♤☆CAPITULO 17☆♤

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Asher:

Era agotador hablar con esas dos. No exagero, me encantaría tirar un mensaje de SOS para hacerlas callar, no es que me caigan mal, pero apreciaría MUCHISIMO el silencio que claramente ellas no están haciendo. Están caminando abrazadas detrás de mi mientras murmuran mil chismes y ríen al mismo tiempo

Unas víboras completas

Tengo que morderme la lengua para no gritarles que se callen. Ya que de igual forma ellas no lo iban a hacer. Solo quedaría como el amargado del grupo.
Aligere el paso para escuchar sus cuchicheos curioso
- ¿Sabías que Dash? El del pueblo, ¿Es gay? - Distinguí la voz de la castaña
- ¡No! ¿De verdad? Que pena
Murmuro Cassandra

Ya sabía, había escuchado que Yelizza y Dash hablaron el día en la biblioteca, fui yo la que la seguí y le quería dar un leve miedito para que no se metiera en esta telaraña, mi hermano siempre le han atraído las chicas nuevas y no creía que Brenslic fuera la excepción

Ni de curvas no lo fue

Me dio un poquito de pesar. Pero sentí ira al escuchar el tono de desilusión de la rubia.
El cielo empezaba a dejar su sangre por doquier mientras desaparecía. Supe que había que buscar refugio. Pero tampoco quería interrumpir la charla tan interesante que esas dos estaban teniendo. De igual forma me seguirían sin pensar por estar cuchichiando
- ¿Sabes que Dash es novio en secreto con Manuel Cozzi?
Se me paro la respiración al escuchar el nombre y saber de quién lo escuche

- Asher, ven
Pidió mi hermano mientras me miraba furioso con sus ojos claros. Podríamos pasar desapercibidos de no ser hermanos a menos de que los míos no fueran medio grises. Y por el color de pelo, claro. El mío era cobrizo y el del..... bueno. Obviamente yo tenía mejor pelo
- Hay un chico, Manuel Cozzi, su hermana.... me hizo algo y a ella no le importa su dolor. Quiero poner a prueba si es lo mismo con su hermano. Tenlo vigilado - Me lanzo una mirada de advertencia cuando me senté e hice un pequeño ruidito. Lo estresaba todo últimamente – Quiero que me des un informe sobre él. Para saber si lo podríamos meter en La caza. Es un presumido de mierda, pero lo que nadie sabe es que es gay
Dijo sonriendo. Como si eso fuera a alivianar todo lo que dijo, sabía que él era clasicista, sexista, racista pero nunca pensé que homofóbico. En fin. Solo pude asentir mientras me volvía a levantar
- Una cosa más, si tiene novio. El también estará metido en esto
Repetí mi gesto y volví a asentir antes de salir del cuarto de mi hermano. Era un cuarto grande. Paredes blancas, muebles blancos, todo blanco, perfecto para un psicópata como él. A veces me pregunto qué fue lo que tanto le altero la cabeza

- ¿Asher?
Volví a la realidad cuando vi a Cassie parada frente a mí, tenía las cejas hundidas y las manos en la cadera. Traía la camisa con la que la vi la primera vez y habíamos conseguido dos pares de pantalones viejos que había en el bosque. Por lo que quizás tuvieran frio, pero no tanto.
- ¿Qué pasa?
Pregunte mientras bajaba la cabeza para verla mejor. Al ser bajita para mí, aunque para otros alta, me parecía tierna la forma en la que hinchaba los cachetes como una niña de seis años.
- Va a anochecer
- Que sorpresa
Chillo y me pego un puño en el pecho. Ni me indigné, solo solté una sonrisa ladina. Por lo que ella se estreso aún más
- ¡Si estamos afuera nos pueden matar!
- Nos pueden matar más fácil si tu – le di un leve golpe en la frente, estaba molesto, pero fingir que no la estresaba más a ella. Y me gustaba que estuviera mal – dejaras – le di otro golpecito y ella me miro indignada – de chillar – finalizo y borro mi sonrisa mientras sigo caminando y miro por encima del hombro a Tatiana
- Y dejen de hablar tanto, ya luego podrán desatrasarse
Bendije que me hubieran hecho caso. Porque ya me tenían con los huevos rotos.

Después de caminar lo más que pudimos, notamos una pequeña cabaña cerca de un gran lago. Estaba tan escondido entre los árboles que apenas nos dimos cuenta que estaba el lago cuando ya lo teníamos a nuestras narices. Corrimos hacia la cabaña y la primera en entrar gritando "Yelizza"
fue Cassie, se podía escuchar el desespero en su voz, La castaña y yo esperamos afuera hasta que las luces se encendieron. No se podía ver para adentro por las grandes cortinas blancas. Pero nosotros intercambiamos miradas cuando los gritos se fueron de repente
- ¿La habrá encontrado?
Me atreví a preguntar mientras Tatiana aun me mirada con cara de pasmo. En el bosque no se veía nada más que la poca luz que irradiaba la luz de la cabaña.
Mi mente fue invadida de nuevo por el recordatorio de que había monstros aquí, por lo que con el cuerpo temblando tome la de Tatiana y entrelace nuestros dedos mientras empecé a caminar hacia la cabaña. Se veía en estado de shock y no la podía dejar aquí afuera. La jale, arrastrándola lo suficiente hasta llegar a la entrada de la cabaña. Allí le solté la mano y la deje afuera mientras moví la manija y entre a la iluminada cabaña. No era muy grande, pero más que las otras si era, estaba la sala donde se entraba, la luz la teñía de una forma hermosa. Parecía como si estuviéramos en la época victoriana. Los muebles eran rojos con un patrón dorado en los bordes. Tenían un leve polvo acumulado encima. Recorrí la sala con los ojos y no detecte ninguna señal de Cassie, lo cual me preocupo y corrí hacia la puerta en frente de mi a unos metros... gire la manilla y la abrí directamente. Pude ver a Cassie llorando en el piso, arrodillada mientras sostenía una bolsa y un teléfono celular en sus manos. Lo olía y lloraba más fuerte, se escuchaban sollozos muy bajitos mientras abrazaba el buso.
En ese momento se me derritió el corazón y corrí hacia ella. La atraje a mí y dejé que su cabeza descansara en mi pecho. Ella no se movió. Seguía en la misma posición solo que recostada sobre mí. La abracé con todas las fuerzas que pude. Escuche su corazón romperse y eso afecto el mío,

EL DESASTRE QUE FUIMOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora