casa y dormir.

Es una aburrida rutina, la odio tanto... podría salir a fiestas con mis 'amigos', pero no me llama la atención emborracharme, bailar en una bola de carne joven toda sudada, oler el humo de drogas, intoxicarme por algún tipo de rete, vestirme para ser juzgada por la forma de mi cuerpo y lo más importante: No quiero ser otra más en la cama de un idiota.

Hay varios grupos a los que podría integrarme, pero no me siento cómoda en ninguno y para seguir intentando encontrar un lugar a la cual sentirse perteneciente prefiero mejor seguir en lo mío.

—¡Hey!, ya terminaron las clases.

La voz de Andrew me saca de mis pensamientos. —Si ya lo sé, gracias. -Le respondía amablemente.

—Andas muy perdida. Más de lo normal.

—Esto es normal para mí. -Le decía de manera obvia. —Me gusta perderme en mi mundo, especialmente en las clases de este profesor.

—A todos nos agrada hacer eso. -Reía él de forma suave.

Comenzaba a recoger mis cosas para posteriormente guardarlas en mi mochila negra con diseño de estrellas y lunas, tipo Sailor Moon. Una vez hecho todo solo salí por la puerta del aula.

—Tus modales sí que son extremadamente ejemplares. - ¡Oh! Cierto no le dije adiós a Andrew.

Me doy la vuelta y hago una reverencia de princesa. —Adiós Andrew.

—Adiós princesa maleducada. Que no te vayan a robar camino a casa por lo distraída que andas. -Me decía entre risas e imitaba mi postura.

Le dedico una última sonrisa e iniciaba mi caminata para retirarme de la universidad.

Mi camino rumbo a la pizzería es igual que siempre aburrida y bajo el sol de la tarde, no es tan ardiente como al medio día y aun así me molesta por lo que trato de buscar la sombra. Luego de una caminata de 37 minutos aproximadamente llego a mi destino.

La fachada del local es bastante simple, pero llamativa teniendo un gran letrero del nombre del lugar con su característico animatrónico. Al pasar por las puertas el bullicio de los infantes me recibe y ese olor a pizza algo agradable. Como siempre me dirijo al área de arcade para pasar mi tarde. Sin embargo, veo un papel de "Fuera de servicio" pegado en la pantalla de mi máquina favorita.

— "¿Así o más señales para demostrar que la vida me odia?" -Decía para mis adentros maldiciendo a la persona que la descompuso.

—¿La niña quiere llorar por no poder jugar? -La voz del tipo con ojos de plata me saca de mis pensamientos.

—No lloraré por algo como eso. -No lo había visto, él estaba en el suele en la parte de atrás de la máquina de arcade.

—Vamos, no te detengas después de todo es normal para los niños hacerlo cuando no obtienen lo que quieren. -Tenía una media sonrisa en su rostro, su tono de burla me saca de mis casillas.

—Tienes razón. El detalle es que yo no soy una niña. -Le respondía un poco molesta, no quería alterarme, sé que él busca molestarme no le daré el lujo de quitarme mi paz.

—Pues te compartas como una. -Movía y ajustaba alambres, o bueno eso creo solo puedo ver el movimiento de sus brazos.

—Aja, claro. Qué respuesta tan patética al igual que usted. -Quería insultarlo de muchas maneras.

"Flor de la Muerte" (William Afton x T/N)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora