c i n c o

988 178 15
                                    

A Jisung le había tomado otro par de intentos el meter a Kimchi a la tina, había terminado empapado y hasta arañado, Minho le habría dicho que lo dejara, de no ser por lo divertido que le parecía verlo forcejear con el gato.

—Creo que ya no me quiere porque no le doy más bocadillos —dijo, fingiendo un puchero exagerado.

Minho se rio. Kimchi pataleó salpicando un montón de agua fuera de la tina, sobre la ropa, rostro y cabello de Jisung y Minho se rio más fuerte. Dejó a un lado el libro que había estado leyendo y se levantó para ayudarlo, Kimchi se quedó quieto en cuanto Minho se arrodilló junto a la tina en el pasto húmedo y lo sostuvo con ambas manos, después de eso fue mucho más fácil para Jisung comenzar a lavar su cuerpo.

—Tienes que sostenerlo con firmeza —explicó Minho—, no muy fuerte, solo con seguridad, él ya está nervioso porque no le gusta estar mojado y si siente que tú también estas nervioso, va a tratar de escaparse.

Jisung asintió, lavando con cuidado las orejitas de Kimchi mientras el mayor lo sostenía y sobaba su pancita para intentar tranquilizarlo, fue mucho más fácil para él continuar de esa manera, lavó su cabeza y luego sus patitas.

—Así, lo estás haciendo bien —Minho lo felicitó.

—Creo que sí, ahora parece que le gusta —dijo Jisung, sonriendo con sus mejillas llenas y sonrosadas.

El mayor estaba a punto de darle la razón, cuando Kimchi volvió a sacudirse y esta vez, lo había tomado tan desprevenido que terminó escurriéndose de sus manos, dejándolos a ambos empapados y sorprendidos, mirándose el uno al otro antes de reír a carcajadas, y luego Minho corrió tras él antes de que llenara de agua toda la casa.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



¡Achoo!

Cuando volvió a la sala después de bañarse y secarse, encontró a Jisung cepillando al gato en medio de estornudos.

—Ve a tomar un baño—le dijo, lanzándole su toalla húmeda sobre la cabeza—. Hay ropa y toallas limpias en el clóset.

—Pero... —Jisung empezó, sin embargo, Minho no lo dejó protestar.

—Anda, estás todo mojado, seguro no quieres pescar un resfriado.

Finalmente, el menor asintió y se levantó, encaminándose a la habitación de Minho mientras éste se dirigía a la cocina para preparar la cena, contento de tener opciones ahora que había vuelto de casa de sus padres, llenado su alacena y nevera. Si no fuera por lo mucho que quería a su abuela y los buenos recuerdos que tenía en esa casa, sin duda preferiría la comodidad de vivir con sus padres.

Sin embargo, le gustaba estar ahí, cuidar al gato, preparar las recetas de su abuela, en su cocina, con las hierbas que cosechaba de su jardín, lo hacían sentir más cerca de ella, así como fumar su marca favorita de cigarrillos, pero eso no es algo que les confesaría a sus padres, o a Jisung, a pesar de lo bien que se había sentido al hablarle de ella, y es que cuando lo pensó mientras lavaba el arroz, se dio cuenta de que era la primera vez que realmente lo hacía, que le contaba a alguien lo que sentía en voz alta, aunque ella se había ido ya desde hace un año. Era extraño, pero se sentía como si fuera ayer cuando ella le estaba enseñando a preparar sopa de alga para el cumpleaños de su madre.

Su mente divagaba entre memorias y recetas, mientras pensaba en qué cocinar para la cena.

—¡Estofado de kimchi! —exclamó, recordando el producto fermentado que su padre había empacado para él esa mañana.

Miau.

—No tú —le dijo al gato, que estaba sentado sobre la encimera de la cocina—, este kimchi —indicó, señalando el contenedor que había sacado de la heladera.

Y luego escuchó la risita de Jisung, que se acercaba desde la habitación, todavía secándose el cabello.

A pesar de que Minho no era mucho más grande que él, se veía ridículamente pequeño dentro de sus pantalones deportivos y camiseta blanca, pero sin duda le quedaba mejor que su sombría ropa oscura, se parecía más al Han Jisung que estaba acostumbrado a ver cada tarde después de la escuela.

—Siéntate —le dijo— la cena estará lista en un minuto.

La casa con el gato en la ventana [minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora