Baje la mirada enseguida y le pregunte en un susurro
- ¿Quién es?
- El jefe de la empresa que te busca. La empresa Hibsa, es ilegal... por lo que no se va a inmutar en matarte aquí mismo
Sus palabras me helaron la sangre y quería llorar. Todo estaba yendo demasiado bien para mí. Lo debí suponer
- ¿Qué vamos a hacer?
- Tenemos que bajarnos en la siguiente parada. Sígueme la corriente
Dijo antes de tomarme por la barbilla. Obligarme a levantar la mirada hacia ella y poner sus labios encima de los míos. Casi me aparto, pero luego recordé que era una falta de respeto y nos iban a bajar. Si nos bajaban no iba a ser sospechoso. Así que me guardé los sentimientos de rareza hacia Xiomara y le devolví el beso
- Chofer, que se bajen estas dos putas zorras
Gruño una señora y de repente todos le dieron la razón. Xiomara se apartó de mi e intercambiamos miradas antes de levantarnos y caminar hacia la puerta del camión. Al lado de la puerta estaba el chico Hibsa, el que había nombrado Xiomara. Trague saliva y me aferre a la mano de Xiomara cuando pasamos a su lado
- Nunca imagine que ibas a ser así, hermana
Sus palabras me golpearon como hielos y tuve el deseo de voltear a mirarlo. Pero lo reprimí y me baje del camión con Xiomara
- Él es Esteban
Susurre para mí misma mientras Xiomara prendía la linterna de su celular y empezábamos a caminar por el camino de tierra oscuro para llegar a casa.
- Lo escuchaste, ¿Verdad? - Dijo Xiomara y yo asentí – Entiendo cómo te debes sentir que tu hermano este intentando matarte, y lo lamento. Aunque te advierto que lo voy a matar al antes de que te ponga una mano encima
La ignore. Todo empezó a tener sentido, desde que la conocí ella dijo que veía mis ojos con familiaridad. Ella estuvo mucho tiempo con mi hermano que hasta hace unos minutos pensé que estaba muerto. Y lo peor es que él me quería asesinar a mí, trague saliva y mire a Xiomara. Pero... yo creía haberlo visto muerto, yo sabía que estaba muerto. ¿No?
Los niños eran parecidos.
- La mente te puede hacer jugar malas pasadas, y más en un trauma. Lo distorsiona tanto que empiezas a confundir todo.
Había dicho una vez mi psicóloga
- ¿Cómo era mi hermano?
Pregunte en un susurro. Me dolía pensar que todo había empezado por él, si nunca hubiera pensado que él estaba muerto no hubiéramos escapado Violeta, Cassie y yo tan pronto. Violeta estuviera viva
- Tu hermano era muy callado y frio. A veces jugábamos a la pelota. Pero tenía costumbres raras. Siempre traía ratas muertas a casa y las enterraba, o hasta algunas las intercambiaba por mis muñecas.
- ¿Cuántos años tenía el cuándo estaba con ustedes?
- Él decía que siete. Aunque siempre decía siete en cada respuesta – Sonreí levemente al recordar que ese número se lo había enseñado yo una vez que me escabullí para verlo – Así que. No lo sé realmente
Asentí. Luego el camino se quedó en silencio y lo único que sonaban eran nuestros pasos en la tierra. ¿Por qué me quería matar? ¿Tan mala hermana fui para el cuando estábamos juntos? ¿Tiene a Cassie porque le dieron celos? No entiendo. Suspire y seguimos caminando hasta llegar a donde el camino dejaba de ser recto y se dividía en dos, Xiomara. En vez de elegir un camino me agarro de la muñeca y tiro de mi hacia un lado. Donde no había camino. Sino que pura hierba y muy lejos se veía una luz pequeña. Xiomara apunto hacia adelante con la linterna de su celular y caminamos más
- ¿Tienes el celular que te di? – Dijo ella después de un rato hostigador de silencio
- Lorenzo me lo quito en el hostel
- ¿En serio?
Escuche una risa de su parte. Pero en este momento no me sentía muy bien para reír, quería hacer lo contrario; llorar.
Al llegar a la casa. Lorenzo estaba discutiendo con Thomas por algo sobre el pan en la cocina, Ahmed estaba cocinando. Aunque en mejores palabras solo estaba haciendo desastres.
- ¿Ya llego María?
Pregunto Xiomara mientras dejo su celular en la mesa y se sentó en una de las sillas, Ahmed la miro y negó. luego me miro
- ¿Podemos hablar? Teníamos una charla pendiente
Me dijo y asentí. Subimos al piso de arriba y nos dirigimos a la habitación de Ahmed
- Se él está en el pueblo cercano. Por eso necesito decirte esto y rápido para que tengas tiempo de aceptar o al menos pensarlo
Dijo serio, asentí mientras nos sentamos en la cama y empezó a hablar
- Acepto
Dije después de un rato, jugando con mis dedos en mi regazo
- ¿Estas segura? Luego no puedes retroceder y se ejecutara, aunque te arrepientas
Trague saliva y mis manos empezaron a temblar. Sabia el costo, pero era necesario hacerlo.
- Estoy segura, empecemos
Ahmed asintió. Me levanté de la cama y me fui a la habitación que compartía con Lorenzo. Al entrar lo vi acostado con un libro en su mano. Sumergido en la lectura, quería sonreír y burlarme, me deje guiar por mis deseos y deje de lado la conversación que tuve con Ahmed
- Hola, Caramelito
Me burle mientras me senté en la cama. Lorenzo quito su libro y dejo que viera su cara sonriente mientras tiraba el libro al piso y abría los brazos, suspire y reí mientras me deje caer encima de él. quedando aprisionada por sus brazos
- ¿Cómo te fue? Aunque sé que es necesario. Extraño a mi pequeña rubia
Pregunto mientras mordisqueaba mi oreja, causándome risas
- Me fue bien, ahora mi nombre es Sabrina
Dije sonriendo y me incorporé para mirarlo
- Te hubiera quedado mejor Emily. Un nombre que suena tan dulce como lo eres tú
Negue divertida y apoye mi cabeza en su pecho mientras suspiraba
- Lorenzo.... – Empecé a decir, pero el me interrumpió
- No me gusta que me llames por mi nombre, dime de las maneras lindas.
- Es serio. – Dije mientras intente levantarme, pero el me aferro más contra su pecho
- No te vuelvas a ir, te lo suplico Jennifer Yelizza Sabrina Brenslic Jeffers y.... no me se tu nuevo apellido.
Fruncí el ceño cuando me nombro por todas las formas posibles. ¿En serio? Trague saliva y negué
- ¿Qué pasaría si yo muriera?
Pregunte. El me obligo a sentarme y poso su frente en la mía
- Nunca lo harás. No si estás conmigo, así que cállate antes de que te calle
Trague saliva y luego asentí. Para quedarme dormida a su lado.
- ¡Jennifer!
Me despertó la morena mientras reía maliciosamente. Abrí los ojos y miré la ventana, aún era de noche. Lorenzo no estaba a mi lado. La mire unos segundos mientras me levante y deje que me condujera por el pasillo hasta llegar a la habitación de Ahmed y Thomas. Donde los dos dormían profundamente, luego me guio a su baño y cerró la puerta
- Pongámosle tinte de colores en sus cabellos.
Rei por lo bajo y asentí. Ella me paso un tinte de color rubio oro y no pude evitar extrañar mi color de pelo. Pero luego me distraje echándole en uno de los shampoo que estaban en el suelo, Xiomara le puso a Thomas uno azul. Luego salimos corriendo del baño antes de que se despertaran, le di los botes de tinta vacíos a Xiomara para luego despedirnos y verla adentrarse en su habitación. Me asomé y vi que Lorenzo aún no había vuelto. por lo que, curiosa. Baje al piso de abajo. Estaba todo oscuro hasta que prendí la luz y ahí lo vi entrar a la casa. traía una camisa de botones color beige manchada de sangre fresca. Su pelo estaba desordenado mientras el jadeaba y dejaba un cuchillo en la mesa. Helada. Me aferre a la barandilla de las escaleras y me quede mirándolo sin hacer ningún ruido. Él se sentó en una silla mientras saco una liga y se ató el pelo. Desde aquí pude ver de nuevo la cabeza de la serpiente que llevaba de tatuaje en el cuello. Sus ojos cayeron en mí. No eran de color esmeralda como cuando nos besábamos, sino que apenas se veía color verde en sus ojos. Estaban oscuros y llenos de color marrón oscuro
- ¿Dónde estabas?
Balbucee y el negó mientras bajaba la mirada, estaba cansado y se podía ver
- Asegurándome de que no te vayas
Me tense y empecé a subir las escaleras lentamente. Pero luego caí en cuenta de que el me intentaba proteger. A su forma. Pero lo intentaba, por lo que dejé de subir y empecé a hacer lo contrario. Cuando llegue a su lado apoye mi barbilla en su hombro y rodee su torso con mis brazos
- Te amo
Susurre. Cuando caí en cuenta de lo que dije me alejé bruscamente pero aun lo abrazaba, yo.... Yo nunca había dicho eso. Y menos con esa facilidad.
El giro hacia mí, su brazo se retorció me rodeo la cintura mientras me atrajo hacia su regazo.
- Vuélvelo a repetir, por favor
Vi como intentaba reprimir una sonrisa y me invadieron las ganas de besarlo.
- No, no quiero. Aun me falta una pregunta para ti
El trago saliva y tenso su mandíbula mientras asintió
- ¿Por qué había cabañas con números antes?
El aparto la mirada y suspiro
- En realidad era una forma de asustar. A el jefe le gustaba torturar
Fruncí el ceño y lo miré fijamente, no se veía ningún rastro de nerviosismo. Pero si de incomodidad y miedo.
- ¿Y esa cosa que intento atacarme? – Susurre nerviosa por la respuesta
- Un lobo deformado, hay chicos en la organización que les gusta cazar y bueno. En vez de matarlos los deforman
Asentí y miré el piso durante unos segundos, pensando en todo lo que había vivido allí. Sobre la criatura, Dash, y como me desperté herida en aquella cabaña. Era mucho para asimilar. Me intente levantar de encima de Lorenzo, pero él se aferró a mi
- No, no te vayas. Caramelo
Negue mientras seguí forcejeando. El me dejo ir y yo subí corriendo las escaleras hacia mi cuarto, me deje caer en la cama y me ahogue en la almohada, llorando lo más fuerte que podía. Pero aun así solo salían quejidos ahogados por la almohada. Me acurruque mientras alce la cabeza y tome una bocanada de aire fuerte. ¿Mi hermano estaba vivo realmente? No lo sé, paso hace tanto tiempo que no se si ese cuerpo de verdad era de mi hermano. ¿En serio el me haría esto? ¿Me haría sufrir? ¿Por qué? Con Cassie tuve una experiencia de que es tener hermanos y por lo que pude saber los hermanos no hacían eso, ¿No? Solté otro sollozo. ¿Sería por el chip?
- Yelizza
Me incorpore en la cama y vi como Ahmed entraba a mi cuarto y se sentaba en la orilla de mi cama, sus dedos acariciando mis tobillos y lo mire unos segundos
- ¿Ya te enteraste, ¿no?
Asentí y me limpie las lágrimas, no entendía que parte. Pero esperaba que esto fuera lo último que tuviera que enterarme
- Necesito hablar contigo. No es sobre el plan, es sobre otra cosa
Lo miré con el ceño fruncido, no tenía ganas de hablar de esto
- Leí tu diario – Continuo el – No fue mi intención. Ósea. Si. pero no quería que te enojaras y prefiero que te enteres por mí a por.... bueno, no podía seguir guardándomelo. Y puedo decir que matar a ese idiota fue la mejor decisión que pude haber tomado en mi vida
Abrí los ojos como platos. No me importaba lo del diario, ¡¡¿Lo mato?!!
- ¡¿Qué hiciste que?!
Chille horrorizada
- ¡Cálmate! Una persona así no podía vivir, era un puto acosador de mierda. Aparte, fue por orden de Lorenzo – La idea de que el supiera me aterro – Él no sabe. Pero sospecha que fue abusivo contigo, ¿Has hablado de él con alguien?
Negue. Con la mirada baja mientras jugaba con el borde de mi falda
- ¿Por qué no? Necesitas hacerlo. Se lo que leí en ese diario y solo necesito saber desde tus labios que eso no era lo que tu querías para ti, tu querías algo mejor. ¿No? Sino no le hubieras dado entrada a Lorenzo, sino hubieras estado todos los días en la biblioteca para tener señal y llamarlo, si no hubiera sido así. ¿Por qué tus traumas de esa mansión tan horrorizante parece pequeño a lo que él te hacía sentir? ¿Por qué...?
- ¡Cállate – Explote al borde de las lágrimas – Si yo no quería eso no te importa, no te importa el mundo que viví a su lado que hasta ahora me di cuenta que lo idealice. No te importa si lloraba todas las noches cuando volvía de su casa, pero disfrazaba todo sobre que aun tenía post trauma de ese lugar, ¡No sabes nada de mí! ¡Así que cállate Ahmed!
El me miro sorprendido y asustado, solté un sollozo y me tapé la cara con las manos antes de continuar
- No te importa si nunca me pude abrir con nadie, si Cassandra solo es un recordatorio vivo de como murió la única amiga de verdad que tuve hasta ahora. ¡No te importa si espere toda mi vida para morirme! Pero tenían que llegar ustedes y hacerme sentir.... – Moví las manos hacia los lados mientras me temblaba el labio inferior de intentar reprimir sollozos
- ¿Viva? – Completo Ahmed y asentí.
El me agarro del brazo y me hizo apoyar mi cabeza en su pecho. Tal como había hecho en la mansión Dellacourt cuando me tuvieron allí
- ¿Por qué me quería hacer esto? Los hermanos no hacen eso – Balbucee
- A veces la familia solo es sangre, no se une por lazos emocionales. Tú no tienes la culpa de sus decisiones
Solté otro sollozo y me quedé moqueando con sus brazos rodeándome. Me sentía tan segura con el...
Abrí los ojos y me incorporé en la cama. Los parpados me ardían por tantas lágrimas, mi cuerpo estaba cobijado por una sabana gris y aun traía la ropa de ayer. Suspire y me pase una mano por el pelo, un hilito de él se quedó enredado en mi pelo y casi grito al ver que era negro. Luego solté una pequeña risa al recordar que ya no era rubia y me levanté de la cama. Tambaleándome hacia el marco. Donde me apoye contra él, las puertas de los dormitorios estaban abiertas y abajo se escuchan murmullos y los sonidos de las cucharas chocar con los platos. Baje las escaleras mientras el sol me pegaba en la cara, en el sol mis mechones de pelo negro se veían castaños. El rubio aún vive en mi cabello. Sonreí
- ¡¿Que no entiendes que las tartas de verduras te van a caer mal con helado?!
Escuche a Thomas exaltado mientras le quitaba el tazón del lugar a Lorenzo
- Es solo comida, Igualmente se van a juntar en nuestros órganos
Respondió su hermano y Xiomara rio, mire a todos lados y no vi a Ahmed. Quizás está durmiendo. Bajé las escaleras completamente y me senté al lado de Xiomara
- Jenn, tu cumpleaños fue ayer. Ya sé, pero como este idiota que dice ser tu novio y no sabe tu cumpleaños. – Lorenzo le saco el dedo de en medio y Xiomara lo ignoro con una sonrisa maliciosa – Yo te lo recompensare hoy con una tarde de chicas. Luego te llevara a una cita el – Señalo a Lorenzo, quien tenía una camisa manga larga de pijama con rayas azules al igual que sus pantalones. Su pelo estaba despeinado y sus ojos estaban normales mientras buscaban una mirada mía que aún no le había dirigido – Y luego. El famoso Ahmed y Thomas te harán una torta de cumpleaños. Me contacté con María y Bea, llegan en la noche
Asentí y sonreí – Muchas gracias
Todos en la mesa sonrieron menos Lorenzo, quien solo me miraba fijamente y empezaba a asustarme. Trague saliva y me excuse con ir a prepararme. Pero lo único que quería era salir rápidamente de allí, pero Xiomara me hizo una seña de que volviera a sentarme
- ¡No has comido! Come algo, nos esforzamos en prepararlo
Mama... digo, Camila ni Cassie nunca hicieron eso. Si no comía en tres días era mi decisión, pero mágicamente Xiomara llega y actúa como mi hermana de verdad. Intenté reprimir una sonrisa, pero no pude. Luego volví a sentarme
- ¿Prepararlo? Lo compraron a un vendedor que pasaba en el camión
Bufo Lorenzo con mal humor. Lo mire y el me sostuvo la mirada hasta que yo la aparte. La morena le hizo una seña de que se callara mientras ponía en mi tazón una ración grande de cada comida que había en la mesa. Suspire mientras jugaba con mis dedos encima de la mesa
- ¿Las colinas de Jamn no estaban deshabitadas? Creí haberlo leído en algún libro
Murmuré, intentando cambiar el tema
- En realidad, sí. el pueblo que está al lado está justo en la frontera de Feltwen. Por eso nos encontramos con Hibsa
Dijo Xiomara tranquilamente, Thomas casi escupe la comida y Lorenzo me pateo por debajo de la mesa. Supongo que fue por no decirle. Hice una mueca y puse mi pierna adolorida encima de la otra y presionar mi tobillo lastimado por el pelirojo
- ¿Se encontraron con él? ¿Cuándo?
Dijo Thomas con una mano en el pecho. Xiomara se encogió de hombros, dejándome todo el peso a mí y yo asentí
- ¿Cuándo iban a decirlo? ¿Cuándo estuviera tocando nuestra puerta? – Continúo quejándose Thomas
- Ahmed sabia, pensé que les había dicho a ustedes también
Sentí la mirada penetrante y enojada de Lorenzo
- ¿Él sabe y yo no? – Reclamo y suspire
- Estabas muy – Puntualice el muy con mi dedo – ocupado anoche, ¿Para qué molestarte?
Recordé como Ahmed me consoló anoche. Lorenzo debió hacerlo, se suponía que íbamos a ser novios o lo que fuera que fuéramos ahora. El rodeo los ojos y yo me levante de la mesa y agarre el tazón que Xiomara recientemente me paso
- ¿Saben? Se me fue el apetito. Intentare recuperarlo comiendo sola.
Empecé a subir las escaleras y Xiomara me siguió mientras reía entre dientes. Cuando iba a entrar en mi habitación ella me jalo hacia la suya, ya sentada en una cama empecé a comer un poco
- Pobrecita. Lorenzo es un idiota
Dijo y la ignore, termine el tazón un rato después y avise que me iba a ir a bañar.
Sali y Xiomara me presto unos shorts que me llegaban un cuarto del muslo, apretados y color negro. Y una camisa holgada de cuadros rojos y negros. Me dejé el pelo suelto sin ningún peinado y me fui del baño de la morena. No había nadie en el cuarto, por lo que decidí ir abajo
- Xiomara se fue hace unos minutos, y Lorenzo esta arriba
Dijo Thomas y asentí. Luego camine hacia la puerta, caminar un poco no me haría mucho daño
- Te acompaño. Es aburrido estar aquí – Continúo hablando solo y no lo detuve.
No había mucho sol. Pero tampoco hacia frio, estábamos esperando en la parada del camión hasta que vi a Lorenzo acercarse a nosotros. empecé a caminar hacia el pueblo. Preferiría ir sola y llegar sudando a verlo, sus celos estaban ahogándome y sus faltas de cariño en público también. ¿A caso solo fingía? Trague saliva y pare en seco ante su grito
- ¡Deja de ser tan inmadura y ven un momento aquí Yelizza Brenslic!
Trague saliva de nuevo nerviosamente y mire a los lados preocupada de que alguien vaya a notificar a mi hermano que estoy por aquí. Pero solo estábamos nosotros tres en aproximadamente tres kilómetros. Lo mire y me acerque con el ceño fruncido
- ¿Qué quieres?
- A ti, muévanse a casa de nuevo. Ahora
Nos señaló a Thomas y a mí, intercambiamos miradas, pero no nos movimos ni respondimos
- ¡¿Qué esperan?! – continuo histérico
- El camión – Respondí y Thomas rio con los labios apretados.
- Hablo enserio. No vas a salir y menos si ese tipo sigue tu rastro
Me cruce de brazos – Mejor idea esperar a que me encuentre. ¿No? O me encuentra ya vieja o ahora
Giré la cabeza y vi como el camión se dejaba ver a lo lejos. Lo mire fijamente mientras se me ocurría un plan y sentí como en mis labios se dibujaba una sonrisa maliciosa y a Thomas también
- Ni se te ocurra
Gruño y sentí como si me leyó los pensamientos. Lo mire y ya no me moleste en ocultar mi sonrisa
- ¿O, sino que? – Lo rete
- Eres mi novia, puedo hacer lo que quiera contigo
- Aun no somos novios. Te dije que en un futuro
- Bien, ahora te reclamo como mi novia – Me agarro la mano y paso un anillo de bronce con una amatista en el medio por mi dedo anular. Mi respiración se cortó – Te reclamo de todos los sentidos posibles. Eres mía ahora y este anillo nos compromete en matrimonio
Thomas soltó un grito y me hizo temblar más de lo que estaba mientras sentí la sangre bombear por mi cuerpo de forma más rápida
- No podrás estar a solas con otros hombres – Continuo – Y ante todos tendrás que confirmar mi Dominio en ti
Soltó mi mano y me agarro la cara con las dos manos antes de plantar un beso húmedo en mis labios. Hace unos segundos solo quería irme a divertir y caminar, ahora resulta que me comprometí. Sonreí para mis adentros
- ¿No poder hablar a solas con Ahmed? – Pregunte burlonamente y el rodeo los ojos
- Hazlo, entrare a la habitación y te hare mía delante de
Un sonrojo subió por mis mejillas y me cruce de brazos, avergonzada y rendida
- Vamos a casa.
El asintió y Thomas me agarro del brazo, indignado
- ¿Vas a estropear los planes de tu cumpleaños? – Juzgo mirándome con los ojos entrecerrados, luego miro a Lorenzo - ¿Vas a ser tan toxico de no dejarla ir? Su hermano no la reconocerá
Iba a meterme y decir que si me reconoció. Pero opte por quedarme en silencio
- Solo tiene un pequeño cambio. La reconocerá enseguida – Defendió su hermano
- No la ha visto en años
- ¿Conoces lo que son las fotos, Thomas Dellacourt? – Bufo y luego entrelazo sus dedos con los míos. Jalándome hacia el
- Las fotos siempre hacen la diferencia. Aparte lo vio en el camión, no en el pueblo
- ¿Sabes que ese punto no es válido? Pareces idiota
- No más que tu – Thomas me volvió a jalar hacia la carretera de tierra.
- Dejen de pelear ya – Gruñí mientras me libere de los dos – Vamos al pueblo y ya, No creo que me pueda volver a reconocer.
Lorenzo frunció el ceño más y abrió la boca para preguntar. Pero Xiomara apareció por la carretera. Thomas se giró hacia él y luego corrió en su dirección. La morena tenía dos bolsas grandes en la mano y una cortada que sangraba en su mejilla que a pesar de la distancia era muy notoria. Antes de que pudiera moverme si quiera Lorenzo me agarro como costal de papas encima de su hombro, justo como la primera vez que lo vi en aquellos bosques luego de mi secuestro cuando intente escapar de él y su hermano
- ¡Hey! ¿Por qué?
Chille y el me pellizco el tobillo para que me callara. Alce la cara y pude ver a dos figuras femeninas detrás de Xiomara, una la reconocí; María. La otra era pelirroja y su pelo caía en una desalineada trenza. Las dos tenían el uniforme de enfermera. La acompañante de María me miro unos segundos y sonrió. Le sonreí, luego miré a María. Quien me miraba fijamente sin ninguna emoción
Un poco raro.
Me aferre a la espalda de la camisa de Lorenzo cuando este empezó a caminar de vuelta a casa
- Creo que sabes que puedo caminar – Murmure sin paciencia
- Creo que viste la cara de la chica al lado de la pelirroja. Da mala espina
Le pegue en la espalda baja
- Es María, ¿Por qué dices esas cosas?
No me respondió y seguimos así hasta llegar a casa. donde Ahmed estaba sentado en la cocina anotando algo. Me miro y sonrió, luego vio a el chico que me estaba cargando y escondió la hoja que tenía en el bolsillo de sus vaqueros
- ¿Yell esta herida? – Pregunto el peli negro mientras Lorenzo me dejaba sentada en una encimera. Mis piernas quedando colgadas a los lados de su cadera
- No esta herida – Afirmo Lorenzo mientras saco algo de los cajones. Un pequeño cuchillo. Luego saco una correa con una vaina pequeña de cuero oscuro y me alzo la camisa hasta la mitad de mi cintura, mire a Ahmed. Quien me observaba mi piel desnuda buscando alguna herida. Al no encontrarla se fue al piso de arriba.
Lorenzo rodeo mi cintura con el cinturón. Lo ajusto y luego guardo el cuchillito en la vaina de la correa.
- Se que puedes defenderte y confió en ello. Solo no lo hagas conmigo.
Dijo y me guiño un ojo. Quise reír, pero me contuve
- ¿Por qué no me dices cosas así al frente de otros? Tu hermano pensó que me tratabas mal
Murmure en voz baja. Pude ver desde la ventana que a una buena distancia venían las chicas acompañadas de Thomas
- Si no estamos solos, no puedo evitar tener la guardia alta
Sentí un cosquilleo en la planta de mis pies. Me mordí el interior de la mejilla y asentí, Lorenzo dejo caer su cabeza en mi hombro y suspiro ruidosamente. Aproveche la oportunidad para empezar a trenzar su pelo mientras soltaba risitas bajas
- Pareces una niña inmadura de cinco años. – Dijo el
- ¿En serio? Tu pareces un viejo amargado de cincuenta años – contra ataque
Reímos
- Tienes diecisiete, yo tengo veinte. Es obvio que soy mejor que tú
Le pegue en la nuca y él se levantó. Con los ojos cerrados haciendo una mueca como si se hubiera acabado de despertar. Se inclino hacia mi hasta que nuestras narices chocaron
- Así que eres mayor que yo. Pensé que ibas a tener unos dieciocho
El negó y nuestras narices se frotaron. Arrancándome un par de risas ahogadas por las cosquillas que me generaron.
Nos detuvimos de golpe. Lorenzo se giró y yo me baje de la encimera torpemente. Quedando tras de el cuándo la puerta se abrió bruscamente. Dejando ver a María, Xiomara, La pelirroja y el ultimo en entrar fue Thomas con las bolsas en sus manos.
- Hola, Soy Beatrice. Pero pueden decirme Bea
Dijo la pelirroja mientras se acercó a Lorenzo y a mí. Ella extendió su mano y yo la tome, Lorenzo aun la miraba con el ceño fruncido. ¿No podía ser amable, aunque le cayera mal?
- Un gusto Bea, soy Jennifer y él es Lorenzo.
Lorenzo me miro cuando dije su nombre. Esperando a que lo presentara como su novio, pero no lo iba a hacer en una situación así. ¡Que lo haga el! Tampoco voy a decir "Él es Lorenzo, mi novio. No te metas con el" sería muy incómodo.
- Un placer, Jennifer y Lorenzo
Yo sonreí y Lorenzo asintió antes de tomarme la mano y empezar a subir las escaleras conmigo, le lancé una mirada de disculpas a Xiomara y a Bea. Ellas sonrieron, un asunto arreglado. Ahora tengo que hablar con Lorenzo.
- ¿Te cuesta respirar si eres amable? – Gruñí cuando el cerro la puerta de la habitación detrás de mí. Haciéndome apoyándome contra la madera
- Me cuesta ser hipócrita
Rodee los ojos e intente esquivarlo
- Eres un caso imposible – susurre y Lorenzo me agarro del hombro. Haciéndome volver a mi lugar.
- Deja de hablar y escucha – Puso su mano en mis labios. Intente reclamarle, pero solo salieron murmullos sin sentido
Me quede callada y pegue la oreja a la puerta
- ¿Alguna vez planearon traicionar a alguien?
La confusión me invadió mientras pose mis ojos en los del pelirrojo. El me miraba fijamente, intente reconocer la voz.
María
Trague saliva y no dije nada.
- Mari, ya – Distinguí la voz de la pelirroja
- ¿De que hablan? – Sentí una punzada en el corazón cuando Ahmed hablo
- ¿Traicionarían a Yelizza?
Abrí los ojos como platos y la mano de Lorenzo se apretó más en mi boca. Casi presionando mi nuca con la puerta.
Los murmullos empezaron a bajar el volumen. Por lo que no escuche más.
- Tenemos que irnos, ya.
Dijo Lorenzo y aparto su mano de mi boca. Envolvió su mano en la mía y me guio a la ventana. Me soltó y me quede parada ahí mientras el agarraba una mochila y se la pasaba por los dos hombros.
- ¿Y tu hermano?
- Primero eres tú, él es inteligente. Confió en el
Asentí. Luego el abrió la ventana y empezó a bajar primero. Me incline y vi que se guiaba con los ladrillos salidos, tome nota mental para cuando me tocara hacerlo a mí. Quería ir donde estaba Ahmed y poner nuestro plan en marcha, no esperar tanto. Pero quizás él se uniría a ellas y como plan B era mejor no usar el plan A.
Lorenzo termino de bajar. Me subí a la ventana y me di la vuelta, miré hacia abajo y empecé a guiarme por los trozos que estaban salidos. Pero no muy salidos porque podría caer. Mis manos se apoyaron del marco de la ventana y empecé a bajar lentamente. ¿Qué haríamos después? No podríamos ir al pueblo ya que seguramente estaría mi hermano allí. Tampoco sabíamos bien la ruta para llegar a Feltwen desde otro camino y no teníamos vehículo. Nos atraparían en cuestión de minutos u horas
Es mejor intentar que quedarse sentada esperando a que hagan la recolecta de miembros y me maten
Casi resbalo. Pegué mi cuerpo lo más que pude a la pared. Apenas iba unos pasos, y desde aquí podía ver adentro de la habitación aún. Estaba demorándome mucho, trague saliva y deje salir una bocanada de aire. Luego me decidí a empezar a bajar lo más rápido que pude. Me tense cuando escuche como tocaban la puerta, pero me despegue de la pared y caí cuando escuche el grito
- ¡Yelizza!
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EL DESASTRE QUE FUIMOS
Mystery / ThrillerTodo empezó cuando pisamos un pueblo llamado Hensgrim, que a simple vista solo era un pueblucho en medio del bosque, sin importancia. Donde solo las familias originales que fundaron el pueblo tenían casitas grandes y de colores pasteles, llamaban la...