Fiebre 🤧

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"Solemos volver a donde fuimos felices" por ello e vuelto a escribir de este par de dos, por qué algo tiene que saciar mi pena de no haber tenido un papi ni mami que me quisiera, así que por ello vuelvo a estás tiernas historias UwU.
Pequeña aclaración: este capítulo ocurre después del 5, pero con lo desordenada que está está cronología quizás le borre los números jajaja.

Pese a la incomodidad en su cuerpo, Silco había despertado contento de no haber sido despertado por los gritos o movimientos de la pequeña Jinx, pues aquello indicaba que la pequeña había podido dormir tranquila toda la noche.

Sin embargo la alegría de Silco desapareció tan pronto bajo la mirada y vio a una cabizbaja Jinx con los ojitos llorosos, muy preocupado el mayor secó con cuidado sus lágrimas, pero estás seguían saliendo a un ritmo inusual, la pequeña tosio un poco antes de decir le a su padre tratando de calmar su preocupación.

-no estoy llorando... Solo me gotean los ojos

La pequeña quería calmar a su padre, pero la voz tan rosca que tenía solo preocupo más a Silco, el mayor le tocó la frente a la hija y luego la aparto espantado.

-estas hirviendo... Tienes fiebre, por qué no me dijiste?

-yo estaba bien ayer... creo

Jinx volvió a toser un par de veces, Silco se levantó como pudo de la pequeña cama, trono sus huesos y luego se giró para tomar a la menor en sus brazos, llevando la en vuelta en las mantas, se levantó enseguida y la llevo rápidamente al baño completamente angustiado.

-primero hay que bajarte la fiebre, quizás sea algún en la habitación, no la limpiaron adecuadamente...

Jinx pensó un poco en eso, su padre parecía verdaderamente muy preocupado, así que quería al menos ayudar le a aclarar sus ideas.

-no... Si me dolía la garganta ayer... Quizas algo en mis bombas me enfermo

Silco llegó finalmente a la tina de la pequeña, dejo las sábanas con las que la había traído a un lado y abrió la llave dejando que se llenará un poco mientras seguía hablando con su pequeña.

-eso es muy extraño, tu nunca te habías enfermado con algo de tus bombas... Hiciste algo fuera de lo normal estos días

-siempre hago cosas fuera de lo normal papi~

Silco sabía que a Jinx le asustaba decir le así, por lo que toco su frente muy preocupado, la fiebre estaba subiendo, así que con cuidado le quitó la ropa a Jinx y la metió el la tina, tomo algo de agua entre sus manos y empezó a echarse la con cuidado a su pequeña en la cara.

-anda querida, trata de recordar, quizás comiste algo diferente, o fuiste a dónde no sueles ir...

A Jinx le costaba mucho recordar algo claramente, pero quería responder le a su padre, así que aún algo mareada por la fiebre empezó a decir.

-bueno... Estuve cerca de mucha gente raras hace unos días...

Aquellas palabras alarmaron enseguida a Silco, su mente imagino cosa que desataban sus instintos homicidas, por lo que dejó de mover sus manos un momento para preguntar muy serio y molesto.

-que tan cerca? Que hacía esa gente rara?

-mucho... . Les estaba robando mientras apostaban

Eso calmó un poco al mayor, lo suficiente para seguir humedeciendo la frente de su pequeña, aunque pronto cayó en cuenta de una cosa, y es que la pequeña solo pudo haberse encontrado con apostadores de un modo.

-eso fue mientras te cuidaba Sevika?

-Sevika? Si... Ella apostar, yo robar...

A Silco le molestó muchísimo saber que por culpa de la irresponsabilidad de su mano derecha, ahora su pequeña estaba muy enferma, pensaba dar le una fuerte reprimenda a la mujer tan pronto la viera, pero por ahora solo le importaba si niña.

El hombre estuvo un largo rato tirando de refrescar el cuerpo de la pequeña, pero en algún momento Jinx aún estando débil y mareada le pregunto.

-no tienes trabajo?

-si, pero no puedo dejarte así Jinx, podrías empeorar

-llevame contigo...

-estas segura?

La pequeña asintio y estiró sus brazos hacia su padre, Silco sin dudar lo un segundo cargo a su pequeña hija adoptiva, sin importar le ni un poco el quedar empapado por el agua de la tina.

Jinx enseguida se aferró a su padre temblando de frío, y jadeando por lo enferma que estaba, Silco la sostuvo lo mejor que podía contra su pecho y volvió con ella a la habitación para ayudar la a vestir se.

La pequeña estaba demasiado cansada y mareada para decir algo, solamente se mantenía abrazada a su papi mientras notaba por sus movimientos que este estaría recorriendo Zaun con ella en brazos.

Por supuesto que no hubo pregunta o mención alguna en los callejones ni en el bar, sobre la pequeña masita pegada a Silco, no era la primera vez que traía a su pequeña en brazos en realidad, pero si la primera vez que lo había con una mirada de asesino, así que por su bien nadie se atrevió a cuestionar el motivo.

Silco subió a su despacho sentando se con Jinx aún en sus brazos, se quitó la corbata para mojar la un poco con los hielos de su bebida, luego puso está sobre la frente de su pequeña y la recostó contra el antes de mandar a llamar a Sevika.

La mujer llegó a las pocas horas, tenía la misma cara de amargada de siempre, pero cuando vio la molestia en su jefe supo que la situación era sería, así que se acercó en silencio con esté esperando que le dijera algo, pero para nada se esperaba aquel gesto, Silco apunto a la pequeña en sus brazos que no paraba de jadear y sudar por la fiebre.

-que es esto?

-Mmh... Una niña mimada

-te pedí que la cuidaras, SOLO una noche y mira como está!

-por que tendría yo la culpa de eso?! No soy su niñera!

-te si una simple orden y en lugar de cumplir la re fuiste a vagar, toda la noche llevando la a lugares peligroso!

Sevika miro con rabia a la niña al saber que la había delatado, Silco devolvió aquella mirada asesina a la mujer frente a él y le dijo.

-si Jinx cae te hunsiras tras ella

-es solo una fiebre, no va a morirse por algo así

-mas te vale que no... Quiero que le consigas una sopa, el mejor de todo Zaun, y que no tenga ningún marisco del lago

-sabe lo difícil que es conseguir eso?

-te hablé en otro idioma acaso? Tráelo!

La mujer se fue con fastidio a buscar lo que su jefe le pidió, Silco siguió manteniendo húmeda la tela en la frente de Jinx y la dejaba acomodarse en el mientras iba haciendo su papeleo.

Al cabo de un par de horas, Sevika llegó con un plato caliente con muy buen olor, lo dejo frente a la niñita mimada y pregunto a su jefe si no tenía una misión más útil que dar le, Silco le entrego unos papeles para que los fuera a llevar y la mujer se retiró sin dar más comentarios.

Ya estando solos, el mayor cómodo a Jinx sobre sus piernas para poder acercar le la sopa, tenía un olor bastante bueno, así que Jinx sin preguntar nada se la empezó a comer, pero estaba bastante debil y casi se la echa encima.

Silco tomo el tazón con cuidado y empezó a dar le despacio la sopa a Jinx, quien después de comer la volvió a recostarse sobre Silco quedando se dormida mientras empezaba a sudar, Silco humedeciendo de nuevo su corbata y le fue se secando el sudor de la frente hasta que noto que el color empezaba a volver a sus mejillas, entonces simplemente la dejo descansar sobre el mientras trabajaba en sus asuntos.

Luego de dormir algunas horas, Jinx finalmente despertó en los brazos de Silco, le vio haciendo algo en una hoja en blanco, así que ella tomó otra e hizo unos dibujos en esta para luego mostrar se la a Silco, al mayor no le importo en absoluto que Jinx hubiera dibujado sobre el informe que tenía que leer, simplemente tomo el dibujo regalando le una sonrisa a su hija y le dijo tranquilo.

-me alegra que estés mejor

-gracias por cuidar me

Silco simplemente le dió un besito en la frente a la pequeña luego le pidió su dibujo ya que tenía que leer lo antes de que le pusiera más detalles.

Las aventuras de Silco como padre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora