"Flor de la Muerte" (William Afton x T/N)

Capitulo 1

Era una tarde tranquila, todo pasaba con normalidad. Los niños estaban jugando y haciendo ruido, los animatrónicos se encontraban dando su espectáculo y Foxy estaba dando una pequeña ¿qué? ¿contando un cuento? ¿historia?, en fin, lo que sea que sea normal para Foxy realizar. Yo me encontraba simplemente jugando en las máquinas de videojuegos enfocándome simplemente en no morir y perder mi puntuación que con mucha habilidad había logrado conseguir estaba a punto de superar al actual campeón... bueno en esta máquina y sí, ese sería un logro personal que quiero obtener, el por qué, simple: quiero perder mi tiempo en esto y sentirme orgullosa de mí misma por lo menos una vez este día.

Había niños corriendo alrededor de mí, pero honestamente no quería prestarles atención a estas... ¿cómo decirlo?... 'productos del amor'... o bueno mini personitas. Al cabo de unos momentos lo logré, superé la maldita puntación del que era el mejor. Me siento tan feliz que podía abrazar a alguien. Si, mejor no llegar a esos extremos, reía un poco y sonreía de un logró patético para alguien, pero para un amante de los videojuegos como yo se siente como la gloria.

Luego de ese momento de satisfacción coloqué las tres iniciales de mi nombre, - "luce tan bien"- pensé.

Recogía mis tickets de premio y me dirigía al mostrador para reclamar mi recompensa. Al llegar vi a una muchacha tal vez su edad este en unos veintes, no sé. Es algo bajita, cabello castaño, un rostro con los rasgos definidos y tiene cara de odiar a todos en el mundo. No la culpo si tuviera que escuchar llantos, gritos, peleas de niños durante seis días por mucho tiempo también estaría así.

—Buenos días, señorita ¿en qué le puedo ayudar? -lo dijo en un tono tan indiferente que ni si quiera me voy a molestar en responder. Solo le pase mis tickets.

—Bien. -Colocaba los tickets en una máquina pequeña. "¿ya hay una máquina que haga eso?, guau a este paso la tecnología me quitará empleo" -pensaba- "es algo de lo que no quiero pensar ahora" -tal parece que mi cara de asombro por esa máquina fue tan tonta que la chica detrás del mostrador le pareció graciosa. Cuando la maquina término de contarlos la chica volvió a hablar.

—Con esta cantidad puedes escoger entre los peluches de este lado de la vitrina. -señalo a unos peluches de la banda principal. - "bueno hora de tomar una decisión importante"- mis opciones eran un oso de freddy, una gallina, un zorro o un conejo.

—¿No tiene un conejo amarillo? -la chica se extraño

—No, no lo tenemos.

—Bien, escojo el conejo. -decía un poco decepcionada. - "puedo pintarlo de amarillo de todas formas, además me serviría de entretenimiento por un momento. Bueno hasta que me estrese por no poder pintar un conejo de peluche"—Gracias. -Decía para comenzar a caminar a la salida. Mientras observaba el lugar pequeños pedazos de recuerdos invadían mi mente.

Todo en este local me recordaba a mi yo de niña... solía venir de viaje todo un fin de semana a Utah, me hospedaba en un motel y venía al antiguo local junto con mi madre... que lindos recuerdos, solía pasar mucho tiempo en las maquinas jugando, comiendo pizza o bien viendo el espectáculo de aquel oso y conejo. Aunque siendo honesta mi favorito siempre fue el conejo, me gustaba más su diseño.

Estaba cruzando por la puerta de la entrada del local cuando vuelvo a sentir escalofríos en mi espalda. Vuelve esa sensación de estar siendo observada, lo sentí desde que entre al local hace unas horas, pero luego desapareció así que lo mejor será irme.

El camino a casa fue relativamente aburrido, no tarde mucho en llegar a mi hog-... lugar donde habito, por decirlo así. Al entrar cerré la puerta con llave por seguridad, dejé mi pequeña bolsa en la entrada y solo tomé mi peluche que había ganado. Ya eran cerca de las seis de la tarde y no tengo ganas de hacer nada, tengo tarea de la universidad, pero puede esperar una hora más. Camine por la entrada en dirección de la sala, los sofás me llaman y dicen "ven siéntate y relájate" ¿quién soy yo para negarme a un llamado tan sano?, me recuesto tomando aun mi pequeño premio.