♧☆CAPITULO 2☆♧

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El despertador hizo que me encogiera en mi lugar de un salto. Despertándome casi al segundo después de escuchar la alarma. Alargo mi mano hasta la mesita de noche y apago la alarma del reloj. Si. Aun no recuperaba mi celular, todavía. Me levanto de un tirón y me dirijo al baño, en menos de veinte minutos ya estaba lista. Solo me faltaba el suéter azul oscuro de la preparatoria, ¿Thomas no llevaba un suéter de color verde? Dash había mencionado que solo había una preparatoria en todo Hensgrim. ¿iría a una fuera del pueblo? Suspiro mientras me hago la corbata, la falda negra de cuadros me llegaba hasta tres dedos arriba de las rodillas, odio saltarme las reglas y mostrar tanto. El problema aquí era como recuperar mi celular. Me puse el suéter y Sali de mi habitación ya lista, quizás Lorenzo se quedó allí, no perdía nada en ir a verificar
- mama voy a salir antes
le anuncio a mi madre que estaba desayunando en la cocina. No le importo mucho y me hizo un gesto con la mano de que fuera. Agarre mi mochila y Sali de la casa. el clima era fresco, pero hacia una pizca de frio y el cielo estaba levemente nublado. era extraño y el miedo empezó a absorberme al pensar que quizás. Solo quizás no recordaría el camino de ayer. Pero ya que. Creo que eran seis cuadras, ni modo. Tendré que caminar hasta las casas que parecen salidas de película estadounidense. Al llegar a ese punto pare. Intentando recordar hacia donde tendría que ir, ¿doblamos a la izquierda no?, no. A la derecha. Gire y doble la calle. Pude ver la escuela que estaba finalizando la calle. Ya ubicada llegue a la biblioteca sin problemas, estaba abierta, pero parecía deshabitada. Me dirigí directamente hacia la puerta de ayer y aprete la manija. La puerta estaba abierta por lo que cedió. Cada parte de mi ser se tensó. Esto no puede ser tan fácil. Deje que la puerta cayera y dejara a la vista un pasillo medianamente iluminado. Me trague el miedo y camine sin parar hasta la puerta con número cuatro.
- ¿Thomas?
me escuche preguntar con un hilito de voz mientras tocaba tres veces la puerta. Sentí el sonido de la manija al otro lado de la puerta ser girada y sentí como si mi alma abandonara mi cuerpo. Pero la persona que vi. Definitivamente no era Thomas
- ¿Qué pasa?
pregunto un chico mientras salía de la habitación. Su pelo era una mezcla entre rojizo y castaño. Sus ojos eran de color verde. Por lo que recordé por un momento a Thomas. Llevaba el mismo uniforme que Thomas. Solo que también tenía en su etiqueta el mismo nombre, el chico salió completamente de la habitación y quedamos a unos pocos metros. Le llegaba dos centímetros más abajo del corazón
- lo siento. ¿esta Thomas aquí?
el chico me miro y frunció el ceño. Luego de tiro su ropa hacia mi dejando ver la etiqueta
- soy yo, ¿hay algún problema en la biblioteca?
me quede tiesa y baje la mirada. ¿si él era Thomas, quien era el otro? Necesito mi celular
- no, es... - dude por un segundo- ayer en la biblioteca me robaron el celular. Un chico alto peli rojo. - el chico frunció el ceño y se cruzó de brazos
- no deberías estar aquí, pequeña

¡¡como odiaba que no me dieran respuestas!! Tuve que largarme ya que amenazo con llamar a los guardias de seguridad. Justo ahora estoy sentada en el aula esperando a que inicie la clase. La escuela es muy bonita y grande. Tiene 36 salones y casi tres pisos. Las aulas son ordenadas y casi todo es de color blanco o celeste. Una punzada dio dentro de mí. Él nunca dijo habitación cuatro... dijo "salón" cuatro. A lo que llamábamos salones son a los de la escuela. Sonreí maliciosamente y me escurrí por la silla. Empecé a gatear por el piso y llegué a la salida. ¿Por qué gatee? No lo sé, la verdad quería imitar a esos personajes de pelis de espías, Sali por la puerta y levante la cabeza para mirar el letrero. Al parecer esta era el salón 24. Estaba en el segundo piso. Por lo que quizás era de arriba abajo como se contaban los números...


después de un rato de caminar para arriba y abajo llegue por fin al salón cuatro. Pero estaba prohibido, igualmente.... ¿Cuándo importo las leyes en mi vida? Exacto, nunca. Por lo que entre al salón tres que estaba a su lado y decidí salir por la ventana de esto salón para pasar al otro, cuando puse un pie en el marco de la ventana un suspiro cerca de mi cuello me hizo estremecerme
- ¿sabes que arruinarías el juego si mueres no?
pregunto aquel pelirrojo. No me di la vuelta, pero ya podía imaginarme su sonrisa demoniaca. Bajé un pie mientras reacomodaba mi falda
- ya vine, dame mi celular
me di la vuelta para enfrentarlo. me alivie un poco al ver que no tendría que hacer tal maniobra peligrosa en el aire. Pero se acercó. Tuve que retroceder pensando que vería mi incomodidad y se alejaría. Pero eso solo hizo que un brillo en sus ojos se prendiera, mi cuerpo se tensó al hacer contacto con la pared y puso su mano por encima de mi hombro, dejándome acorralada. Me equivoque porque esta vez no tenía su sonrisa. Se veía ligeramente estresado
- ¿Cuál es tu nombre?
- ¿Cuál es el tuyo? - el esboza una risita y se acerca un poco más- merezco saberlo. ¿no crees?
- pues vas a tener que descubrirlo tu misma
- no me importa tanto. Dame el celular
frunzo el ceño y mi mano se extiende hasta tocar su pecho con un dedo. Esperando a que me diera el celular, el ríe levemente y luego toma mi mano y envuelve sus dedos con los míos
- dame algo a cambio
- jodete
- ¿Qué más sabe hacer esa boquita aparte de soltar tantas groserías?
me quedo callada. Perpleja por lo que dijo. ¿estaba coqueteando conmigo? ¡lo odio!
- tengo novio -defendí yo
- y yo tengo tu celular
ruedo los ojos e intento apartarme, pero su cuerpo choca contra el mío. Dejándome inmóvil. Que posición tan incomoda la verdad. Siento mi cara arder de vergüenza y pánico ante aquel contacto tan inesperado mientras mi corazón se acelera su abdomen bajo choca contra mi pecho, haciendo una ligera presión entre nosotros
- ¿Qué quieres?
- quiero saber tu nombre y dirección. Así te daré el celular
- estás loco - bufe mientras solté una risita sarcástica, pero se borró al ver que hablaba enserio- Yelizza. Me llamo Yelizza. Y tú Thomas. ¿no?
- no
fruncí el ceño mientras mi mirada cayo en sus ojos, no había visto la primera vez que tenía un par de manchitas café en sus ojos verdes, al estar más cerca pude ver más rasgos que no había podido notar las primeras veces, como por ejemplo que su mandíbula era marcada, solo que el pelo lo tapaba un poquito, me empecé a poner nerviosa al ver que inconscientemente mi mirada cae en sus labios, eran carnosos pero un poco pálidos y eran de forma de arco de cupido. Sus labios formaron una sonrisa y me dejaron ver ese hoyuelo que había visto la primera vez, me quede sin respiración. Mi corazón amenazaba de salirse de mi pecho, no. Él no podía.... ¡apenas lo conocí!
- ¿terminaste tu escaneo visual o quieres empezar a comerme con la mirada? - dijo divertido mientras al ver que baje la cabeza, me tomo por la barbilla y volvió a levantarla- te daré tu celular, pero no respuestas. Se que volverás por ellas
saco un celular de su bolsillo y lo guardo en mi bolsillo de la falda, le dio una palmadita mientras soltaba mi barbilla y luego se alejó mientras me daba la espalda, ¿Qué debería pensar de todo esto? Me dejo confundidisima, ¿su nombre no era Thomas? ¿a qué se refería con que sabía que volvería? Espera. ¿consideraba volver? ¡porque todo tiene que ser tan confuso! Unos minutos después de que salió, Sali yo y corrí hasta el aula para no llegar tarde a la clase. Igualmente podría tener de excusa que me perdí.
Abrí la puerta del salón, todos se quedaron tiesos al verme. Tenía que admitir que la abrí con un poquito. Muy poquito mucho de brusquedad y no había avisado
Luego de presentarme y todas esas cosas, me hicieron sentar al lado de una chica. Al principio no hablamos. Era una chica de pelo largo negro con ojos claros, era muy tímida por lo que al principio costo un poquito volvernos amigas, pero luego descubrimos que a las dos nos gustaba tocar música y escribir historias
- ¡pero. ¡No puedes amar y odiar al mismo tiempo a alguien y es difícil escribirlo!
chillo mientras caminábamos por los pasillos, ya que íbamos a ir a la cafetería para almorzar. Sofia reía y a veces me respondía dándome consejos. Ella también tenía mi uniforme, pero su falda estaba más arriba y sostenía unos libros contra su pecho y una mochila colgando en su hombro derecho. En cambio, yo tenía todo en la mochila y la llevaba puesta bien
- si puedes. Es un sentimiento lindo
murmuro ella con calma. Su voz era muy dulce y se notaba su inocencia
- como digas
- ¿te gustan los deportes?
- si. En Londres solía practicar gimnasia artística. ¿y tú?
- más o menos. Practico vóley
asiento mientras sigo caminando a su lado. Nos quedamos calladas. Vi a un chico moreno y de rastas acercarse a nosotras. Dash,
- Hola Yelizza. ¿y?
espero Dash mientras miraba con curiosidad a Sofia
- Sofia
respondió ella tímidamente mientras bajaba la mirada
- un gusto. - el hizo una pausa y luego me miro- ¿quieren venir a comer a nuestra mesa? Solo estamos Manuel, Enid y yo
miro a de reojo a Sofia. Parece no importarle por lo que asiento, Dash nos dirige hacia la cafetería. Era un lugar grande y espacioso. Parecido a la biblioteca excepto porque aquí había comida y olor a aquello. Un recuerdo de Thomas, o como se llame en realidad invadió mi mente de nuevo. ¿a qué se refería en que iba a volver por respuestas? Ni que me interesara tanto saber el secreto detrás de esa sonrisita tan maliciosa. Sus ojos con esa mirada tan despiadada. La primera vez que lo vi con el cuchillo y cuando me arrincono contra la pared. Sentí mi cara calentarse ante aquel recuerdo tan...... ¿incomodo? ¿vergonzoso? ¿picante? ¡¡basta! Sacudí mi cabeza levemente
- ¿estas bien?
pregunto Sofia a mi lado mientras nos sentábamos en la mesa. Era una pequeña mesa rectangular. Dash quedo en frente de Sofia y yo quede al frente de un chico de pelo castaño, ojos negros y lentes dorados, y al lado de una chica. Pelo negro corto hasta la mandíbula y ojos de color azul. Tenía un leve parecido a Sofia, pero decidí ignorarlo
- Yelizza y Sofia, Manuel - dijo Dash mientras señalaba con la cabeza al chico de pelo castaño- y Enid -señalo por último a la chica seria de pelo negro corto.
nos saludamos entre todos y empezamos a comer.

EL DESASTRE QUE FUIMOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora