Asher
Sabía que eso significaban problemas, serios problemas. Me incline hacia Cassie
- No podemos, tenemos que irnos ahora
Cassie me miro confusa y negó
- No podemos, nos está viendo desde adentro. ¿Qué pasa?
Mierda, los planes para que escaparan ya habían colapsado. Si no entrabamos nos íbamos a meter en graves problemas, necesito idear otro plan mientras estemos adentro. Que Cassie escapara sin su hermana. No había tiempo para ir a buscarla. Le tomé la mano a Cassie con fuerza y asentí mientras empecé a caminar hacia la cabaña con la chica rubia detrás de mí. Abrí la puerta y le di un apretón a ella para que entienda que debe quedarse quieta o al menos no hablar, pensé que no entendió. Pero me devolvió el apretón y por segunda vez y solo pude suspirar, de esta no podría salir.
Fuimos al cuarto de la cabaña y pude observar a esa figura. Su pelo negro caía en ondas hasta su oreja. Su piel pálida era un recordatorio de que nunca salía al sol y sus ojos de color miel que siempre criticaban cualquier cosa con la mirada. Sus ojeras en forma de lunas que no tenían la última vez que lo vi al igual de su corte nuevo de cabello. Antes lo tenía hasta los hombros, después de ropa traía una camisa de botones blanca, y un jean negro
Como siempre con su estilo de niñito malcriado y rico
- Cuanto tiempo, Ahmed
Saludo cordialmente con su tono asqueroso y farsante. Como si eso lo hiciera muchísimo más atractivo, mire a Cassie por encima de mi hombro para mirar su cara. Pero estaba entre confusa y sorprendida. Pero lo que más me importaba es que parecía que no iba a meterse en esta conversación
- Hola, ¿Qué necesitas?
Dije intentando no sonar muy seco. Pero no pude evitarlo mientras recordaba todo lo lindo que hubiera pasado. Pero claro, el hijo de puta tenía que llegar.
- ¿Qué necesito? Creo que ya lo sabes - Dijo y señalo a Cassie – Dámela, ya cumpliste tu misión
- Ella no es la chica que buscas, no tiene nada que ver
Vi como mi hermano se inclinó y dio dos pasos adelante. Analizando a Cassie. Ella apretó mi mano y pude sentir hasta las entrañas su incomodidad
- Tienes razón, sus ojos son negros y parece mayor que la chica que buscamos
Dijo y asintió. Como para darle más sentido a sus palabras, no pude evitar soltar un pequeño suspiro. Luego el deslizo su mirada y miro nuestras manos unidas
- No te distraigas mucho hermanito. Sabes lo que paso la última vez
Ronroneo mientras alzaba una ceja. Odiaba que intentara hacerse el galán con cada ser humano de género femenino que se le cruzara. Y más si era una chica que me gusto.
- Dame unos días más para poder encontrar a la chica que necesitas
Dije intentando no sonar nervioso. Intentando proteger lo más posible la pequeña pizca de esperanza que tenia de sacar a Cassie de este lio.
- ¿Unos días? Ya pasaron dos semanas, ni que este bosque fuera tan grande. Aparte tenía una herida que le hizo Ahmed para que pudieras encontrarla. No podemos dejar que ya sabes quien la encuentre, estaríamos jodidos.
- Lo sé, dame cinco días para encontrarla por favor
- Sabes que no tengo misericordia, pero tienes dos días, solo por la hermosa dama que traes detrás. Vamos. ¿Cómo te llamas?
Sabía que me dolía, ya que esa fue de la misma manera en la que conoció a Angie, pero Cassie no era Angie. Y aunque muriera en el intento haría lo posible, hasta arriesgaría mi vida para que Cassie fuera diferente a aquella chica de mi pasado que tanto me atormentaba.
- Gracias, mi nombre es Cassandra
Dijo Cassie mientras se ponía más a la izquierda. tapando la mitad de su cuerpo conmigo mientras apretaba aún más mi mano. Esa mano me iba a quedar roja la verdad.
- Un gusto Cassandra. ¿Cuál es tu apellido?
Dijo mi hermano y dio un paso adelante. Su expresión era suave y dulce, pero su mirada era tan fría como el mismísimo infierno
- Torres
Interrumpí en su charla, si ella decía su apellido. Él iba a saber que tenía algún parentesco con Yelizza. Y lo último que quería era que la usaran a ella solo para saber dónde estaba su hermana, sobre todo porque luego la mataría para no dejar testigos algunos.
Me di la vuelta y agarre a Cassie con fuerza. Atrayéndola a mi pecho y cubriéndola con mi cuerpo cuando se escuchó la puerta de la cabaña abrirse y luego cerrarse. Pensé que era algún ayudante de mi hermano, pero al ver como se tensó en su lugar pude adivinar que quizás no.
O quizás si
Mis ilusiones se desmoronaron al ver la cabellera roja entrar. Era un amigo cercano de mi hermano y seguramente solo vino a causar problemas
- Ah, Dellacourt. ¿Qué haces aquí?
Dijo mi hermano mientras daba un largo suspiro. Me corrí un poco para que los dos quedaran frente a frente mientras que Cassie y yo estábamos en un rinconcito. Mientras evitara los problemas para cuidar a Cassie, mejor.
- ¿Qué haces tu aquí? ¿No venias en una semana? No puedo creer que hayas estado en esta cabañita asquerosa. En vez de venir a la mansión de mi familia
Murmuro con su tono de voz ronco. Con sus cejas rojas levemente fruncidas y sus ojos más de color esmeralda que nunca. Tenía rabia y no lo ocultaba. Me pregunto porque (A nadie le cae demasiado bien mi hermano, pero no pensé que hasta su amigo le tuviera rabia.) y agudizo más mi oído, aunque no se pueda. Pero presto atención como buen chismoso que soy mientras miro la puerta. Queriendo salir con Cassie y buscando el momento adecuado
- No dormí aquí, fueron este par el que lo hicieron – nos señaló y el pelirrojo miro de una forma extraña a Cassie, recorriéndola toda con la mirada antes de fruncir más el ceño. Como si la reconociera, me pregunto de donde – apenas llegue hoy, y no voy a rechazar tu amable oferta. ¿Por qué no vamos los cuatro a la hermosísima mansión Dellacourt? Estoy seguro de que tu hermano nos tiene preparadas bellas habitaciones para todos. Y un buen almuerzo
El oji verde asintió y luego nos miró un momento a Cassie y a mi antes de señalar la salida con la mirada, luego se volteo y me dejo confundido
- Claro, Claro, ¡Claro!
Grito el pelirojo y se abalanzo sobre mi hermano. Abrí los ojos tanto que dolía. ¿Lo estaba enfrentando?
Los dos cayeron al suelo. Y luego se escuchó un grito femenino proveniente de afuera. Luego de ese grito el chico pelirrojo se puso pálido y se levantó lo más rápido que pudo, puedo jurar que reconoció ese grito al igual que Cassie, quien se tensó y empezó a luchar contra mí para zafarse. Otro grito acompañado de otro y otro. Generando una cadena de gritos de dolor. Mi hermano se abalanzo sobre el chico cuando este estaba a punto de salir de la habitación de la cabaña. No sé porque, pero sus ojos verdes cayeron en mí y señalo la puerta con la mirada, desesperado
- ¡A la cabaña donde está la cara feliz!
Casi grito, mi hermano no le tomo atención y empezó a golpearlo. ¿La cabaña donde está la cara feliz? ¡La cabaña B!
Es ahora o nunca
Si me voy ahora no hay vuelta atrás. Mi hermano me buscara hasta matarme. Pero Cassie estará bien, espero que no vaya a buscar a su hermana. Deje de forcejear con ella y cuando salimos de la cabaña se escuchó un disparo. Había una chica de pelo corto, rubia y con un vestido de color mandarina. Cassie se quedó en shock unos segundos al verla parada sosteniendo un arma. Estaba lejos de nosotros, como a unos veinte metros. Pero aun así su silueta se podía ver con claridad.
- ¡Mataste a Dash, maldita!
Escuché un grito masculino, pero no supe de donde, empecé a buscar con la mirada
Levante a Cassie por la cintura y empecé a llevármela del lugar. Esa chica se ve peligrosa y aparte tiene un arma, le tapé la boca con una mano mientras que con la otra la empecé a jalar hacia el lado opuesto de la chica. El disparo me aturdió y me desespero. Agarre a Cassie y la subí a mi hombro sin importar que mi fuerza la lastimara y me escondí con ella detrás de la cabaña
- Tenemos que irnos, esa chica es peligrosa
Dije y le destape la boca. Con esperanza de que no empezara a gritar como loca
- ¡Es mi hermanita!
Chillo en voz baja y se escurrió entre mis brazos. Quedando libre, no me dio tiempo ni siquiera de pensar y ya estaba corriendo hacia la chica rubia de pelo corto. Esa chica encajaba con todas las descripciones de mi hermano. Pero tenía el pelo corto
Quizás se lo corto, es lista
Tuve que perseguir a Cassie y esta solo paro de correr cuando estuvo a la vista de la otra chica, quien parecía querer derrumbar la puerta. Cassie corrió hacia ella y la abrazo, me quede a tres pasos de ellas alerta por si la chica intentaba algo. Pero su expresión se convirtió en tanto dolor y pesar que no pude evitar sentir un poco de remordimiento por ella, parecía que quería derretirse en los brazos de su hermana. O que la tierra se la tragara, las dos soltaron sollozos y no pude hacer más que apartar la mirada. Pude ver como su pistola cayo, su mango estaba destrozado. Mi mirada se deslizo hacia la puerta y pude ver la victima de los golpes de ella.
- Lorenzo...
Me tensé al escuchar ese nombre en un susurro de la chica. Creo que lo había escuchado de mi hermano alguna vez, pero me quede callado con la mandíbula tensa. Ahora mirando con confusión y desconfianza a la chica que Cassie estaba consolando.
- Vámonos Yelizza
Dijo Cassie y vi cómo empezó a jalarla para que nos fuéramos. Mire por la ventana, me incline primero hacia la derecha y luego hacia la izquierda. logre ver un poco adentro. Había un charco de sangre, pero no había nadie allí
- Él va a estar bien
Cassie no se rendija, intentaba consolarla y me dolía. Porque Cassie también estaba sufriendo por su hermana. Ella la amaba y se notaba en su voz el dolor que sentía al verla así, quise ayudarla. Pero. ¿Qué podría decir? No sabía nada de esa chica ni del chico como para consolarla, era un completo extraño y desconocido en la vida de la rubia de pelo corto. Por lo que tuve que mentir en parte. Solo para ayudar a Cassie
- Vamos a la cabaña, antes de que saliéramos él dijo que allí nos encontraría en la mañana. Y sino...
- ¿Si no qué? – Me corto, empezó a caerme mal por malcriada. Aunque una parte de mi la entendió por estar en un momento difícil – No me voy a ir sin el
- Escucha, si nos quedamos aquí seremos un estorbo para él. No podemos ayudarlo
Pareció aumentar más su dolor. De cierto modo pude verme reflejado en ella cuando no pude ayudar a Angie, tragué saliva, al igual que los recuerdos tormentosos de su muerte.
Aunque se veía demacrada. Empezó a ceder, y unos segundos después ya nos empezamos a alejar poco a poco de la cabaña. Sentí la necesidad de tomar la pistola que tenía la chica antes, pero me arrepentí ya que estaba rota y lo más posible es que las balas se hubieran caído. Cassie empezó a arrastrarla y nos empezamos a sumergir por el inmenso bosque. Vi a la hermana de Cassie muy mareada, estaba amarillenta. No sé si era el efecto del pelo, que apenas era la primera vez que la veía cerca y detalladamente o es que estaba agonizando.
Unos pasos después sin previo aviso Yelizza cayo de los brazos de Cassie, no sé cómo, pero ella la sujeto de los hombros
- ¡Asher!
Grito como loca, como una mama cuando su hijo se porta mal. Quise sonreír, pero obviamente me iban a malentender por el momento tan inoportuno. Me acerque a ella y agarre a Yelizza por el torso. Luego por los pies y la levante al estilo princesa. Se pudo ver en su vestido una gran mancha de sangre
- Esta herida - Anuncie y Cassie empezó a jadear como loca. Intentando romper una parte de su pantalón como en las películas para dárselo. Quería reírme, de verdad. Pero después solo iba a ganarme el odio de Cassie. – Vamos rápido a la cabaña y ya.
Propuse para que dejara de estar desesperada. Como si buscara una gota de agua en el desierto, asintió y casi corría por el bosque. Yo obviamente iba un poco más rápido que el paso normal por el peso de Yelizza no era mucho a comparación de el de los otros cadáveres que eh cargado, y olía mucho mejor. Pero el dilema era que yo estaba débil y no había comido nada como para sacar fuerzas sin ningún tipo de combustible en mi cuerpo.
Seguimos caminando un rato más hasta que a lo lejos se pudo ver la cabaña B, sentía gotas de sudor caer por mi frente y por mi pelo. Pero aun así no pare de caminar ni solté el cuerpo que ya empezaba a parecer sin vida que estaba cargando. No quería tener que decirle a Cassie que su respiración se congelaba un par de segundos y luego volvía a respirar. Porque, aunque ahora tenía la mente fría para no tener que sentir ningún sentimiento ni remordimiento por ella. Sabía que su hermana se lo tomaría mal, y es que si hubiera una forma en la cual ayudarla si le diría. Pero solo haría que se preocupara aún más de lo que esta, Cassie fue la primera en abrir la puerta de la cabaña. Mi mirada estaba en el piso por el cansancio, por lo que solo me di cuenta de lo que paso cuando la rubia grito. Un chico medio peli rojo y otro peli negro con ojos azules salieron de la cabaña con una escopeta. Bueno, el de pelo medio rojo tenía la escopeta
- ¡Denme el cuerpo de la chica, ahora!
Grito el de la escopeta y apunto a Cassie.
- ¡No! ¡Dejen a mi hermana!
Me paniquee. Y mire a Cassie, ella me suplicaba con la mirada que no le diera a su hermana. Pero no podía dejar que la mataran, era muy importante para mí. Con ella me sentía como si estuviera con Angie y no quería volver a perder algo que me importaba. Di dos pasos hacia el peli negro y le extendí a Yelizza, donde sea que la lleven. Igualmente estará mejor con ellos que con nosotros, ya que si se quedaba con Cassie y conmigo moriría desangrada
- ¡No! ¡Asher, Maldito seas!
Grito tan fuerte Cassie. grito y sus palabras fueron directamente a mi corazón tan fuerte. Quería llorar, pero no lo iba a hacer con dos desconocidos ahí. El chico recibió a Yelizza y miro a su acompañante. Intercambiaron miradas y el peli medio rojo saco su radio con la mano libre
- Soy Thomas, ya la tenemos.
Se reporto y miro al otro chico. Al peli negro
- Tenemos que llevarnos también a su hermana
Se me derrumbo el mundo y sentí como ahora si las lágrimas empezaron a salir, lo arriesgué todo. Hay una escopeta. ¿Qué posibilidades...?
- Llévenme también a mi
Solté y la escopeta me apunto
- No nos vas a servir de nada.
Cassie me miro decepcionada y empezó a caminar al lado del chico de pelo negro, no podía dejarla ir tan fácil. Asentí. Pero me quede mirando hasta que estaban unos metros de mí y se me ocurrió una magnifica excusa. Que valga de algo ser el hermano adoptivo del líder, ¿No?
- No creo que su jefe se sienta feliz si dejan a su hermano aquí tirado
Pude sentir la molestia de los dos chicos y casi sonreí.
- Bien, hasta que el señor Hibsa venga por usted.
Sonreí ya abiertamente y los empecé a seguir, Cassie se adelantó un poco y quedo al frente del chico de medio rojo. Dando una clara señal de que me estaba evitando.
El camino fue una tortura, Cassie ni me miraba. Necesitaba que me mirara para poder idear un plan y escapar, o algo. Pero en un punto pude entender que estaba furiosa conmigo, también decepcionada. Sentí que de verdad me equivoqué y la cague, de igual forma la llevaron también a ella y todo por mi culpa. Pero tampoco podía pensar bien con una escopeta en la cabeza de Cassie, nada hubiera pasado si no me hubiera metido al agua, no hubiera pasado nada si...... ¿Para que lamentarme si ya está todo hecho? ¿No?
- Llegamos
Anuncio el chico de la escopeta y nos hizo entrar en la mansión. Primero paso Cassie, el chico de pelo negro que cargaba a Yelizza, luego yo y luego el otro chico. Todo paso tan rápido, en cuestión de un suspiro sentí el frio tubo de la escopeta chocar con mi cuello. Grite y llame la atención de Cassie, pude ver su mirada. Iba a correr hacia mí, no sé si lo hizo o no. Porque perdí la consciencia en un instante.
Los parpados me pesaban hasta no más poder, estaba despierto pero no abrí los ojos. En cambio, me quedé en la misma posición que me desperté. Con un hermano como el que tenía era probable que estuviera esperando a que despertara para pegarme o torturarme como hacía antes.
- Soy una estúpida, debí haber buscado una salida antes. Esto... todo es mi culpa.
Distinguí la voz de Cassie, quede unos segundos desconcertado hasta que recordé el golpe que recibí en el cuello y supe enseguida que quizás estábamos solos, ya que no creo que ella hablaría o se culparía a ella misma estando en compañía de alguien. Pero tampoco quería incomodarla, ¿Tal vez necesitaba compañía? Lo iba a arruinar todo la verdad. Pero quería ayudarla, ya lo había arruinado muy feo antes, es mi momento de intentar recompensarlo, aunque me odie
- No es tu culpa, es la mía
Murmure roncamente mientras abría los ojos y me sentaba. Cassie estaba en un rincón de la habitación con las rodillas a la altura del pecho y la cabeza metida entre ellas. Era obvio que estaba llorando, me levante adolorido el piso en el que estaba durmiendo hace unos minutos y gatee hacia ella, intentando que me escuchara para ayudarla. Me quede a unos metros de ella. Sentado encima de mis rodillas
- Cassie
No respondió. Pero alzo la cabeza y me dedico una mirada llena de odio que me llego hasta el alma
- Cassie, dime algo por favor
- No es tu culpa
Susurro y yo me quede perplejo. Primero me mira con cara de querer castrarme y luego dice eso. Acto seguido se levantó y me dio la espalda. Empezando a caminar por la habitación
- ¿Hermano del jefe? ¿A caso eres parte de este plan o qué? Porque tienes tan poca importancia que te dejaron en un sótano de mala muerte conmigo
Dijo sin mirarme, ¿Cómo explicarle que sí? ¿pero que me movió el corazón y me empezaron a dar ganas de cavar mi propia tumba?
Me quede unos segundos en silencio hasta que ella me miro por encima del hombro con su pelo despeinado, ojeras y los ojos super rojos.
- Era parte, pero lo iba a traicionar – murmure en voz baja
- ¿Por qué lo ibas a traicionar? - contesto Cassie y se dio la vuelta. Ahora con todo su cuerpo mirándome mientras cruzaba los brazos por debajo del pecho, dándole un aire de: tenme confianza, pero yo no la tendré – Los buenos hermanos no hacen eso
- Porque ya me tienen cansado sus planes estúpidos
Abrió la boca para preguntar más, pero le lance una mirada fría y entendió que no iba a hablar del tema. Por lo que me volvió a dar la espalda y fue hacia la puerta del sótano. Empezó a acariciar la madera, pero luego le lanzo varios puños desesperados.
- Cassie, no van a abrir ni, aunque le pegues a la misera puerta todo el día
Exclame, ella no hizo caso y siguió pegándole a la madera. Tuve que levantarme y caminar cojeando hacia ella, el cuerpo lo sentía como una roca. Pesado y rígido, extendí mis brazos y le toqué el hombro
- ¡No me toques!
Grito y siguió pegándole a la puerta. Tuve que sacar energías de no sé dónde, me acerqué hasta que su espalda choca contra mi pecho y la envolví en mis brazos, levantándola del piso y retrocediendo con ella. Pataleo y grito, pero no se soltó. Caminé con ella hasta la otra esquina de la habitación y me senté en el piso aun con ella. Se escurrió y su cabeza quedo apoyada justo en mi corazón. Quedando sentada en el piso, pero rodeada por mi
- Cálmate ya, no vas a lograr nada alterada.
No respondió y yo no iba a volver a hablar hasta que ella lo hiciera
- Se nota que nunca trataste con mujeres
Susurro ella. Rompiendo el silencio después de unos minutos
- Si eh tratado con mujeres – en parte si, trate con Angie
- No se nota, dime. ¿Por lo menos tuviste novia o nadie te soporta?
- Si tuve, la que nadie va a soportar nunca eres tú
- ¿Si tuviste? La del kínder no vale – Se burlo y soltó una risa suave
- La tuve en mi adolescencia. Ahora responde tú, ¿Tu nunca tuviste novio?
- Si tuve, hace años.
Quería preguntar, pero tampoco parecer muy acosador de mi parte, aparte. Se podría malentender todo este tema. Aunque la clara culpa fue de ella por sacar el tema, por lo que me dio una chance de preguntar mejor
- Apuesto a que era el nerd que le pedía a todas ser su novia
Rei, era mi venganza por su comentario de antes
- ¡Era el más popular para tu información!
Chillo y no pude evitar reír más fuerte
- ¡Apuesto que la chica con la que saliste era la rechazada que nadie quería!
Mi risa se borró. Permanecí serio unos minutos. Recordando a Angie, ella era tan dulce.... No era rechazada. Era tímida, pero a la vez muy interesante si alguien aparte de yo le hubiera dado la oportunidad de conocerla mejor. Hubiera sido la más popular de nuestra escuela. Si tan solo hubiera tenido un poco más de confianza en ella misma...
- No era una rechazada
Susurre. Ella intento voltear su cabeza para mirarme. Y después del segundo intento afloje mi agarre
- ¿No era? ¿Qué le paso?
- Murió
Dije en voz baja, era la primera vez que podría hablar con alguien de Angie, hablar de Angie con alguien que me recordaba a ella no era muy buena combinación. Pero tampoco quería ser grosero con ella
- Lo siento tanto, si quieres no toco más el tema y....
- No importa, fue hace años – La interrumpí
- ¿Cómo fue? Si puedo saber y quieres decirme. Claro
Se apresuro a decir mientras estaba sentada de lado al frente mío, con la cara muy cerca de la mía ya que no había dado mucho espacio en mi "afloje" de agarre
- No lo sé, solo sé que alguien la mato y tuve que enterrarla
Quizás si le decía un poco de mi pasado lograría que entendiera que yo si la quería ayudar y que era mi motivo para traicionar a mi hermano.... Traicionar no suena bien. Queda mejor...
Buscar mi libertad (aunque sea muerto y por buena causa)
- ¿Tuviste que enterrarla? ¿En Hensgrim no hay sepulteros?
Dijo Cassie con una mueca de sorpresa y tristeza. Sentí que quizás si me entendía en algunos casos.
- Si hay, solo que.... El que la mato fue mi hermano y lo tenía que cubrir
- ¿Aunque esa chica fuera tu amor?
- Si
Cassie bajo la mirada y yo la tuve que mantener fija en el techo para que el silencio que empezaba a formarse no fuera más incómodo con contacto visual o algún intento fallido.
- Tu dijiste que tuviste un novio, ¿Qué paso con él?
Cambie el tema, quizás lo que le paso a ella sería mejor que a mi
- Nunca estuve lista para una relación. A esa edad menos, y los dos buscábamos cosas diferentes
Susurro aun con la cabeza baja y pude empatizar de algún modo con ella
- Ya veo. Las relaciones a temprana edad no son muy recomendables por la madurez mental y esas cosas
- Yo tenía dieciocho, fue el único novio que tuve
- ¿No lo intentaste con más? – Tuve que preguntar, porque, aunque sabía que no podía hablar de un tema del que yo no había ni siquiera podido entrar y probar. Ella tenía una ventaja que yo no. O al menos lo pensé: tenía una vida normal – Eres muy bonita como para que no tengas más de dos hombres a tus pies
Ella sonrió y ladeo la cabeza, su mirada se deslizo hacia mí y no pude hacer más que imitarla. Creando contacto visual
- No, no sentía que esos chicos pudieran darme lo que quería en una relación. Aparte tenía que sanar un trauma para poder intentar que mi hermana tambien lo hiciera.
Dijo y su sonrisa se convirtió en una triste, yo ya conté un poco de mi historia. Le toca a ella. ¿No?
- ¿Qué trauma? Si puedo preguntar y quieres contarme
Tardo, la vi dudar. Pero luego se abrió
- No somos hermanas de verdad, y yo no soy Cassie. – Me sorprendió aquello. Pero no la interrumpí – Antes vivíamos en una especie de orfanato. Recuerdo poco, pero me acuerdo que tenía una hermana mayor que tomaba clases. Un día dijeron que iban a hacer una práctica para seleccionar a las mejores y no volvió, me volví muy cerrada hasta que conocí a una chica llamada Violeta una vez que me intenté escabullir hacia el bosque donde hacían esas cosas. Nos volvimos muy amigas y aunque nos castigaron por intentar escapar, ella tenía un plan mucho más grande. Su físico era parecido al de mi hermana, por lo que le tome cariño rápidamente, aunque fuéramos de la misma edad. El día en el que íbamos a escapar, o un día antes... no lo se. Me presento a Yelizza, dijeron que eran como hermanas. Esa noche Violeta murió, pero yo no perdí la esperanza de alguna salida y me uní más a Yelizza. Ya que teníamos algo que nos unía, Violeta y las ansias de salir de ese lugar lo más rápido posible. Cuando salimos, una señora que había perdido a sus hijas gemelas nos acogió, yo me teñí de rubio – Asi que era una rubia teñida, eh. Intente no reír porque era serio el tema – y en realidad Yelizza y yo nos parecíamos mucho. No se mucho de su pasado, pero recuerdo que alguna vez me dijo que su hermano menor había muerto y eso había potencializado más sus ganas de salir. Aunque las psicólogas intentaron ayudar, solo nosotras sabíamos la historia completa. Ya que nadie iba a creer que había una mansión en medio del bosque que hacía prácticas ilegales, sin decir que no teníamos registros. Para todos aparecimos de la nada...
El silencio nos absorbió mientras yo pensaba que decirle. ¿Gracias por contarme? Vamos. Solo la otra chica sabia esta historia y Cassie apenas me conocía y me conto toda la historia. ¿Lo lamento? Muy poco para la historia tan larga que me conto, y lo peor es que sonaba como un resumen. Por lo que la tristeza me invadió aún más por el pesar que empecé a sentir por ella, Cassie me miro. Ansiosa por una respuesta rápida. Empezaba a darle ansiedad y se podía notar en sus ojos oscuros
- ¿Cómo era tu nombre antes?
Logre articular. Ella sonrió, no sé por qué. Pero sonrió
- Antes era Carolina. Nunca me gusto el nombre de Cassandra porque era el que Violeta había querido usar. Pero Yelizza insistió y se aferró a la idea de que quizás ella si sobrevivió y yo era ella, lo puedo notar, aunque ella nunca lo mencione. Y no puedo culparla. Yo soy una extraña para ella que llego cuando su hermana de corazón murió. Y ella fue mi salvación para salir de ese lugar
El silencio nos invadió de nuevo, pero esta vez era más melancólico. Había sufrido muchas más cosas que yo, aparte de ser un deja vu de su supuesta hermana. Y aparte la quería tanto que lo acepta como si fuera normal, no puedo imaginar el maltrato que ella sentía allí. La atraje hacia mí y le di un beso en la frente
- Gracias por tenerme esta confianza, tontita
Dije sonriendo, pude sentir que ella también lo hizo y me sentí alegre, feliz. Pero también culpable. Ella era el recuerdo de su hermana de su mejor amiga, y era mi recuerdo de Angie... y aunque sentía esa conexión "cósmica", necesitaba sanar primero antes de empezar a quererla aún más, Cassie me saco de mis pensamientos y alzo la cara. Nuestras narices rozaron y sus ojos se hundieron en los míos mientras sus labios se movieron para formular una frase en un susurro que apenas entendí.
- ¿Puedo darte un besito?
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EL DESASTRE QUE FUIMOS
Mystery / ThrillerTodo empezó cuando pisamos un pueblo llamado Hensgrim, que a simple vista solo era un pueblucho en medio del bosque, sin importancia. Donde solo las familias originales que fundaron el pueblo tenían casitas grandes y de colores pasteles, llamaban la...