v e i n t i u n o

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Había pasado una semana desde el viaje y realmente, las cosas no habían cambiado mucho, Jisung seguía yendo a las clases obligatorias, pero se saltaba el tiempo designado al estudio independiente, como era el último semestre, las clases de música y deporte habían sido sustituidas por horas de estudio y cómo Jisung seguía sin tener interés por la universidad, se escaqueaba para ir a casa de Minho.

Todavía jugaba mucho con Kimchi, que finalmente había vuelto a su peso normal y podía volver a comer de sus deliciosos bocadillos, aunque solo de vez en cuando; ya no podían pasar tanto tiempo en el jardín, porque el clima se había vuelto fresco y Minho incluso había metido a la sala, algunas de las macetas con las plantas más sensibles al frío.

Minho seguía preparando su comida favorita para la cena, lo ayudaba con sus tareas y con el club de radiodifusión, escuchaba sus preocupaciones y le daba consejos, la única diferencia era que ahora lo abrazaba y besaba entre tanto, también le tomaba el pelo más seguido pero a Jisung le gustaban sus bromas, le gustaba la forma espontanea en la que le hacia cumplidos, y como lo miraba tan cariñosa y atentamente aun cuando él solo estaba ahí, existiendo.

—¿La fórmula cuadrática es tan divertida? —preguntó Seungmin.

Jisung parpadeó, poniendo una expresión seria y volviendo a concentrarse en sus apuntes, según él.

—Perdón, me distraje un segundo.

—Llevas toda la hora suspirando y sonriendo como idiota —dijo su amigo, cruzándose de brazos—, te he explicado esa ecuación tres veces.

Han suspiró, dejando caer la cabeza sobre el grueso libro de álgebra.

—Realmente odio las matemáticas —se quejó, Seungmin apenas y lo entendió porque Jisung tenía la cara enterrada en el libro—, ¿por qué tiene que ser un curso obligatorio? ¿de qué le serviría a un escritor saber resolver ecuaciones de segundo grado?

—Tienes razón, debería simplemente dejarte copiar mis respuestas.

Jisung levantó la cabeza y sus ojos brillaron de entusiasmo.

—¿Qué acabo de escuchar? —cuestionó, fingiendo estar exageradamente conmovido— Kim Seungmin aka «Mr. Right», ¿está dispuesto a dejarme hacer trampa en el examen?

Seungmin rodó los ojos.

—Lo haría por un amigo, además, ya he intentado por las buenas y no está funcionando.

—¿So-somos amigos? —preguntó Jisung, esta vez en tono serio.

Seungmin parpadeó repetidamente mientras lo miraba.

—Wow... realmente estoy herido —exclamó dramáticamente, llevándose una mano al corazón—, tenemos casi un año en el mismo club y en la misma clase, llevo una semana sacrificando mi almuerzo para enseñarte álgebra y, ¿me preguntas si somos amigos?

—Lo siento —murmuró Jisung, era increíble lo lento que a veces era en situaciones sociales—, es que, tú tienes otros amigos con los que pasas más tiempo y...

—Aw... ¿estabas triste porque no juego mucho contigo? —a pesar del tono burlón, Seungmin realmente encontraba adorable la torpeza de Jisung.

—No es eso —Han frunció el ceño—, nunca nos hemos reunido fuera de la escuela, y no intercambiamos mensajes de texto además de lo relacionado al club o a las clases.

—El jueves te invité al karaoke y no quisiste ir —dijo Kim—. Además, ¿de qué vamos a hablar por mensajes si nos vemos las caras durante ocho horas todos los días?

—N-no sé —Jisung se encogió de hombros—, cosas...

—De acuerdo, te enviaré mensajes —Seungmin le ofreció su mano, riendo ligeramente—, ¿amigos?

Jisung asintió con la cabeza, estrechando su mano con timidez.

—Las relaciones humanas son bastas y variadas —dijo Seungmin—, no puedes esperar que todas las amistades sean iguales si no todas las personas somos iguales, lo mismo con las relaciones de pareja o con tus padres, cada persona tiene diferentes formas de expresar sus sentimientos, y la amistad o el amor de alguien no es menos valioso solo porque no sea puesto en palabras.

Jisung lo miró en silencio, era lo más profundo y sensato que le había escuchado decir jamás.

—Tienes razón.

Seungmin sonrió.

—Ahora que somos amigos, ¿vas a contarme porque llevas una hora en la luna y sonriendo como un tonto?

—¡Ah, creo que ya entendí como funciona la formula cuadrática! —lanzó Jisung, evadiendo el tema— Esto es el valor de «a» ¿cierto?, si, si, ya entiendo...

Seungmin se rio de él, pero no insistió más.


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n/a: capitulo cortito para no perder la costumbre. 

Seungmin sabe cosas, existen diferentes lenguajes afectivos pero lo más importante en cualquier relación siempre es la ✨comunicación✨

—Peach

La casa con el gato en la ventana [minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora