v e i n t i s i e t e

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—...y entonces mamá le dijo a Taeho que se fuera —explicó Jisung, jugando con los dedos de Minho entre los suyos—, y me firmó el documento para lo del CSAT, pero todavía quiere que vaya a la universidad, aunque estudie en un programa de arte, porque piensa que los diplomados no son suficiente para prepararme, pero aun lo estamos discutiendo.

Estaban recostados en la cama de Minho, con Kimchi entre los dos y la TV reproduciendo en mute una serie que intentaban ver por milésima ocasión, y que siempre dejaban de lado por uno u otro motivo.

—Me hubiera gustado que tu madre se enterara sobre nosotros de una mejor manera —Minho suspiró.

—Da igual —dijo Jisung—, quería contarle, y además se lo tomó bastante bien.

—Aún así... el idiota de tu padrastro no tenía por qué mencionarlo —replicó Minho con molestia— y sacarte del closet.

—Era un closet de cristal, de todos modos —Jisung se rio.

Después de pasar ese trago amargo y quitarse de encima todo el estrés de la universidad y la charla con su madre al respecto, se sentía tan ligero y relajado que no había nada que pudiera fastidiar su buen humor.

—¿Y tu papá? ¿le contaste? —cuestionó Minho.

—Oh, él lo sabe desde hace mucho —dijo Jisung—, creo que se dio cuenta de que me gustabas antes de que yo lo hiciera.

Minho soltó una risita de satisfacción, besó su mejilla y lo abrazó.

—Me refiero a que si le contaste lo que dijo tu madre sobre la universidad.

—Ah... si, hablé con él en la mañana —respondió Jisung, riendo con timidez.

El mayor también se rio.

Pasaron algunos minutos de cómodo silencio en los que Jisung contemplaba con adoración el rostro de Minho, acariciando cada una de sus facciones con las yemas de sus dedos, Minho no dijo nada y se dejó hacer, besando sus dedos cuando pasaron por sobre sus labios.

—¿En qué tanto piensas? —susurró.

—Eres muy hermoso... —replicó Han en voz baja.

Minho apartó la mirada, ocultando una sonrisa, a veces las palabras de Jisung le tomaban por sorpresa, no tenía filtro y decía lo que pensaba en el momento, aceleraba su corazón a la máxima potencia.

—¿Te pusiste tímido? —se burló el menor, intentando atrapar su mirada nuevamente.

—No —Minho exclamó, esquivándolo.

—Si lo estás —Jisung se rio—, tus orejas están todas rojas.

—No es cierto —insistió, pero era imposible negar lo evidente.

Jisung se rio tanto que le dolía la barriga, y no dejó de tomarle el pelo incluso cuando Minho amenazó con patearlo fuera de la cama.

♩♪Never tell yourself ♫

You should be someone else ♩♪

La melodía de We are anunció una llamada entrante en el móvil de Jisung, quien tuvo que tomarse un momento para respirar y dejar de reír antes de responder.

¿Qué tan llena está tu batería social? —era Seungmin.

Como siempre, no esperaba a saludar o preguntar como estaba, decía que los amigos se saltan esas formalidades.

—Hm... como un 70% —respondió.

Hyunjin y yo vamos a jugar baloncesto con unos chicos de la academia después de clases, ¿quieres venir?

La casa con el gato en la ventana [minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora