Estaba recostada sobre una pila de hojas de cálculo cuestionándome el porqué de mis acciones, maldiciéndome por ser tan dejada y odiando al mundo en general. Eran las 4:23 según mi reloj de pared, mis ánimos estaban a diez metros bajo tierra como de costumbre y mi mente no ayuda haciéndome pensar en lo que soy.
—Necesito distraerme... -Mi tono de voz era apagado.
Este fin de semana no tuve descanso de los proyectos y los malditos ensayos. Esta ha sido toda una tortura a la cual yo misma me conduje por dejar todo a último momento... Es un mal hábito que en serio debo de cambiar, ya no quiero más estrés. Por lo menos ya terminé todas mis responsabilidades, quiero un descanso de libros, números, algoritmos, ecuaciones. Quiero distraerme ahora con juegos o comida.
Lo único que paraba que dejará de insultarme era que al menos había culminado todas las tareas, me dolían mis dedos y muñecas de tanto escribir y a eso le sumamos mi dolor de espalda por mi mala postura y el dolor de culo por estar en esta silla desde el viernes. Obviamente me levante para comer y todo eso, pero pase resumidamente sentada acá durante todo mi fin de semana y la tarde noche del viernes.
Despegaba mi rostro de la mesa y me estiraba, muchas articulaciones sonaron... Necesito un masaje o actividad física. Las cuatro paredes de la habitación comenzaban a darme la sensación de estar encerrada sentía la necesidad de salir de la casa, en parte quería salir para evitar tener que seguir pensando en aquello que una vez tuve.
Me levantaba como podía ya que de verdad necesitaba ánimos y una buena dosis de azúcar en mi sistema. El pasillo hacía mi habitación se me hizo más largo y mi habitación se me hacía más pequeña, no queriendo seguir más tiempo en este lugar tomé las primeras prendas que vi, me deshice de mi pijama, porque sí, me dio mucha flojera en la mañana como para cambiarme.
Una vez vestida salí de aquellas paredes no sin antes tomar dinero de mi billetera. El cielo estaba claro no faltaría mucho para que los tonos naranjas se apoderarán del cielo y así pintarlo sobre los celestes, la calle estaba tranquila y mi alma parecía ser la única absorta en una oscuridad. No me molestaba... hace tiempo que dejo de molestarme. Caminaba sin intenciones de llegar a ningún lado mientras mi mente se encontraba perdida en el basto plano de mi propio mundo.
No sé realmente cuanto tiempo llevo caminando sin rubo fijo, pero de alguna manera llegue al parque. Parecía desolado en algunas partes por lo que quedarme un rato no sería mala idea, podría aprovechar y ver como muere el sol y la oscuridad de la noche invade la ciudad... No suena mal.
Estaba siguiendo una pequeña ruta de concreto que me llevó a un pedazo de cielo. Un camión de helados se divisaba al final, necesitaba el azúcar y una buena recompensa por resistirme a la tentación de mandar al diablo mis tareas y quedarme a realizarlas.
Cuando llego espero a que atiendan a unas cuantas personas y cuando por fin es mi turno pido un cono con mi sabor de helado favorito. Al pagar me alejo de la poca gente que había en ese lugar y disfruto de mi helado. — "No sabía cuánto necesitaba un maldito helado de este sabor". -Lo probaba y me sentía muy bien, el sabor inundaba mis papilas gustativas y solo me deleitaba con su sabor en mi boca.
Seguí caminando encontrándome con aluna que otra persona corriendo. Era realmente un lugar tranquilo, el césped verde perfecto para realizar un picnic o simplemente acostarse como en mi caso. El paisaje no era malo y el cómo los rallos trataban de hacerse paso a través de las hojas de los árboles me parecía lindo. El viento frío golpeaba mi cuerpo, ahora es cuando me hubiese gustado haber sacado un suéter.
Unas risas se escuchaban algo cerca por lo que desvié mi atención del paisaje a buscar con la mirada a los pequeños. No muy lejos veía un área de juegos, me fui acercando poco a poco al lugar. Solo se encontraban como tres niños jugando en los resbaladeros. Ya que había una banca que quedaba en frente de los juegos me senté para terminar con mi helado.
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"Flor de la Muerte" (William Afton x T/N)
Hayran Kurgu¿La vida realmente es tan buena como para vivirla?, el destino te juega malas pasadas y para tu buena o mala suerte conoces a un hombre que destruye tu rutina. ¿hubiese sido bueno alejarse? ¿o fue buena idea seguir jugando con tu suerte?, eso es alg...