𝐏𝐔𝐑𝐄𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 - harry potter and draco malfoy

𝓒apítulo - 02

❛ 𝒕𝒉𝒆 𝒘𝒂𝒓𝒏𝒊𝒏𝒈 ❜

En algún lugar desconocido
en Atenas, Grecia.

Un destello azul hizo aparición sobre una fuente para aves, provocando que los pájaros que pasaban a refrescarse salieran volando al instante, asustados del inesperado destello.

Aquello no pasó desapercibido por el hombre que habitaba aquella casa, quién al darse cuenta se acercó con entusiasmo hacia la fuente, llamando a su esposa fuerte y claro para que ella lograse escucharle.

Una vez había llegado hacia la fuente, adentró su mano en el interior del agua hasta llegar a tocar un envase en forma de botella, sacó su mano hacia el exterior y observó la botella detenidamente, dándose cuenta por el corcho blanco adornado por un listón rojo, que venía de parte de su primera hija, Bellarose.

"¡Es Bellarose, cariño!"

Avisó a su compañera de vida, quien ya se encontraba a unos pocos metros de él.

La pareja tomó asiento en una banca cerca de ellos, felices y emocionados abrieron aquella botella y sacaron el rollo de papel dentro de esta, una carta de su querida hija.

"Para Cassius e Izumi, mis queridos padres..."

Cassius Amadeus Pureblood e Izumi Miyazaki se conocieron en la primavera de 1946 en Kanazawa, Japón, lugar dónde Cassius, sus padres Juliette Pureblood, Donovan Bjorn y su hermano Cravi, huyeron y se ocultaron de Dumbledore y el Ministerio de Magia.

Había sucedido la reciente derrota de Grindelwald gracias a Dumbledore y por ende, las consecuencias que caían sobre su madre Juliette al ser aliada, partícipe en el plan del mago tenebroso, los ponían a todos en riesgo de ser capturados por el Ministerio.

Pero esa es otra historia.

Cassius e Izumi, dos jóvenes de 18 y 17 años enamorados. Su relación fue la más tranquila de toda la familia Pureblood, pues mientras sus ancestros y nuevo linaje parecían apresurados por casarse y tener hijos, Cassius siempre quiso ser más paciente y precavido, pues no quería pasar por lo que su madre y sus abuelos pasaron años atrás, así que para el chico, siempre fue preferible esperar el tiempo necesario para dar cada paso y asegurarse en cada momento que tendría una vida cómoda y sin preocupaciones como el ministerio de magia o algún mago tenebroso que quisiera usar su poder o el de su familia a su malvado favor, por lo que tardaron cinco años de noviazgo para casarse y otros diez para tener a su primer descendiente, Bellarose Pureblood.

La pequeña había nacido con las mismas facciones que su padre, cabello de un rubio tan resplandeciente que tiraba a blanco, piel pálida como la nieve, adorables pecas rojizas sobre sus mejillas y nariz, unos ojos color carmín y la inigualable belleza que siempre caracterizó a la familia. Y es que, pese a los notorios genes asiáticos de Izumi que sobresalían especialmente de los ojos rasgados de Bellarose, los demás rasgos muy apenas y hacían presencia en el físico de su hija, pues la sangre tan pura que Cassius poseía lograba dominar siempre el 90% en la genética. Esto había sido siempre así en la familia, pues Cassius y su hermano menor Cravi tenían las mismas características que su madre, y ella las mismas características que sus padres, Timothée y Annelise Pureblood.

La razón por la cual la sangre de la familia Pureblood era tan especial, tan dominante y tan poderosa, no tenía sentido alguno, hasta la fecha nunca habían descubierto cómo fue que aquel experimento al que Grindelwald sometió a sus abuelos, Timothée y Annelise, diera como resultado el éxito de convertir a dos simples muggles en magos con la sangre más pura que haya existido en el entero mundo mágico. Era tanto así la pureza de su sangre, que el contacto físico con muggles y mestizos podría ser de extremo peligro, pues si no se tenía cuidado, les podría hasta provocar la muerte, tal y como había sucedido con sus abuelos quienes murieron asesinados debido al mal uso de la sangre muggle.

Sin duda la historia de la familia Pureblood era larga y muy complicada, por lo que esta charla será para otro momento.

"... y es por eso que les pido por favor, que se refugien lo mejor que puedan, no se presenten en tierras mágicas por nada del universo, sé que la familia es fuerte pero es bien sabido que somos esclavos de Voldemort mientras él siga manteniendo bajo su poder el Cuarzo de Scuro. Confiamos en que Dumbledore perdonará los males de nuestros ancestros y entenderá nuestra situación de esclavitud y que con eso recibiremos refugio y ayuda durante el tiempo necesario hasta que él lo derrote. Seremos libres dentro de poco, nunca perdamos la fé.

Con amor, Bellarose Cyssianne Pureblood."

Al ambos terminar de leer la carta, la expresión de preocupación en sus rostros estaba reflejada en su máximo esplendor.

Al instante empezaron a comunicarse con su demás familia, pero resultó que a todos les había llegado una carta de Bellarose con distintas palabras, pero al final el mismo mensaje.

Que se quedasen ocultos, sanos y a salvo, y que por nada del mundo fueran a buscarlos porque ellos estarían bien resguardados.

Pero es que era imposible quedarse de brazos cruzados, la familia había sido esclava de magos tenebrosos prácticamente desde que fueron creados. Timothée y Annelise habían sido esclavos de Grindelwald, su hija Juliette también había vivido con ese mismo destino, y a pesar de que luego de su derrota huyeron, fueron encontrados por Voldemort en sus inicios, es ahí cuando su hijo Cassius había pasado a vivir nuevamente aquel destino y junto a su hermano Cravi se convirtieron en esclavos del Señor Tenebroso. Al Bellarose cumplir 15 años también había vivido con ese mismo destino, y algunos años después Conan, hijo de Cravi al cumplir 15, también había pasado a vivir lo mismo.

Esclavitud, tortura y días de oscuridad. Era un infierno, y claro, eran una familia extremadamente unida y todos estaban de acuerdo en que no iban a dejar a los suyos lidiar solos con aquel problema, en especial cuando una nueva generación como lo eran Cálix y Odette podrían pasar por lo mismo que pasaron todos ellos.

Pero tampoco eran tontos, debían planear una forma en la que podrían irrumpir e ir al rescate y de una vez por todas, ser todos libres.