HIJA DE DOS MUNDOS.

Aprendiendo de Ti.

Neteyam caminaba de un lado a otro en el marui, la duda sobre qué estuviera hablando su abuela y Andeyla lo estaba comiendo por dentro.

- Neteyam si sigues así agujeraras el suelo- dijo Kiri que estaba trenzando el cabello de Tuk. - Nuestra abuela solo quería hablar con ella, no se la va a comer.

- ¿Creen que la esté regañando por haber intentado escapar? - preguntó Lo'ak que se encontraba armando unas flechas.

- Lo dudo, papá ya regaño suficiente cuando nos encontró - dijo Neteyam tomando asiento enseguida de su hermano para ayudarlo, estaría bien la distracción.

- Estuvo de locos que huyera de esa manera - se rio el menor de los hermanos - y robó un arma del arsenal, ella es asombrosa. También quiero ser su amigo, bro. Llévame la próxima vez que papá te pida que le enseñes – Neteyam lo miro con cara de pocos amigos antes de negar fastidiado. Lo último que quería es que Andeyla y Lo'ak confabularan en su contra, ambos tenían el mismo talento de meterse en problemas. No los necesitaba juntos haciendo sus días más complicados.

- ¿Por qué escapo? – preguntó Tuk entrando en la conversación. - ¿no le gusto el pueblo? O es ¿Por qué Neteyam la hace enojar?

- Definitivamente es por la segunda opción – dijo Lo'ak entre risas que fueron acompañadas por las de Kiri.

- Eso es mentira – dijo Neteyam con fastidio – ella solo quiere encontrar a sus amigos – intento explicarle a la pequeña niña de siete años.

- Pero Neteyam sí la hace enojar – dijo Kiri terminando el trenzado de su hermana. Puso la mano en su hombro haciéndole saber que había finalizado. Tuk toco sus trenzas con una sonrisa de emoción.

- Gracias Kiri – dijo la pequeña antes de salir corriendo en busca de su amiga para enseñarle lo que su hermana había hecho.

- Se ve más agradable ahora – volvió a hablar Kiri recogiendo las piedrillas que había usado para decorar el cabello de Tuk.

- ¿De qué hablas? – preguntó Lo'ak.

- Parece más comunicativa, le hice una broma y no se ofendió, al contrario, parecía divertida – contó la navi.

- Yo creo que están siendo demasiado delicados con ella. Es decir, sí, fue secuestrada por las personas del cielo, pero eso no la hace una niña indefensa. – dijo Lo'ak dejando a un lado las fechas terminadas – debe ser aterrador estar en su lugar.

- ¿A qué te refieres? – pregunto Kiri acercándose a sus hermanos. – Papá y mamá parecen más aterrados de ella que ella de ellos.

- Sí, pero ella está sola. Despertó después de años de estar dormida, sus amigos se fueron, su clan murió, ella no tiene a nadie más que a nosotros y no parece que le agrademos mucho – explicó Lo'ak con un encogimiento de hombros.

Neteyam aguardo silencio un momento recordando las palabras de la chica cuando le decía que sentía celos de ver como todos parecían vivir felices entre ellos, con un lugar al cual pertenecer. Andeyla no tenía eso, incluso cuando llego a pesar de su amabilidad la trataron como a una extraña, una forastera a la que le dieron refugio. Con eso en mente el omaticaya se levantó de su lugar listo para ir en busca de la navi, una necesidad de hablar con ella, de verla se apodero de él.

- Hermano, ¿A dónde vas? – cuestionó Kiri ante tan repentino movimiento.

- Bro – lo llamo Lo'ak, pero él los ignoro, en esos momentos solo podía pensar en encontrarse con la chica. Justo cuando abrió la cortina para salir se llevó una sorpresa que casi lo hizo dar un salto. Del otro lado se encontraba Andeyla con su mano alzada como si fuera a tomar la cortina. La impresión del joven omaticaya incremento al ver que la chica usaba ropa normal, usaba la vestimenta de los navi.