Mi Compañero Espiritual.

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Neteyam despertó con una sonrisa y del mejor humor posible. Literalmente había estado toda la mañana con una sonrisa pegada en su rostro, había acompañado a su madre a cazar, hizo su recorrido junto a su padre, había jugado con Tuk y le había hecho nuevas figurillas de ramas y hojas para que jugará con sus amigos. Había dejado todo listo para tener el resto del día libre y así ir directo con la chica que lo tenía soñando despierto. Tomo su arco y equipo de montura, planeaba llevar a la chica por un paseo en ikran. Alistó todo y se apresuró a la puerta revisando que nada le faltara.

- Ya me voy - aviso a sus padres y a Tuk que estaba jugando en el suelo con su madre.

- ¿A dónde vas? - pregunto su madre volteando a verlo con una sonrisa cómplice, ella ya sabía a donde iría el chico, ella estaba realmente contenta al ver a su hijo tan feliz los últimos días por la compañía de la navi, le recordaba a su tiempo cuando conoció a Jake y descubrió el significado de la palabra amor.

- Iré a ver a Andeyla - respondió el chico con una sonrisa, el simple hecho de mencionar su nombre tenía a su cola moviéndose alegremente detrás suyo. - creí que sería bueno enseñarle los movimientos para la prueba del cazador.

- Esa es buena idea - dijo Neytiri con una sonrisita de satisfacción, su hijo parecía radiante, nunca lo había visto tan feliz y sabía que la causa era esa linda joven Ni'avwe.

- Andeyla no está aquí- hablo Jake, se encontraba sacándole filo a su hacha, se detuvo al escuchar las palabras de su hijo - se fue temprano por la mañana.

- ¿A dónde? - pregunto el navi, su cola alzada detrás de él ansiosa, la chica se había ido sin él, ¿Por qué? ¿Había encontrado a sus amigos y de habría ido con ellos? Poco probable, Andeyla no se habría ido sin despedirse de él, mucho menos después de lo ocurrido ayer. Ellos estaban juntos ahora.

- Dijo que quería dar un paseo. Tranquilo, prometió no volver a intentar escapar - dijo Jake al ver el claro desanimo en la cara de su hijo.

- Se fue sin mí - dijo Neteyam dejando caer sus hombros soltando un bufido de desánimo.

- A veces las mujeres necesitamos un tiempo para nosotras mismas - dijo Neytiri mirando a su hijo con una sonrisa tranquilizadora - volverá pronto, tranquilo.

- ¿Y si algo malo le pasa? La última vez se metió en muchos problemas - dijo Neteyam frunciendo el ceño con preocupación.

- Andeyla ha aprendido bien, ya es capaz de moverse por el bosque de Pandora por ella misma y a demás si algo malo pasa Lo'ak se ofreció a vigilarla - dijo Jake pasándole un pañuelo a su hacha para limpiarla.

- ¿Lo'ak? ¿Mandaste a Lo'ak a vigilarla? - reprocho Neytiri mirando a su esposo - la chica tiene derecho a tener su privacidad.

- No lo mande - se defendió el Olo'eyktan- él dijo que iría a explorar y que mantendría un ojo sobre ella para que no se metiera en problemas.

- Es más probable que ella evite que él se meta en problemas- dijo Neteyam negando levemente con la cabeza.

- Quizá puedas alcanzarlos si vas ahora, puedes preguntarle a Lo'ak donde se encuentra- ofreció su padre sintiéndose un poco mal de ver a su hijo decaído. - en serio debes tener ganas de verla, anoche volviste a llegar tarde por estar con ella- soltó el Olo'eyktan mirando a su hijo con una ceja alzada poniendo nervioso al Omaticaya, él aún no le había contado a nadie lo que pasó entre Andeyla y él. No es que quisiera ocultarlo, pero tampoco sabía cómo lo tomarían los demás o si eso podría generar problemas en la familia.

- Es solo...no es como si...la verdad es solo que...- comenzó a balbucear el joven no encontrando una excusa para decir, era cierto que ahora la mayoría del tiempo la pasaba con Andeyla y cuando no lo hacía era lo único en lo que podía pensar, era inevitable para él en ese punto.

HIJA DE DOS MUNDOS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora