Capitulo 4

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La paz de mi madrugada era interrumpida por el molesto sonido de la alarma en mi mesita de noche. Con los ojos aún cerrados estiro mi brazo para tratar de apagar ese infernal sonido, por más que trato de llegar a la alarma lo único que logro es darme un golpe con la esquina de la mesa.

—¡Ay!, ¡Ay!, ¡Ay!... -Me levanto de la cama abandonando el calor de mis sabanas junto un dolor en mi mano derecha. —¡Maldito jueves!, ¿es enserio vida?... Ahh. Bien, a empezar el maldito día.

Dicho eso me dirijo al baño para darme una ducha rápida, al salir me cambio, tomo un mini desayuno que consiste en cereal con leche. Salgo de mi apartamento con la sensación de haber olvidado algo, pero no es algo que me preocupe ahora.

Al llegar a la universidad corro por los pasillos para entrar al aula que me corresponde.

—Llegas a tiempo, ¿no tienes alarma o qué? -Cuestionaba Andrew

—Si, pero no quería correr en el trayecto acá.

—De acuerdo.

—Buenos días alumnos, espero estén bien. Ahora preparen sus cosas. -El profesor entraba y comenzaba a explicar la clase.

La mañana fue tranquila e interesante aprendí cosas interesantes lo malo es que a mis queridos profesores se les ocurrió dejar tareas complicadas a las cuales les tendré dedicar mucho tiempo, lo que significa que no podré ir a Freddy's. Con mis ánimos de siempre me encontraba recorriendo los pasillos, esquivando lo más que podía el contacto con los demás estudiantes. Ya era algo tarde de la hora del almuerzo así que buscaba la mesa donde siempre se sentaban los idiotas que me agradan.

—¡Hola ____! -Me saludaba alegre Janet.

—Hola, ¿qué tal las clases? -Normalmente cuando salía tarde de mis clases Janet igual, así que nos juntábamos solo las dos. Aunque a veces se unía Andrew.

—Aburridas. Ya sabes lo normal. ¿Y tú?

—¿Pues que te digo?, deje que se acumularan tareas y mis profesores me dejaron más. Este fin de semana no veré la luz del sol. -Me quejaba mientras sacaba de mi mochila mi almuerzo.

—Pobrecita. -Janet se reía bajito. —Pero eso tú te lo buscaste así que no puedes quejarte.

—Si puedo. ¡Malditas tareas! ¿por qué existen?

—Ya no estas en primaria así que no te quejes. Fue tu culpa para empezar.

—Cállate quieres. -Pegaba un mordisco a mi pedazo de pollo.

—Eres una niña adorable ¿lo sabías? -Se burlaba mientras tomaba de su bebida. —Te falta experimentar 'aquello' para ver la vida de otra manera.

—Si, pero no gracias.

—¡Oh vamos! ¿Me vas a decir que no te interesa ni una misera persona? -Me alegaba mientras apoyaba su barbilla en sus manos.

Pensándolo bien no tenía ningún interés romántico. Había chicos que bueno eran llamativos a la vista, pero ninguno me ha robado el corazón como tal... un claro ejemplo era William, para ser mayor no está nada mal, esa aura es realmente peligrosa. No puedo simplemente alejarme exactamente eso me atrae. Además, la flor de oscuridad que florece en su mirada es algo que me intriga... No es como que pueda luchar contra mi curiosidad.

—¿Cómo se llama? Eh, ¿Estudia acá?, vamos puedes confiar en mí. -Janet tenía una gran sonrisa en su rostro como si hubiese hecho el descubrimiento del siglo.

Sus cuestionamientos me sacaban de mi mente. —¿Cómo se llama quién? ¿De qué hablas tonta? - No entendía a que se refería.

—Vamos no te hagas la tonta. Tus cachetes se tornaron rosados, algo que no es común más viniendo de ti. Ahora dime ¿Cómo se llama? -Me cuestionaba.

"Flor de la Muerte" (William Afton x T/N)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora