t r e i n t a i n u e v e

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Jisung estaba feliz, realmente. No podía recordar una época en la que hubiera sido más feliz, tal vez cuando todavía era un niño y sus padres seguían juntos, aun así, eran recuerdos borrosos.

Sin embargo, la felicidad vívida del presente era tan inmensa que a veces se sentía abrumado. Le asustaba que en cualquier momento algo inesperado lo arruinara todo, porque tal cantidad de cosas maravillosas pasando en su vida al mismo tiempo era estadísticamente casi imposible.

Y no era solo por su relación con Minho, aunque si significaba una gran parte de ello, pero, además, si lo pensaba bien, su vida había cambiado muchísimo desde principios de año, tenía amigos y una relación más cercana con su familia, incluso si su padre estaba lejos y solo tenía a su madre en casa, ahora se sentía como un hogar, perder algo de eso...

—¿En qué tanto piensas? —preguntó Minho, tocándole la punta de la nariz con un dedo frío, mientras le ofrecía una taza de té caliente.

Jisung tomó la taza, sonriendo mientras negaba con la cabeza.

—No es nada —murmuró en respuesta, tomando un poco de té antes de ponerlo sobre la mesa.

Minho levanto a Kimchi, que estaba echado a lado de Jisung, y lo colocó sobre su regazo después de tomar su lugar en el sofá, el gato protestó con un maullido, saltando de sus piernas hacia las del menor.

—Oye~ —Minho exclamó, ofendido, y Jisung se rio, acariciando la barbilla de Kimchi, que ya se había puesto cómodo sobre él— No puedo creer que ahora te quiera más que a mi —dijo.

—No me quiere más —aseguró Jisung—, simplemente me extrañaba, estuvo en casa de tus padres todo el fin de semana.

—Y no habías venido a verlo —agregó Minho, no quería que sonara como que estaba haciendo un berrinche, mantuvo una expresión neutra, pero la voz lo delató.

—Lo siento~ —Jisung se disculpó, usando ese tono dulce a propósito— El CSAT es la próxima semana, estuve ayudando a mis amigos a estudiar. Chaewon es del tipo de persona que cuando se concentra en una cosa se olvida hasta de comer, teníamos que recordárselo de vez en cuando y con Seungmin fuera, el club de radio es toda mi responsabilidad —suspiró, aunque era algo que le gustaba hacer, aun así, era bastante trabajo—, al menos tengo a Yunjin y Minju también.

—Pasas mucho tiempo con las chicas —comentó Minho, con aparente desinterés.

Pero Jisung lo conocía tan bien, que fue capaz de notar el ligero deje de celos en su voz.

—Si, ellas son muy agradables.

Minho gruñó, y procedió a tomar un sorbo de su té, lo que inevitablemente hizo reír al menor.

—¿Qué es tan gracioso? —preguntó Minho, dejando su taza sobre la mesita con un poco más fuerza de la necesaria.

—Tú —dijo Jisung, tomando el rostro del mayor entre sus manos— eres tan adorable cuando estas celoso

—Ah, ¿sí? —Minho cuestionó en voz baja, inclinándose más cerca del menor, acorralándolo contra el respaldo del sofá— Te gusta jugar conmigo ¿eh?

Kimchi saltó a la alfombra con un bufido y Jisung se rio con nerviosismo, intentó alejarlo, pero Minho lo sostuvo por las muñecas, manteniéndolo en su lugar.

—Hyung, qué estas-

—¿Te gusta reírte de mí? —cuestionó, su tono era amable, pero Jisung intuía, por su mirada, que estaba tramando algo.

—N-no —respondió Jisung en voz baja, tenía a Minho tan cerca que sentía que le robaba el aliento.

La mirada de Minho bajó por su rostro hasta posarse sobre sus labios y Jisung esperó, con el corazón acelerado, que lo besara de una buena vez.

La casa con el gato en la ventana [minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora